Sergio Garc¨ªa: ¡°?Los ¡®caddies¡¯ de mierda que no saben arreglar los b¨²nkers!¡±

¡°?La madre que los pari¨® a todos ya, hombre! ?Puta mierda! ?Joder, los caddies de mierda que no saben arreglar los b¨²nkers! ?A tomar por culo!¡±. El d¨ªa de furia de Sergio Garc¨ªa en el Saudi International no fue solo el s¨¢bado, cuando fue descalificado del torneo por ¡°mala conducta grave¡± al da?ar intencionadamente varios greens, al parecer arrastrando los pies. Una jornada antes, el viernes, el golfista castellonense se ensa?¨® con un b¨²nker. Al dar un mal golpe hasta el green, Garc¨ªa pate¨® con el palo la arena con violencia y luego lo arrastr¨® removiendo m¨¢s el terreno. Luego, mientras sal¨ªa del b¨²nker, llegaron sus exclamaciones e insultos a los caddies.

La reacci¨®n de Garc¨ªa, recogida en v¨ªdeo, fue el anticipo de su comportamiento de la ronda siguiente en los greens. Si el viernes su descomunal enfado ya llam¨® la atenci¨®n de sus compa?eros de juego, el s¨¢bado sus pisoteos fueron objeto de las quejas de los golfistas que llegaban a los hoyos detr¨¢s de ¨¦l y se encontraban con el terreno en mal estado en m¨¢s de una ocasi¨®n. Los destrozos fueron registrados en im¨¢genes por el ¨¢rbitro espa?ol Federico P¨¢ez. Al final de la ronda, el director del torneo esperaba a Garc¨ªa en el momento de entregar su tarjeta y le expuso los hechos y consecuencias. Estaba excluido, una decisi¨®n in¨¦dita por este motivo en el circuito europeo.

¡°En la frustraci¨®n, da?¨¦ un par de greens, por lo que me disculpo. He dicho a mis compa?eros que nunca volver¨¢ a ocurrir¡­ Ha sido una semana complicada. No est¨¢ saliendo nada y el campo no est¨¢ ayudando¡­ A veces pierdes la cabeza y luego te das cuenta de lo que has hecho. Lo de esta semana no es algo que me enorgullezca. Todos somos humanos y cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos", expuso Garc¨ªa, de 39 a?os, mientras admit¨ªa que no volver¨ªa a Arabia en un buen periodo de tiempo.

No habr¨¢ m¨¢s sanciones por parte del circuito, pero aumenta la sensaci¨®n de que algo le sucede al Ni?o para llegar a estas reacciones furibundas. Ya desde el martes, dos d¨ªas antes de que comenzara la prueba en Arabia Saud¨ª, su comportamiento estaba salpicado de quejas constantes. Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o, que jugaba el torneo y comprob¨® lo que hab¨ªa sucedido el s¨¢bado con los greens, habl¨® con ¨¦l ¡°como amigo¡± para decirle que hab¨ªa sobrepasado un l¨ªmite. El resto de espa?oles en Arabia (Jorge Campillo, Adri¨¢n Otaegui y Pablo Larraz¨¢bal) tambi¨¦n se extra?aron y lamentaron esa versi¨®n incendiaria de Sergio Garc¨ªa que ha asomado m¨¢s de la cuenta en los ¨²ltimos meses.

Aunque se define como un golfista de sangre caliente, las salidas de tono del castellonense dentro y fuera del campo se han repetido desde que ganara el Masters de Augusta de 2017, su primer grande. Lanzamientos de palos al aire o golpes con ellos a la bolsa, desplantes y malas contestaciones a la prensa espa?ola, r¨¦cord negativo en un hoyo en Augusta¡­ una espiral de autodestrucci¨®n de la que parec¨ªa haber salido en la Ryder Cup de Par¨ªs, cuando a su gran contribuci¨®n al triunfo de Europa, despu¨¦s de acudir como invitado, a?adi¨® el convertirse en el m¨¢ximo anotador en la historia del torneo: 25,5 puntos, por delante de Nick Faldo. Pero ha sido comenzar el curso y volver a las andadas, ni siquiera calmado porque su hermano V¨ªctor le lleve la bolsa de palos. En Arabia se vio su versi¨®n m¨¢s extrema.

La pregunta parec¨ªa enterrada, pero se repite. ?Qu¨¦ le pasa a Sergio Garc¨ªa?