Djokovic vuelve a asustar

Lleva Novak Djokovic ¨C6-3 y 6-4 contra Stefanos Tsitsipas, para proclamarse campe¨®n en Madrid¨C una buena temporada jugando al despiste, lo mismo dej¨¢ndose caer unos d¨ªas por la arena de? Marbella que tomando el sol en la Rep¨²blica Dominicana, o pase¨¢ndose con un pat¨ªn el¨¦ctrico por el asfalto del Paseo de la Castellana porque, dice, su vida ya no es solo el tenis.

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Las im¨¢genes de la final

Disfruta Nole fuera de la pista al calor de los suyos y cada vez es m¨¢s selectivo dentro de ella, de ah¨ª el margen para el ocio. Escoge m¨¢s, y seguramente mejor. Superada esa etapa incontestable en la que sacaba la red de arrastre y se llevaba por delante todo lo que se pon¨ªa en su camino, un porr¨®n de t¨ªtulos dispersados por todo el mapa geogr¨¢fico, el Nole felino del presente prefiere ahora los esfuerzos controlados y, sobre todo, las presas m¨¢s considerables.

No es lo mismo una gacela que un ?u, como no es lo mismo Dub¨¢i, Doha o Pek¨ªn que, desde luego, Melbourne, Nueva York, Londres o Par¨ªs. Hacia el Bois de Boulogne apunta el serbio, que llevaba un tiempo al ralent¨ª, confundiendo al personal desde que gan¨® en Australia hace tres meses con algunos tropiezos enga?osos, porque a la que se le ha puesto a tiro una gran pieza, es decir, Roland Garros, ha asomado la cabeza sobre el arbusto y ha activado una carrera salvaje: s¨ª, Djokovic lo tiene entre ceja y ceja, va a por todas; quiere otra foto triunfal en la Chatrier, otro grande en el listado; asestar un impacto brutal en el ¨¢nimo diezmado de Rafael Nadal, al que se le agotan las balas en la tierra y obligado a encontrar un plus para defender su fortaleza parisina.

Lo necesita, porque el le¨®n viene abriendo las fauces. Djokovic, de reposo durante el ¨²ltimo trimestre, selecciona y ataca cuando debe hacerlo, en el instante preciso. Tumba en 1h 32m al jovencito griego, extraordinario jugador, en la agradable tarde dominical de Madrid y eleva el tercer t¨ªtulo en la Caja M¨¢gica, el 74? de su carrera, el 33? de un Masters 1000; los mismos que Nadal. Equilibra el de Belgrado, y a la vez lanza un mensaje alto y claro: se acab¨® el descanso, tengo un gran aliciente, veo Par¨ªs y quiero repetir el gran golpe del 2016, as¨ª que suena el despertador, me pongo las pilas y activo el paso para llegar all¨ª a tiempo, a punto. S¨ª, Nole ya est¨¢ listo.

Autoridad y suficiencia, una clase magistral

¡°Siempre, macho, siempre¡­¡±, le contestaba a ?lex Corretja a pie de pista, cuando este le preguntaba si hace poco m¨¢s de una semana, cuando aterriz¨® en la capital espa?ola despu¨¦s de una buena temporada fuera del radar y entre aparentes dudas, confiaba en ganar otra vez en Espa?a. Y lo hizo con suficiencia, con esa autoridad que reverdece al Djokovic de los buenos tiempos, al competidor tir¨¢nico de los 31 a?os que entra en trance peloteando y no hace una sola concesi¨®n. Ni una opci¨®n de break le brind¨® al bueno de Tsitsipas, que ven¨ªa de firmar una noche hermosa derribando a Nadal y que a sus 20 a?os ya juega como los ¨¢ngeles, pero que este domingo recibi¨® una clase magistral de timing y control, de c¨®mo manejar el juego y tejer el punto.

Porque as¨ª, en ese modo aut¨®mata y desesperante, el n¨²mero uno es insuperable. No hay jugador m¨¢s fuerte que Djokovic a su m¨¢ximo nivel, menos vulnerable que ¨¦l. Tsitsipas afront¨® el pulso con el mismo vigor que lo hizo ante Nadal, pero enseguida se dio cuenta de que disparaba contra un acorazado y que le pesaban demasiado las piernas, despu¨¦s del marat¨®n de partidos que se ha metido en las dos ¨²ltimas semanas: 13 en 11 d¨ªas. Luci¨® de nuevo todas esas buenas maneras, pero sufri¨® un mundo ante ese rev¨¦s a dos manos que castiga al ritmo de un metr¨®nomo. En 18 fallos se qued¨® Djokovic, al que le bast¨® una dentellada nada m¨¢s empezar el partido (break para 2-0, y de ah¨ª al 3-0 y luego al 4-1) y otra (para 5-4) en la prolongaci¨®n, que se discuti¨® un poquito m¨¢s pero en la que tampoco se percibi¨® demasiado suspense.

En ese plan est¨¢ el balc¨¢nico, sobrado de f¨ªsico y fresco de mente, puliendo cruzados y paralelos como el guerrero que afila la espada antes de la gran batalla. Y ahora viene Roma, el Foro It¨¢lico; otro escaparate para intimidar y afianzar la sensaci¨®n de que el gran jefe Nole est¨¢ de vuelta. ¡°S¨¦ como hacerlo estrat¨¦gicamente con mi equipo¡±, respondi¨® cuando le plantearon si pretend¨ªa alcanzar el pico de forma justo antes del grande franc¨¦s.?¡°S¨¦ c¨®mo elevar la intensidad y llegar al m¨¢ximo a los Grand Slams, pero no me gusta infravalorar este otro tipo de eventos, los Masters 1000¡±, resolvi¨® mientras depart¨ªa sonriente, con el rostro amable y la educaci¨®n de siempre.

Quiere Nole, y si ¨¦l quiere...