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Un ag¨®nico Getafe deja tocado al Valladolid
Un penalti en la ¨²ltima jugada del partido castiga al cuadro castellano, que hab¨ªa remontado un partido de poco juego y mucha emotividad

No es preciso que un partido de f¨²tbol est¨¦ bien jugado para que genere emociones, sentimientos o vibraciones a trav¨¦s de las que se comprenda la fuerza de este deporte. Tampoco a esta altura de la Liga se piden juegos florales. Manda el resultado, la necesidad de la victoria. Y el f¨²tbol es grande por caprichoso, porque en la dictadura del resultado ejerce de Salom¨®n. El Valladolid sum¨® un empate que sinti¨® casi como una derrota porque se le fueron dos puntos de la mano en la ¨²ltima acci¨®n del partido y quien sabe si ah¨ª estaba un futuro mejor. Al Getafe la igualada le vale para seguir en la pugna en la que se ha metido por la cuarta plaza, pero le obliga a ganar al Sevilla la pr¨®xima jornada para retomar esa posici¨®n. Bendito problema, pensar¨¢n en Pucela.
Todo ocurri¨® en una batalla que se llev¨® hasta lo emotivo. Hacia ah¨ª llev¨® el partido el Valladolid, que hace tiempo que dej¨® de fluir y apenas ha ganado en una de las ¨²ltimas once jornadas. Su plan ahora mismo pasa por tirar del hilo de lo conmovedor. Juega con el alma el Valladolid, lo hace desde la remontada que le empez¨® a llevar a Primera justo ahora hace un a?o. Una vez m¨¢s tuvo que volver a manejarse a contrapelo y demostr¨® tener argumentos para activarse en ese tipo de situaciones. Otra cosa es el f¨²tbol. El Valladolid es ahora mismo un equipo indefinido con la pelota, tiene capacidad para moverla y buscar superioridades a trav¨¦s de ella, pero la urgencia le lleva a otro terreno. Y es pantanoso. A veces da, a veces quita. El Getafe interpreta su papel de manera excelente, maduro, canchero. Ni cuando los acontecimientos le superaron y le dejaron tocado se fue del partido y alumbr¨® un empate final de la nada. El equipo de Bordal¨¢s es corcho, complicado hundirlo.
Un gol antes del cuarto de hora inicial orient¨® el partido. Marc¨® Arambarri con un disparo lejano inapelable para Yoel, que le dio el relevo en la porter¨ªa a Masip, uno de los h¨¦roes del ascenso. El Valladolid tuvo la virtud de empatar sin que le diese tiempo a ponerse nervioso, al filo de la media hora de partido tras un magn¨ªfico centro de Nacho que empuj¨®, sin ortodoxia, Guardiola a la red. Fue un caderazo, la se?al de que todo val¨ªa mientras acabase bien. Getafe y Valladolid hab¨ªan marcado en las dos ¨²nicas ocasiones que hab¨ªan fabricado, en un duelo de ritmo lento e interrupciones, justo ese caramelo que tanto le gusta al Getafe.
Pero el Valladolid se rebel¨® contra ese tr¨¢nsito. El descanso le activ¨® para regresar al campo y agitarlo todo. Llev¨® el partido a lo emotivo, a la protesta, a lo febril. Subi¨® l¨ªneas, engran¨® un par de marchas m¨¢s, no encontr¨® sutilezas en su medio campo, que no era zona de paso, pero s¨ª lleg¨® al dominio de la situaci¨®n. Tuvo el m¨¦rito el equipo que prepara Sergio Gonz¨¢lez de llevar al rival hacia el error. Lo cometi¨® Olivera para salir expulsado tras una segunda tarjeta amarilla por un manotazo en el rostro de ?scar Plano. Antes, en la primera parte, ya hab¨ªa tenido que deja el campo Antunes por una lesi¨®n en la rodilla derecha que tiene mala pinta. Pero quedarse en inferioridad num¨¦rica oblig¨® al Getafe a jugar en una sola direcci¨®n.
Bordal¨¢s quiso retocar l¨ªneas y llamar a un central, Bruno, por un delantero, ?ngel. Casi lleg¨® tarde porque entre medias al Valladolid le anularon un gol por fuera de juego. Ya estaba desatado Zorrilla, presto para la batalla, para el empuje. Casi de inmediato una mano involuntaria de Djen¨¦ cuando el bal¨®n se iba por la l¨ªnea de fondo acab¨® con la pelota en el punto de penalti. Lo decidieron Munuera Montero sobre el c¨¦sped y Mateu Lahoz ante la pantalla. Son dos de los mejores ¨¢rbitros del campeonato, pero no estar¨ªa de m¨¢s revisar el cat¨¢logo de infracciones y aclarar conceptos porque sigue latente la impresi¨®n de que se sobrearbitra y se penaliza m¨¢s por la posici¨®n de los brazos que por la intencionalidad de golpear la pelota y cortar el juego.
Marc¨® Enes ?nal y el Valladolid pareci¨® ver la luz. Debi¨® llegar a ella definitivamente en una acci¨®n que defini¨® de manera nefasta, una contra de dos jugadores contra el portero en la que Nacho y Waldo acabaron por cometer un fuera de juego propio de cadetes. Restaba m¨¢s de un cuarto de hora para el final y ya se jugaba como en el minuto noventa.
El m¨¦rito del Getafe radic¨® en que nunca dej¨® de exigir a su oponente hasta el l¨ªmite. Hacia ah¨ª lo llev¨®, a un final ag¨®nico con un saque de banda al ¨¢rea, recurso de moda que demuestra que lo que val¨ªa en el siglo XIX puede servir en el XXI. Era el ¨²ltimo estertor del partido y el decimon¨®nico env¨ªo gener¨® el caos en el ¨¢rea del Valladolid. Tras una serie de rechaces, ?scar Plano se aprest¨® a despejar la pelota, enviarla a Palencia y alzar los brazos victorioso, pero lo que se encontr¨® por medio fue la pierna del joven Hugo Duro. El Getafe extrajo as¨ª un penalti sin tener la posesi¨®n de la pelota, m¨¦rito que le define: con que le den la punta de la u?a se lleva todo el brazo. Jorge Molina no perdon¨® desde los once metros y llev¨® el llanto a medio Zorrilla, sobre todo a ?scar Plano, derrumbado ante su desgracia.
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