El podio de la igualdad: las mujeres, de espaldas

Cuando las mujeres subieron al podio a recoger sus trofeos hubo pitos y abucheos, y una voz que gritaba ¡°?pues no quer¨ªais igualdad? Pues ah¨ª la hab¨¦is tenido, corriendo con los hombres¡±. Ellas lo oyeron todo, pero no vieron a quienes chillaban. Estaban de espaldas a todos. Rebeldes, reivindicaban que hubiera una carrera femenina, sin hombres.

As¨ª termin¨® el domingo pasado en el paseo Felipe Gonz¨¢lez de Dos Hermanas (Sevilla) la prueba de Copa de Andaluc¨ªa de ciclismo master, una competici¨®n de la que fueron eliminadas casi todas las mujeres, obligadas a correr en un pelot¨®n de hombres. Quienes no aguantaron su rueda, que fueron casi todas, fueron eliminadas. Pese a ello, pese a haber podido dar solo una vuelta de las cuatro de las que constaba la carrera, se les concedieron premios. ¡°Fue una sorpresa. ?Te dan un premio despu¨¦s de echarte? Este ¨²ltimo detalle paternalista nos indign¨® much¨ªsimo m¨¢s de lo que ya est¨¢bamos¡±, explica Mar¨ªa Eugenia Monroy, una de las ciclistas promotoras de la protesta. ¡°Fue un comportamiento absolutamente machista, un caso de discriminaci¨®n real. Todas nos pusimos de acuerdo en convertir la entrega de trofeos en un acto de reivindicaci¨®n dando la espalda¡±.

Monroy, de la categor¨ªa M50 (entre 50 y 59 a?os) se levant¨® a las 6.30 para competir en Dos Hermanas, la cuarta carrera de su calendario. El recorrido previsto era cuatro vueltas a un circuito de 13 kil¨®metros. Mientras los hombres de M30 y M40 disputaban la prueba separados por grupo de edad y por g¨¦nero, y los hombres de M50 daban por su cuenta una vuelta antes de que en la siguiente se les unieran los de M60, a las mujeres de todas las edades, de 30 a 60 a?os, se les agrup¨® en un solo pelot¨®n con los hombres m¨¢s veteranos. Algunas, las m¨¢s j¨®venes, aguantaron a rueda de los hombres, otras se descolgaron.

Monroy, que se autoproclama ¡°un paquete, la habitual cola de pelot¨®n¡±, fue de las que se descolgaron. Cuando cruz¨® la meta cumplida la primera de las cuatro vueltas son¨® la campana y un comisario de la federaci¨®n andaluza se le acerc¨® para decirle que quedaba eliminada. Ante su sorpresa le informaron de que hab¨ªan fijado una norma: quedar¨ªan fuera de carrera quienes pasaran a m¨¢s de cinco minutos del pelot¨®n. ¡°A m¨ª me indign¨®, de entrada, porque antes de empezar no hab¨ªan avisado. Si lo hubiera sabido habr¨ªa corrido de otra forma¡±, dice Monroy. ¡°Y tambi¨¦n me indign¨® porque yo no llegaba a los cinco minutos. Pero me cabre¨¦ de verdad fue que cuando comprob¨¦ que solo hab¨ªan eliminado a las mujeres¡±.

El presidente de la federaci¨®n andaluza, Manuel Rodr¨ªguez, quita importancia a un asunto al que no ve soluci¨®n. ¡°En las carreras mandan la polic¨ªa y la Guardia Civil, responsables de mantener la burbuja de la prueba y de regular el tr¨¢fico¡±, dice. ¡°Y si te dicen que no pueden mantener cortado el tr¨¢fico tanto tiempo y que hay que eliminar, pues hay que eliminar. Y no se elimin¨® a las mujeres por ser mujeres. Hay ciclistas con un nivel muy bajo y no se puede tener cortado el tr¨¢fico por ellas¡±.

¡°Son muy pocas¡±

Una de las mujeres que resisti¨® y termin¨®, la M30 Lidia Rueda, se explic¨® en su Facebook. ¡°El motivo de nuestra rebeli¨®n: solo pedimos que las f¨¦minas tengamos nuestra propia manga, sin hombres¡±, escribi¨®. ¡°De ese modo todas tendr¨ªamos las mismas oportunidades para finalizar la carrera, incluso creo que nuestra carrera ser¨ªa m¨¢s bonita y emocionante puesto que ah¨ª demostraremos lo que valemos, sin ning¨²n rebufo o rueda masculina. Podr¨ªamos entrar al sprint y no rodeadas de hombres...¡±

La petici¨®n le ha llegado al presidente Rodr¨ªguez, que la ve impracticable. ¡°Las mujeres son muy pocas, una docena o as¨ª, para tener una carrera propia¡±, dice. ¡°No se puede tener una ciudad cortada tantas horas, por eso se les junta con los Master 60, los m¨¢s cercanos a su nivel¡±.

¡°Ser¨¢ lo que sea, pero el efecto real es que el 90% de las mujeres fueron eliminadas a la primera vuelta. El mensaje que recibimos es 'fuera, no queremos mujeres en las carreras', y, claro, eso no lo vamos a aceptar¡±, dice Monroy, combativa y dispuesta a seguir pedaleando y rebel¨¢ndose.