El Levante golpea duro al Celta

El Levante, firme para levantarse en una mala racha, gole¨® sin remisi¨®n (1-4) en Bala¨ªdos al Celta, que emite se?ales que no invitan al optimismo. A d¨ªa de hoy es un equipo atribulado que potencia sus defectos y es incapaz de explotar sus fortalezas, que mira al empedrado, a las lesiones, a los ¨¢rbitros, al VAR y a todo lo que le pone en un estado de nervios que no es el adecuado para manejar los partidos, ex¨¢menes en los que no sabe resolver sus problemas futbol¨ªsticos. El equipo, constru¨ªdo en teor¨ªa para disfrutar de buen f¨²tbol y so?ar con los puestos europeos, se aboca a pelear por la permanencia. Y pocos de sus actores parecen disponer ahora mismo de la templanza necesaria para afrontar ese reto. Mientras tanto en Bala¨ªdos se corean reproches a la planta noble, donde se valora cambiar de entrenador por tercera vez en lo que va de temporada.

El Celta sufre porque se le observa descompensado, con un plantel da?ado porque la ca¨ªda de una sola pieza le ha desplomado. Iago Aspas est¨¢ en un desagradable limbo entre el quiero y el no puedo. No deja atr¨¢s sus molestias musculares y en el ambiente se impregna un estado de ansiedad que no ayuda en este tipo de recuperaciones musculares que tantas veces carga el diablo. El delantero internacional se qued¨® en el banquillo de inicio y estaba dispuesto a salir al campo cuando quedaba media hora por jugar y su equipo, en inferioridad num¨¦rica, perd¨ªa por dos goles. Entonces marc¨® el Levante de nuevo, as¨ª que Aspas se descalz¨® y se sent¨® de nuevo a esperar tiempos mejores. Como adem¨¢s tambi¨¦n faltaba Maxi G¨®mez, que cumpl¨ªa sanci¨®n tras ser expulsado la jornada anterior, result¨® que el Celta jug¨® el partido sin delanteros. Su mejor ocasi¨®n para marcar, en realidad la ¨²nica al margen del penalti que emboc¨® casi sobre la hora, la marr¨® el lateral derecho Hugo Mallo.

No es un detalle menor. El Celta est¨¢ constru¨ªdo con apenas dos especialistas que pueden alinearse como nueve y un ej¨¦rcito de intercambiables centrocampistas, extremos y mediapuntas. En el mercado invernal se buscaron alternativas a Aspas y G¨®mez, pero quien lleg¨® fue Boudebouz, un perfil repetido en el equipo.

Contra el Levante tanto ¨¦l como Brais M¨¦ndez se ocuparon de repartirse el trabajo como futbolistas m¨¢s adelantados del equipo. Los pasadores juegan de rematadores en el Celta. El joven internacional gallego mostr¨® una vez m¨¢s su talento, pero es un futbolista coral que eleva su rendimiento cuando est¨¢ bien rodeado, pero todav¨ªa no est¨¢ preparado para echarse un equipo a la espalda. Boudebouz simplemente no toc¨® bola y al inicio de la segunda parte clav¨® los tacos de sus botas en el muslo de un rival. El ¨¢rbitro lo mand¨® a la caseta, el videoarbitraje ratific¨® el castigo y el t¨¦cnico Miguel Cardoso encontr¨® una coartada. "La expulsi¨®n cambi¨® todo".

No hay pol¨¦micas que rediman al Celta. Antes de la expulsi¨®n ya hab¨ªa sido un desastre y perd¨ªa por dos goles que pudieron ser m¨¢s, tan vulnerable como para recibir un ba?o futbol¨ªstico de un rival que sali¨® al campo con la convicci¨®n que precisan los equipos en apuros. El Levante solo hab¨ªa ganado en una de las nueve jornadas anteriores a su visita a Vigo. El Celta est¨¢ ahora en ese punto. La respuesta del equipo valenciano fue la de armarse en un 3-5-2 plagado de futbolistas de ataque. Fue a por el partido y lo encontr¨® porque adem¨¢s explot¨® los defectos de su oponente. Morales marc¨® dos goles casi id¨¦nticos al trabajar entre los centrales para aprovechar sendas combinaciones en la frontal, donde nadie encim¨® ni a pasador ni a receptor. Tras el primer gol, el Celta permiti¨® un inopinado remate en el primer palo en saque de esquina. A R¨®ber Pier se le fue alto el intento, pero al siguiente c¨®rner con once celestes en el ¨¢rea para tapar a cuatro rivales, tres de ellos se quedaron con opciones de remate, ahora en el segundo palo. Y marc¨® Coke.

La gente despidi¨® al equipo con una pitada al descanso. Tambi¨¦n al final. Cuando amag¨® con levantarse se encontr¨® con la expulsi¨®n de Boudebouz; cuando recort¨® distancias, aunque fuese para la estad¨ªstica y gracias a un penaltito que emboc¨® Brais M¨¦ndez, se encontr¨® con el cuarto gol del Levante nada m¨¢s sacar de centro.