Hist¨®rico Brooks Koepka en medio de una masacre
El estadounidense firma los mejores 36 hoyos de siempre en los grandes. Ni Rahm ni Tiger ni Sergio Garc¨ªa pasan el corte en el PGA
El r¨¦cord es hist¨®rico. Jam¨¢s en los 159 a?os de vida de los grandes del golf un jugador hab¨ªa conseguido un marcador tan bajo despu¨¦s de dos jornadas y 36 hoyos. Lo firm¨® este viernes Brooks Koepka con rondas de 63 golpes el primer d¨ªa y 65 el segundo para un total de 128, 12 bajo par. Una obra de arte en cualquier torneo. Una barbaridad en una cita del Grand Slam. Casi un milagro en Bethpage. La machada de Koepka es a¨²n m¨¢s descomunal si se echa un vistazo a la masacre que se extendi¨® a su alrededor.
El campo que acoge este Campeonato de la PGA, el segundo grande de la temporada, fue una trampa mortal en al que cayeron los golfistas como moscas. Ni Tiger Woods, reci¨¦n resucitado en el Masters de Augusta, ni Jon Rahm, que llevaba nueve rondas seguidas en el par o mejor en los grandes, lograron pasar el corte. El primero volvi¨® a su yate de lujo y el segundo a su autocaravana tir¨¢ndose de los pelos, ambos con +5, a una distancia enorme (17 golpes) del l¨ªder cuando solo se ha disputado medio torneo. El mismo castigo y el mismo resultado para Sergio Garc¨ªa, que encadena su s¨¦ptimo corte seguido fallado en el Grand Slam ("no s¨¦ qu¨¦ me est¨¢ pasando", se sincer¨®), y Adrian Otaegui, tambi¨¦n fuera del fin de semana, igual que Jorge Campillo (+10), mientras que entre la armada espa?ola solo se salv¨® por los pelos Rafa Cabrera Bello (+4).
La exhibici¨®n de Koepka fue de libro. Jugando a su lado, Tiger parec¨ªa un aprendiz. Seguramente Woods entendi¨® entonces ese efecto que tantas veces ha provocado en los rivales, la sensaci¨®n de una tremenda superioridad que acaba desmoralizando a cualquiera. Koepka le dio a probar al Tigre su propia medicina. Woods necesitaba un birdie en el 18 para salvar el corte, pero su segundo golpe desde la calle se qued¨® corto en el collar del green, insuficiente para llegar a la orilla. El campe¨®n del Masters dec¨ªa adi¨®s. Y Bethpage se prepara para hacer el pasillo a Koepka, al que solo un hundimiento privar¨¢ de su cuarto grande (tras los US Open de 2017 y 2018 y el PGA tambi¨¦n del curso pasado).
A los 29 a?os, el estadounidense es el hombre de los majors. Desde 2017, ha sido l¨ªder o col¨ªder en 11 jornadas en un grande. Y suma m¨¢s t¨ªtulos gordos (tres) que torneos regulares del circuito americano (dos), una clase de pruebas que parecen aburrir a quien se transforma como nadie en las mejores pasarelas. Bethpage no est¨¢ siendo una excepci¨®n pese a la dureza de un recorrido largo, duro y de un rough diab¨®lico. Nada de eso le importa a Koepka, un bombardero. Desde el tee peg¨® duro y recto, como si fuera un robot, y con el putter no le tembl¨® un pelo. Su ventaja en la tabla es tan grande que hace pensar en ese Tiger que no dejaba ni las migas. Koepka es l¨ªder con 12 bajo par, siete de ventaja, un abismo, sobre Jordan Spieth y Adam Scott; ocho sobre Daniel Berger, Dustin Johnson, Kelly Kraft, Matt Wallace y Luke List. Fleetwood y Fowler, por ejemplo, est¨¢n a 10 de la cabeza, Mickelson y Molinari a 12, McIlroy a 15... La alfombra parece servida.
Rahm fue la imagen de esa impotencia que se comi¨® a tantos jugadores. ¡°No sab¨ªa qu¨¦ hacer, estaba desquiciado. Ha sido la primera vez que no he podido controlar el swing. Y si no la pones en la calle, no hay opciones. No sab¨ªa por d¨®nde sal¨ªa la bola¡±, resumi¨® el vasco. Con cinco golpes sobre el par, producto de siete bogeys (entre ellos los dos pares cinco) y solo el espejismo de dos birdies en los hoyos 1 y 2, en la segunda parte del recorrido, Rahm entreg¨® su peor vuelta en un grande desde los 78 (+7) del Open Brit¨¢nico del a?o pasado, aunque entonces influyeron unos problemas personales que le desconcentraron. Bethpage ha truncado una progresi¨®n en las grandes citas del hombret¨®n de Barrika. Aunque visto lo visto, ha sido una v¨ªctima m¨¢s. Solo un extraterrestre Brooks Koepka dio la sensaci¨®n de jugar a otra cosa.
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