Modric matricula al mejor Madrid
Los de Solari sellan el mejor partido del curso y fulminan en el segundo tiempo a un Sevilla sin vuelo con un golazo at¨®mico de Casemiro y una piller¨ªa del croata
Un latigazo at¨®mico de Casemiro y una piller¨ªa de Modric acreditaron al mejor Real Madrid en tiempos. Un equipo muy enchufado, con tonelaje y con ritmo. Un Madrid con empaque suficiente para sobreponerse a sus carencias. A las estructurales ¡ªfalta de optimistas con el gol¡ª y a las coyunturales ¡ªel pelot¨®n que se api?a en la enfermer¨ªa¡ª.
R. MADRID, 2; SEVILLA, 0
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Reguil¨®n; Modric, Casemiro, Ceballos (Valverde, m. 88); Lucas V¨¢zquez (Isco, m. 77), Benzema y Vinicius. No utilizados: Luca Zidane; Nacho, Marcelo, Brahim y Cristo.
Sevilla: Vaclik; Carri?o, Kjaer, Sergi G¨®mez; Jes¨²s Navas, Sarabia, Banega, Franco V¨¢zquez, Escudero (Bryan, m. 86); Ben Yedder (Promes, m. 71) y Andr¨¦ Silva (Munir, m. 75). No utilizados: Soriano; Vidal, Amadou y Mercado.
Goles: 1-0. M. 78. Casemiro. 2-0. M. 92. Modric.
?rbitro: Mateu Lahoz. Amonest¨® a Casemiro, Ceballos, Carri?o, Banega y Kjaer. VAR: Estrada Fern¨¢nez.
Santiago Bernab¨¦u: 68.232 espectadores.
Frente a un Sevilla sin burbujas, el convoy dispuesto por Solari someti¨® de entrada a su adversario, le mantuvo el pulso cuando los muchachos de Mach¨ªn amagaron un rato con una crecida y los enchironaron por completo durante todo el segundo acto. Esta vez no irrumpi¨® un Madrid a granel. Esta vez, contra un rival huesudo como el sevillista, emergi¨® un conjunto plet¨®rico. La mejor versi¨®n de Modric y Ramos como ese brigadista de primera que suele ser. Vinicius en su descarado papel de agitador del ¨²ltimo mes y Carvajal como ese brazo armado que acostumbra por la derecha. Y Ceballos... Y Casemiro... Un Real gregario y decidido que supo diligenciar una victoria que se le resisti¨® hasta el final porque en la sala de espera del gol ya no pasa revista Cristiano. Ni tan siquiera el quejoso Bale. As¨ª que los madridistas explotaron otra veta: una bater¨ªa de lanzamientos exteriores. Algunos de Vinicius se alejaron del gol por palmos. Uno combado de Ceballos cruji¨® el larguero. Hasta que Casemiro revent¨® al Sevilla con un zurriagazo desde cualquier provincia de Marte. Para entonces hac¨ªa m¨¢s de media hora que el equipo de Nervi¨®n sobreviv¨ªa arracimado en la trinchera de su ¨¢rea. Un Sevilla que debiera declinarse a partir de Banega, solo se explicaba desde la resistencia heroica de Kjaer, un zaguero con p¨¦rtiga. Por m¨¢s que Mach¨ªn interviniera con los cambios, el Sevilla del segundo tiempo fue un pelele a pies de Modric y sus camaradas. El Sevilla habitual en Chamart¨ªn en la ¨²ltima d¨¦cada.
