El Athletic se alivia a costa de un Celta hu¨¦rfano de Aspas

El Athletic lidia con varios problemas. El futbol¨ªstico no es de los menores, pero se maneja en otro atolladero complicado, el de abocarse a la consecuci¨®n de un objetivo que no era ni el del club ni el que esperaban sus futbolistas. El Athletic mira ahora hacia la permanencia con la misma incomodidad de quien viaja en clase turista cuando toda la vida ha transitado en vagones m¨¢s lustrosos. Y con el peso de la historia, que no es poca. As¨ª es un equipo abnegado y esforzado, sin duda comprometido, pero tambi¨¦n pleno de carencias, vulgarizado. Ante el Celta expuso todo ese repertorio para sellar un triunfo trabajado, sin brillo, pero de gran valor porque le saca del descenso y le acerca al pelot¨®n de media tabla, donde nadie debe dejar de mirar hacia abajo.

El tr¨¢nsito del partido le dio aliento al Athletic, que firm¨® la primera llegada clara a porter¨ªa, una acci¨®n de estrategia en la que conectaron los centrales y que acab¨® Unai N¨²?ez con un remate que, felino, despej¨® el meta Rub¨¦n Blanco. Replic¨® de inmediato el Celta con un libre directo de Maxi G¨®mez que se fue al palo, pero se adelant¨® el Athletic en una acci¨®n que defini¨® a I?aki Williams, que no es un nueve de ¨¢rea sino un velocista. En dos carreras le dio el partido a su equipo. En la primera recorri¨® cincuenta metros para habilitar a Muniain como llegador, en la segunda aprovech¨® un pase costa a costa de su portero para quedarse ante Rub¨¦n Blanco. En ambas acciones estaba por medio Cabral, un central bajo la sospecha de Bala¨ªdos, que entr¨® en el equipo por lesi¨®n de David Costas. En el primer gol vio pasar a Williams, en el segundo a la pelota, as¨ª que suspendi¨® el examen de los c¨¢nones del buen defensa: pas¨® el hombre y pas¨® el bal¨®n.

El Celta tiene desde hace tiempo un agujero en la zaga que le penaliza. Lo hizo de nuevo en un duelo en el que deb¨ªa superar la ausencia de Iago Aspas, que sufre una lesi¨®n muscular y estar¨¢ de baja hasta final de mes. ¡°Tenemos que afrontarlo con naturalidad¡±, dice, obsequioso, su entrenador. Lo natural fue suplir al internacional con Fran Beltr¨¢n, un mediocentro reconvertido a mediapunta. Qued¨® claro que no es lo mismo.

Beltr¨¢n, un excelente futbolista de 19 a?os marc¨® el gol que empat¨® el partido. Fue en la ¨²ltima jugada de la primera parte, una acci¨®n que alerta sobre el pelaje del Athletic, incapaz de guardarse la pelota y evitar un saque de esquina que le dej¨® expuesto. El Celta se hab¨ªa hecho con el control de la situaci¨®n porque el Athletic mostr¨® m¨¢s predisposici¨®n y condiciones para buscar la contra que para trabajar el partido con la pelota en los pies. Incluso se acomod¨® a esa situaci¨®n porque al Celta le faltaron ideas, m¨¢s all¨¢ de las pintureros escarceos de Boufal.

Pero ese gol postrero, casi de camino al vestuario, le oblig¨® a volver a empezar al Athletic. Porque a estas alturas ya le aprieta el zapato y tras dos victorias en 17 partidos necesitaba sumar tres puntos. Se los llev¨® con un gol logrado con casi toda la segunda parte por jugar, tiempo que el Celta no aprovech¨® para darle otra marcha al partido. Acab¨® diluido mientras su t¨¦cnico buscaba soluciones con los cambios, con una opci¨®n final de Maxi G¨®mez que pudo darle la igualada. Pero su mejor futbolista, su faro, estaba de espectador en un palco. Superar su ausencia es un reto para el Celta. Desde que Aspas juega en la m¨¢xima categor¨ªa con la camiseta celeste se perdi¨® 18 partidos y su equipo apenas pudo ganar cuatro. Se aprovech¨® el Athletic, que cant¨® victoria en el estreno en los palcos de su nuevo presidente, Aitor Elizegi, que ya conoce lo que se sufre en esa silla el¨¦ctrica. Desde la llegada de Gaizka Garitano al banquillo no conoce la derrota, con dos empates y dos triunfos, el de Balaidos el primero a domicilio en esta campa?a.