El peque?o gran Gasol

Aunque el mundo del baloncesto lleva muchos a?os siendo global, este tipo de noticias todav¨ªa pueden sorprender a los no habituados. Los Memphis Grizzlies han traspasado a Marc Gasol a los Raptors a cambio de varios jugadores y de una ronda del draft. La cultura deportiva en EE UU y en Europa se ha desarrollado de manera diferente. En la NBA los cambios de jugadores en los equipos nunca se pagaron con dinero, sino que se llevan siempre a cabo como un trueque; fichar a Marc Gasol ha costado a los Raptors un Valanciunas, un Delon Wright, un CJ Miles, cuyos salarios suman 26 millones de euros (un par m¨¢s de lo que cobra Marc), y una elecci¨®n en la segunda ronda del draft de 2024.

A esta primera diferencia en la forma de interpretar la competici¨®n en sus ligas profesionales (los jugadores son propiedad de la liga, acaban jugando donde los due?os de las franquicias deciden, y jam¨¢s lo hacen con dinero de por medio en los traspasos), se a?ade otra diferencia sustancial; Marc Gasol llega a un candidato a ser campe¨®n este mismo a?o, los Raptors, que nunca lo ha sido antes, y cuya consideraci¨®n por comparaci¨®n en una liga europea no ir¨ªa m¨¢s all¨¢ de lo que siempre se llam¨® el t¨ªpico equipo de media tabla. ?Realmente son los Raptors candidatos al anillo? ?Podr¨ªan ser considerados un equipo grande, tal y como aqu¨ª llamamos a los que cada temporada luchan por el t¨ªtulo? Con este movimiento en los despachos, ambas respuestas son afirmativas. Esto, junto a la llegada de Nikola Mirotic a los Bucks, tambi¨¦n candidatos de la conferencia Este, pone a los Warriors frente a nuevas amenazas en la b¨²squeda de un nuevo campeonato, y nos va a dar a los aficionados espa?oles un impulso de motivaci¨®n para seguir la liga estos meses.

Golden State, Toronto, Milwaukee, Denver, Oklahoma e Indiana, son los seis equipos que dominan la liga regular norteamericana actualmente. Echando la vista atr¨¢s, los datos nos dicen que en los ¨²ltimos 18 campeonatos, los correspondientes al siglo XXI, se han dado hasta nueves campeones diferentes, solamente con Lakers, Warriors y San Antonio ganando m¨¢s de dos veces. Por eso suelo contar de vez en cuando la an¨¦cdota que viv¨ª con Jos¨¦ Miguel Ant¨²nez (ex jugador de Estudiantes, Real Madrid y de la selecci¨®n espa?ola), como presentador de un evento previo al partido que los Nets de New Jersey (antes de emigrar a Broklyn) ten¨ªan que disputar frente al Real Madrid en su gira de pretemporada europea. Jos¨¦ Miguel quiso hacer un cumplido a la reci¨¦n fichada estrella de los Nets, el base Deron Williams, y lo expres¨® como lo hubiera hecho cualquier seguidor del deporte europeo; ¡°Deron, espero que juegues bien este a?o en los Nets, y que pronto acabes en un equipo de los grandes¡±. La cara de Williams reflej¨® la extra?eza de un deportista profesional norteamericano. Y es que, sus due?os all¨ª, est¨¢n tan empe?ados en que a todos les vaya bien a medio y largo plazo, que cuidan al m¨¢ximo ese tipo de odiosas comparaciones.

Permitan, por tanto, que traduzca un poco la historia de los fichajes de Gasol y Mirotic a la versi¨®n del otro lado del Atl¨¢ntico. A Marc y a Nikola en realidad se los ha enviado a trabajar a Toronto y a Milwaukee para que sus delegaciones puedan ser, de una vez por todas, las mejores franquicias del a?o, con inversores felices (¡°nuestro objetivo es mantener juntos los pr¨®ximos 20 a?os a Porzingis y Doncic¡±, ha declarado el ambicioso Mark Cuban, due?o de los Dallas Mavericks, presumiendo de ejecutivos agresivos). Pero al final del cuento, pase lo que pase, siempre ser¨¢ la liga la que acabar¨¢ sacando mucho beneficio del asunto y prestigiando sus siglas. Lo que quieren, en definitiva, son los mejores profesionales de baloncesto NBA. Y despu¨¦s ya se ganan el derecho los diferentes empresarios de sacarles el mejor partido en sus ciudades y mercados.