Espa?a se condena sola ante Alemania
La selecci¨®n compite muy bien frente a una de las potencias del Mundial, pero sucumbe tras conceder un gol por una pifia cerca del descanso
Cuando se viene de las catacumbas, no siempre una derrota debiera ser un paso atr¨¢s. El f¨²tbol femenino espa?ol, puro barbecho hace nada, furtivo ante la corrosiva masculinidad imperante, busca de forma encomiable dar un paso al frente contra viento y marea. Est¨¢ en el Mundial en el que debe graduarse cerca de la ¨¦lite. Y no renunci¨® a ello ante una superpotencia como Alemania, todo un hueso. Perdi¨® por un desliz propio, pero compiti¨® con un cuajo extraordinario. No se concedi¨® coartadas por estar frente a la segunda selecci¨®n del ranking FIFA.
Arranc¨® Espa?a de maravilla. Sin complejos. Con el f¨²tbol protesta que no se le vio de inicio en su estreno ante Sud¨¢frica. Sacudida la tiritona del estreno, la Roja madrug¨® decidida a sublevarse frente a la siempre turbadora Alemania. Su solo nombre ya intimida. Y sin reparar si quiera en su herc¨²leo f¨ªsico y su deslumbrante historial (dos Mundiales, ocho Eurocopas, un oro ol¨ªmpico, nueve Champions de clubes...). Tampoco casta?etearon las espa?olas al recordar que para la Roja el reto supon¨ªa su quinto partido mundialista, por el n¨²mero 40 de su jer¨¢rquico adversario.
Nada le pes¨® al equipo de Jorge Vilda. Tom¨® el mando, dio palique a la pelota y, de entrada, aturull¨® a las germanas. La central Irene Paredes, firme e inteligente al cruce, marc¨® territorio delante de la guardameta Pa?os. Meseguer ¡ªrelevo de Losada respecto al deb¨²¡ª hizo de gregaria para la polivalente Torrecilla, capaces ambas de plantar un dique que evitara los contragolpes alemanes. En la ofensiva, la Roja balizaba con Jenni Hermoso, que disimula con su f¨ªsico-p¨¦rtiga. Tiene talla para el juego de espaldas y, sobre todo, pies finos. H¨¢bil y chisposa, se revuelve como pocas en cualquier minifundio. La titularidad de Nahikari, despertador ante Sud¨¢frica, liber¨® a Hermoso como ariete, le propici¨® mayor observatorio. Una Espa?a m¨¢s telesc¨®pica. Tanto que antes del cuarto de hora, Nahikari, una delantera marine, fajadora y vertical, descorch¨® a las zagueras centrales de Alemania. Primero, se plant¨® cara a cara con Schult, portera germana, tras una pifia de Hegering. Se qued¨® sin metros y la retaguardia rival pudo abrocharla. Poco despu¨¦s, un pase geom¨¦trico de Hermoso cit¨® de nuevo con el gol a la atacante de la Real Sociedad. Quiso estampar el disparo con el empeine exterior derecho: no ajust¨® el gesto t¨¦cnico y obvi¨® otras salidas m¨¢s sencillas.
Un remate fuera de Meseguer sell¨® el mejor momento espa?ol. Hasta que la selecci¨®n de Martina Voss-Tecklenburg dio con la tecla para equilibrar el pulso. Sin Marozsan, la estrella lesionada, la preparadora alemana ech¨® el lazo a Oberdorf, una chica que hasta diciembre no cumplir¨¢ los 18. Tambi¨¦n se alist¨® Gwinn, que llegar¨¢ a los 20 el pr¨®ximo d¨ªa 2. Se asent¨® la cadete Oberdorf y despeg¨® Gwinn, que busc¨® las cosquillas al lado d¨¦bil de la Roja. Popp, la ariete, sacaba de zona a Mapi Le¨®n, central por la izquierda, mientras la propia Gwinn y Huth cargaban con superioridad sobre Corredera, lateral diestra empotrada en su costado menos natural. Y ya con el duelo m¨¢s igualado, Alemania hizo bingo. La jugada se trenz¨® por la v¨ªa de evacuaci¨®n que hab¨ªa adivinado entre Le¨®n y Corredera. Huth abri¨® gas y asisti¨® a la cabeza de Popp. Pa?os rechaz¨® el remate con muchos reflejos y Torrej¨®n, la capitana, titube¨® donde jam¨¢s se puede titubear: con la pelota a un palmo de la l¨ªnea de gol. Torrej¨®n, con D?britz a su espalda, vacil¨® al despejar. Quiz¨¢ pens¨® que llegar¨ªa su portera. Quiz¨¢, quiz¨¢... A Espa?a el partido ya se le hizo m¨¢s alpino.
Vilda recurri¨® a Luc¨ªa Garc¨ªa, una agitadora con mucho descaro que a punto estuvo de agrietar a las germanas con su empuje y determinaci¨®n. Tambi¨¦n tuvieron carrete Guijarro y Bonmat¨ª, pero en el segundo acto el encuentro ya fue pendular. Afanosa Espa?a rumbo al ¨¢rea de Schult. Velocista Alemania, ya con m¨¢s puertas abiertas para contragolpear. Las dos selecciones estuvieron en la sala de espera del gol. No le lleg¨® a la Roja para el empate. Y las teutonas resistieron con solo un tanto de ventaja.
Cay¨® Espa?a. Nada que reprocharse por su competitividad ante tan gigantesco rival. Es tiempo de dar otro paso adelante frente a China. Es tiempo de creer que hay octavos a la vista. Con su crecida, evidente ante Alemania, ha llegado el momento de que la Roja no se conforme con un papel de telonera. Est¨¢ ante el Mundial de su merecid¨ªsima confirmaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.