Zidane redobla el pulso con Bale

En el mundo del f¨²tbol, la relaci¨®n entre un entrenador y sus jugadores estrella se rige, al menos intr¨ªnsecamente, a partir de un principio de autoridad. Tambi¨¦n de seducci¨®n. La responsabilidad del l¨ªder del vestuario no pasa solo por convencer a los estiletes de su ideario a partir de la amenaza de un castigo (el traspaso o la suplencia, como mal menor) en caso de una negativa a su aplicaci¨®n, sino de hacerlo tambi¨¦n a partir de c¨®digos m¨¢s primarios. Ah¨ª es donde entran en juego los intangibles sociales inherentes al car¨¢cter de cada persona. La ¨²nica manera de convencer a un rebelde es transformando su causa, eliminando el factor subversivo de la ecuaci¨®n.

Zinedine Zidane frunce el ce?o y mira fijamente cuando advierte la tensi¨®n merodeando el micr¨®fono, y el nombre y la estampa de Gareth Bale en el ambiente. De puertas adentro su talante se aleja del de un francotirador, pero cuando la hierba queda atr¨¢s ese car¨¢cter originariamente amable se enfr¨ªa. ¡°Bale es jugador del Real Madrid, est¨¢ con nosotros y tiene todo mi respeto porque ha trabajado muy bien, como el resto de los compa?eros¡±, dijo, en su primera comparencia desde el 19 de mayo, hace dos meses, la ¨²ltima vez que fue cuestionado. ¡°No es un problema. No voy a decir que un jugador es un problema¡±, a?adi¨®. ¡°Puede pasar de todo. Tiene contrato. Veremos¡±.

Zidane habl¨® en Houston, antes del primer partido de pretemporada ante Bayern de M¨²nich, una vez m¨¢s en tiempo futuro tratando de dar una patada al presente. La negativa de Bale a abandonar el equipo ¡ªsu contrato comprende las pr¨®ximas tres temporadas¡ª, a pesar de los continuos mensajes enviados durante la temporada pasada, sigue siendo un escollo a la hora de reformular al equipo. La situaci¨®n de Bale en el vestuario respecto a la de junio, en palabras del t¨¦cnico franc¨¦s sigue siendo la misma. ¡°Su papel no ha cambiado", dijo. Las dos m¨¢ximas iniciales del t¨¦cnico se encuentran fuera de aplicaci¨®n con el gal¨¦s. Desaparecido el miedo al castigo, la seducci¨®n no tiene sentido.

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A falta de mes y medio para el cierre del mercado, y con el proyecto deportivo a¨²n indefinido, las respuestas de Zidane se esconden en la indeterminaci¨®n. ¡°Sabemos lo que queremos; estamos en ello¡±, dijo sobre el fichaje de Pogba, su petici¨®n m¨¢s clara. ¡°Es jugador del Madrid y veremos qu¨¦ pasa. De momento est¨¢ de vacaciones¡±, replic¨® sobre James. ¡°Hasta el pr¨®ximo d¨ªa 31 podemos hacer cambios, salidas y tambi¨¦n contrataciones¡±. El abanico de posibilidades, como se ve, es inmenso. ¡°Lo importante es que los jugadores que est¨¢n aqu¨ª han trabajado muy bien desde el inicio¡±.

Sin la incorporaci¨®n de futbolistas que var¨ªen el tono general, la ¨²nica alternativa que maneja el t¨¦cnico del Madrid es la de otorgar a Hazard no solo el lugar de Bale en ataque, sino la condici¨®n de superestrella. ¡°Es un jugador determinante. Mete goles y marca la diferencia. Lo ha demostrado a lo largo de su carrera y ahora lo tenemos nosotros. Vamos aprovechar sus cualidades. Estoy muy contento con ¨¦l. Eden necesitaba un club como el Madrid para mejorar¡±, le pirope¨® Zidane. Con el belga no hay seducci¨®n que valga porque el encuentro entre ambos es mutuo desde hace a?os.

Quienes conocen a Zidane aseguran que sus exquisitos contienen la presi¨®n de un car¨¢cter contundente. Esa presa interior sigue empuj¨¢ndole, especialmente desde que ejerce como entrenador. ¡°He hablado con sinceridad con todos los jugadores porque me gusta ser claro con ellos aunque sea dif¨ªcil¡±, remach¨®.

El problema de la sinceridad es que su crudeza se nutre de la vulnerabilidad del receptor, y el caso de Bale no parece que est¨¦ decidido a perder el pulso.