La transici¨®n de Valverde
La continuidad del t¨¦cnico del Bar?a, que firma por un a?o, asegura la estabilidad de un plantel preocupado por su futuro y da tiempo a la junta para llegar al a?o clave: 2021
¡°Si se descuidan, [el m¨ªster] saldr¨¢ pitando de esta casa de locos que a veces parece el Camp Nou¡±.
A o¨ªdos de Josep Maria Bartomeu han llegado desde el verano algunos comentarios del vestuario que expresaban la inquietud de jugadores y empleados por la continuidad de Ernesto Valverde despu¨¦s de la discutida pol¨ªtica deportiva del Bar?a. Las dudas aumentaron cuando el presidente anunci¨® en enero el fichaje de De Jong para junio, se puso a hablar en febrero del Barcelona post-Messi y el lunes empez¨® a retocar la junta en clave electoral, condicionado quiz¨¢ por la aparici¨®n del precandidato V¨ªctor Font.
La preocupaci¨®n aument¨® y hasta se escuch¨® alg¨²n chascarrillo que resum¨ªa el sentir general: ¡°?A ver si se creen que van a ganar esta Champions con De Jong! M¨¢s presente y menos futuro¡±. La respuesta de Bartomeu lleg¨® ayer a las 09.00: el club y el t¨¦cnico ejerc¨ªan el a?o de contrato opcional firmado y a?ad¨ªan uno m¨¢s, de manera que Valverde renovaba hasta la temporada 2019-2020 con la posibilidad de ser prorrogado a 2020-21. La fecha clave es ese 30 de junio de 2021, cuando acaba tambi¨¦n el contrato de Leo Messi y el mandato de Bartomeu.
As¨ª que hasta entonces, con De Jong y puede que con la contrataci¨®n en verano de un lateral izquierdo y un ariete, se impone la continuidad de los actores principales. Nadie garantiza mejor la estabilidad que Valverde, capaz de mediar si procede para que sigan jugadores cotizados como Rakitic. Todos los estamentos se sienten c¨®modos con el Txingurri, el hombre tranquilo del Camp Nou.
No vacilaba Bartomeu. El presidente, muy criticado desde que cuestion¨® al entrenador por la derrota de Roma en vigilias de la final de la Copa, quer¨ªa restituir el honor del t¨¦cnico y anunciar la renovaci¨®n desde hace d¨ªas, porque entiende que es la mejor soluci¨®n para el equipo y para el club en un momento en que no hay alternativas al banquillo del Camp Nou. No se trabaj¨® en ning¨²n plan B y adem¨¢s se estim¨® que la revoluci¨®n pendiente, condicionada por la falta de liquidez, todav¨ªa puede aguardar, por m¨¢s que la columna vertebral del equipo supere los 30 a?os: Piqu¨¦ (32), Busquets (30), Messi (31) y Luis S¨²arez (32). Al fin y al cabo, si se toma como referencia la fotograf¨ªa de la final de Champions de Berl¨ªn 2015, los cuatro futbolistas que han abandonado la entidad ha sido por decisi¨®n propia: Alves, Mascherano, Iniesta y Neymar.
Messi, apoyo decisivo
Valverde gestion¨® con tanta maestr¨ªa la huida del brasile?o que en su debut gan¨® LaLiga y la Copa y ahora aspira a los mismos t¨ªtulos adem¨¢s de la Champions. Tiene a su favor a la plantilla, a los capitanes y sobre todo a Messi, y la consigna en el Bar?a es tener contento siempre al 10. Al t¨¦cnico no se le conocen enemigos, ni siquiera en los suplentes, controla los egos, huye de cualquier protagonismo y prefiere el silencio al ruido, la quietud al v¨¦rtigo, una manera de ser que agradecen unos futbolistas que han tenido entrenadores de distinta marca: Luis Enrique, Tata Martino, Tito Vilanova, Guardiola y hasta Rijkaard.
A pesar de su personalidad, no se discute tampoco el sentido institucional de Valverde. Nunca compromete al club ¡ªle defiende incluso en situaciones como la alineaci¨®n de Chumi¡ª, asume las decisiones de la direcci¨®n deportiva ¡ªel traspaso de Munir o la cesi¨®n de Denis Su¨¢rez¡ª y acepta altas y bajas producto de operaciones controvertidas ¡ªPaulinho, Yerry Mina, Malcom¡ª. Incluso se avino a no fichar a un sustituto de Digne. Y ha recuperado a Demb¨¦l¨¦ y no se rinde con Coutinho.
Ha sufrido tanto desgaste que se sospechaba que, pese al consenso para que siguiera, renunciar¨ªa al Bar?a. Al final, sin embargo, firm¨® porque se siente comprometido y responsabilizado, cobrar¨¢ m¨¢s dinero y siempre le cost¨® cambiar de club ¡ªel ¨²nico equipo del que sali¨® mal fue del Villarreal¡ª. Y la familia tambi¨¦n est¨¢ a gusto en Barcelona. Aunque le gustar¨ªa dedicar m¨¢s tiempo a los entrenamientos y agradecer¨ªa que le hicieran m¨¢s caso, admite su dependencia de los resultados; no quiere trascender, ni con el estilo ni con La Masia, sino ganar, mejor si es la Champions.
Quienes trabajan con Valverde se sienten aliviados con la noticia de su renovaci¨®n porque act¨²a con sentido com¨²n, naturalidad y sencillez, un discurso que puede sonar a conservador, incluso involucionista, entre quienes abogan en cambio por agitar el Bar?a. En plena transici¨®n, el ritmo lo marca de momento Messi.
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