Los Warriors y el duro final de la pel¨ªcula
Este final de ¨¦poca de los Golden State ser¨¢ recordado por las lesiones de Klay Thompson y Kevin Durant y por las graves secuelas para la salud deportiva y empresarial de la franquicia
Uno tiene la imagen de la salida del jugador estrella de los New York Knicks en los a?os setenta, Willis Reed, por el vestuario del Madison Square Garden, entre aplausos y medio cojo, como el ejemplo de m¨¢ximo compromiso de un compa?ero de profesi¨®n. As¨ª nos lo ha hecho ver una y otra vez la NBA, que siempre sabe muy bien c¨®mo ense?ar las cosas. Reed no pod¨ªa pr¨¢cticamente ni caminar, pero no quer¨ªa abandonar a sus compa?eros (¡°hermanos¡±, como tambi¨¦n escuchamos llamarse ahora) en el momento clave de sus vidas. En el s¨¦ptimo partido de la Final frente a Los ?ngeles Lakers.
La estrella de los Knicks empez¨® el choque, meti¨® los dos primeros tiros casi sin poder correr, y puso en ¨®rbita a su equipo y al p¨²blico para lograr un triunfo ¨¦pico (113-99), que la propia NBA registr¨® en 2004 como la segunda haza?a m¨¢s importante de la historia de las Finales, s¨®lo superada por el tiro de Michael Jordan con el que logr¨® su sexto anillo.
Si se confirma la grave lesi¨®n tambi¨¦n de Klay Thompson (se habla de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda), este final de ¨¦poca de los Golden State Warriors ser¨¢ igual de recordado, pero con un guion bien distinto. Probablemente mucho m¨¢s real. Los seres humanos necesitamos que nos ofrezcan finales felices, tras haber comprobado la dureza y los sinsabores del camino, para comprar muchas veces la entrada de la pel¨ªcula. Tan es as¨ª que en los guiones de las pel¨ªculas (sobre todo lo hemos escuchado en Estados Unidos), acaba interviniendo el productor para ajustar ese final, en caso de que no le parezca el adecuado. La historia no puede acabar mal. Y, sin embargo, esta vez los fans de los Warriors, y muchos aficionados al baloncesto, tendr¨¢n que asumir que este equipo de ¨¦poca finaliza su ¨²ltimo cap¨ªtulo no solo perdiendo en la pista, sino sufriendo un da?o muy intenso y con secuelas graves para su salud deportiva y empresarial.
La historia de estas finales NBA podr¨¢ escribirse, y debe hacerse as¨ª, con las felices im¨¢genes de los Raptors campeones; con la capacidad de un equipo para competir cada cuarto, cada partido; cada serie de playoff, incluso en caso de empezar muy atr¨¢s, como frente a los Bucks de Milwaukee, que eran claros favoritos. La historia es Toronto; es Kawhi Leonard y su perfil de l¨ªder de la tarea, sin un solo gesto de m¨¢s. Para nosotros, los aficionados espa?oles, la historia es la de Marc Gasol, Serge Ibaka y Segio Scariolo, tan cercanos y conocidos.
Seguro que, en paralelo a todo esto, alguien se centrar¨¢ en ir narrando los duros momentos de los Warriors, tras estos a?os de ¨¦xitos sin precedentes. Normalmente estas historias comienzan con una imagen potente. Y esa nos la ofreci¨® el otro d¨ªa,el de la lesi¨®n de Kevin Durant, un reportero de Sports Center. ¡°En la noche de hoy, no s¨®lo ha cambiado el rumbo de estas finales, o de los Warriors; lo que ha sucedido hoy cambia el futuro de la NBA para siempre¡±. La frase es muy cierta, aunque suene muy radical. Pero lo que cambiar¨¢ sobre todo, y al menos aqu¨ª es lo que m¨¢s nos interesa, es el d¨ªa a d¨ªa de Klay Thompson (si se confirma la rotura del ligamento cruzado) y de Kevin Durant (aqu¨ª ya hay confirmaci¨®n de al menos un a?o fuera de las canchas), dos tipos casi invencibles.
La secuencia de este enfoque comenzar¨¢ por la tristeza, continuar¨¢ por el esfuerzo diario fuera de los focos, y ofrecer¨¢ un bonito cap¨ªtulo con la reaparici¨®n entre aplausos y gran emoci¨®n. Tal vez les d¨¦ tiempo a triunfar de nuevo en la cancha. Pero el verdadero final, no el de la pel¨ªcula, est¨¢ ya muy escrito, y es para todos los deportistas absolutamente el mismo. ¡°?Qu¨¦ te queda por delante?¡± ¨Cle preguntan a un jugador que anticipa su retirada-. ¡°Encontrar otro trabajo y no dramatizar en exceso¡±. Y asegurarte que el resto de la vida no te est¨¢ sobrepasando ¨Ca?ade de su cosecha este que les escribe las cartas-- mientras te despistas de nuevo con ese momento de gloria en el que t¨² y tu entorno os cre¨ªsteis ¨²nicos y eternos.
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