El cuadro hispalense, bifronte como es ¡ªnada que ver el del S¨¢nchez Pizju¨¢n con el forastero¡ª solo tuvo dictado cuando mediado el primer episodio dio con Banega. Antes fue estrujado por un equipo local que madrug¨® con una puesta en escena excitante ante un Sevilla envarado. Vinicius prob¨® r¨¢pido a Vaclik y todo el Madrid se dispuso al quite tras p¨¦rdida. Los visitantes se presentaron con un gabinete de medio campo que debiera garantizarle una suculenta raci¨®n de pases entre Banega, V¨¢zquez y Sarabia. Pero todos quedaron bloqueados por el fervor madridista. Y por su propia negligencia. Caso del empe?o de su portero en articular el juego con una cita al vuelo a Ben Yedder, que no es precisamente un delantero gr¨²a. Ramos, imperial toda la tarde, se lo comi¨®.
Una escapada de Escudero tras la primera gran maniobra de Banega casi culmina en gol. Result¨® una inyecci¨®n para el amanecer sevillista y el choque se equilibr¨® hasta el descanso. Al que se lleg¨® con un aparatoso embiste de cabezas que dej¨® maltrechos a Modric ¡ªcosido a vendas la cabellera¡ª y el Mudo V¨¢zquez ¡ªprotegido por una chichonera de rugby¡ª.
De vuelta del reposo, el Madrid empotr¨® al Sevilla. Fin de la igualdad anterior. Con Modric y Ceballos por bandera en el medio campo, la pelota fluy¨® y fluy¨® por derecha y por izquierda. A un lado, la caballer¨ªa de Carvajal y Lucas. En la otra orilla, el pedaleo constante de Vinicius, m¨¢s obligado a las descargas que a exprimir sus dotes de velocista ante otro jamaicano como Navas. De hecho, Solari debi¨® rebobinar el partido de la primera vuelta en el Pizju¨¢n, donde el capit¨¢n sevillista sac¨® la cadena de forma machacona a Marcelo, al que su t¨¦cnico contuvo en el banquillo para esta ocasi¨®n en favor del pujante Reguil¨®n. Lo mismo que arrest¨® de inicio a Isco, ya una rutina.
Conocedor de que salvo en jugadas a bal¨®n parado su juego a¨¦reo es de fogueo, el Madrid interpret¨® bien que las rutas hacia el gol eran otras. Si en el primer periodo algunos como Lucas abusaron del correo por las nubes, ya en el segundo la conjura fue otra. Salvo un poderoso cabezazo de Casemiro, el Madrid acentu¨® su producci¨®n ofensiva con incursiones por los laterales bien secundadas por volantes como Modric y Ceballos, o con trallazos de larga distancia. No afloj¨® un mil¨ªmetro el Madrid, que neg¨® por completo al Sevilla, que solo pillaba la pelota de rebote o para despejes a cualquier horizonte. Mach¨ªn alter¨® la delantera, con Promes y Munir, m¨¢s proclives para la contra que Ben Yedder y Silva. Pero el Madrid no dej¨® rendija alguna. Para Banega y otros buenos peloteros como V¨¢zquez y Sarabia, el encuentro se volvi¨® selv¨¢tico. El af¨¢n y volumen de los locales hicieron parecer que la pelota resultara un inquietante artefacto incluso en pies tan de seda.
Con la gente entregada por el remangue y la autoridad de los suyos, el momento culminante lleg¨® con el tanto descorchador de Casemiro. Un gol que sell¨® la indiscutible superioridad del Madrid. Tras muchas columpiadas durante la temporada la hinchada por fin tuvo motivos para el do de pecho, abrochado del todo con el birle de Modric a Carri?o para el definitivo 2-0.
En un Madrid con una sobremesa de lo m¨¢s invernal, el conjunto de Solari cuadr¨® su actuaci¨®n m¨¢s redonda. Ahora habr¨¢ que medir si tiene constancia o el pulso ganado al Sevilla solo fue un espejismo en una temporada tan pendular. Los lesionados est¨¢n por volver y, en su ausencia, algunos con aire de transe¨²ntes ¡ªVinicius, Valverde, Reguil¨®n...¡ª parecen haber proclamado: ?presentes! Veremos. El Real Madrid dispondr¨¢ y el f¨²tbol dir¨¢.
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