Ofensiva total contra Bale
En el Madrid aseguran que la ausencia del gal¨¦s ante el Bayern se debi¨® a una petici¨®n de su representante, que ultima la salida del jugador, ya ¡®despedido¡¯ por Zidane, a la Superliga china
En la partida de cartas en la que han convertido el Real Madrid y Gareth Bale su separaci¨®n, el ¨²ltimo movimiento de una de las partes ¡ª¡°si se marcha ma?ana, mejor¡±, dijo la pasada madrugada Zinedine Zidane tras dejarle fuera del partido ante el Bayern de M¨²nich en Houston¡ª, expuso no solo un incremento desaforado en la presi¨®n sobre su contendiente, sino una evidencia de desamor sin precedentes.
Seg¨²n aseguran en el club blanco, fue Jonathan Barnett, el representante de Bale, quien pidi¨® que no se contara con ¨¦l para el partido ¡°porque estaba ultimando una negociaci¨®n con un equipo de la Superliga china¡±.
¡°Si Gareth se va es porque ¨¦l quiere, no porque Zidane ni el Real Madrid le empujen¡±, contraatac¨® en declaraciones al diario As el mismo Barnett, dando la vuelta a la que fue, quiz¨¢s, la mayor apuesta estrat¨¦gica de Zidane en su ¨²ltima aparici¨®n: publicitar que el jugador, ahora s¨ª, acepta una salida. ¡°Sigue siendo uno de los mejores jugadores del mundo, uno de los cinco con mejor cartel, y su futuro seguir¨¢ estando en un gran club¡±, replic¨® Barnett, negociador impert¨¦rrito.
Bale rubric¨® la ampliaci¨®n del contrato que le une actualmente al Madrid hasta junio de 2022 hace tres a?os, en octubre de 2016. Fue el cuarto jugador de una secuencia que inaugur¨® Kroos, y al que siguieron despu¨¦s Modric y Lucas V¨¢zquez. Su llegada al equipo se hab¨ªa cerrado tres a?os antes, en 2013, y aquel primer contrato contemplaba una extensi¨®n de seis temporadas, con un salario de 10 millones de euros por curso. Hace 22 d¨ªas hubiera expirado. Sus emolumentos actuales se acercan a los 20 millones.
Pero la confianza en su capacidad para convertirse en el l¨ªder del equipo durante y tras el Cristianato, llevaron al club a rechazar una oferta de 100 millones de euros del Manchester United en 2017. Aquella fue la ¨²ltima vez que un club propuso un traspaso de tres cifras. Hoy, no hay ofertas por el jugador, m¨¢s all¨¢ de un velado inter¨¦s por el Tottenham, que ofrece una cantidad que el Madrid ni siquiera contempla: 50 millones. El problema de su salida a la Superliga china, ¨²nica competici¨®n que puede hacerse cargo de la ficha actual del futbolista, es que no contempla abonar ning¨²n traspaso por el jugador, una circunstancia insalvable para el Madrid. ¡°Hasta que no se cierre ese acuerdo, algo que se puede producir en breve o no, Bale seguir¨¢ aqu¨ª en la disciplina normal¡±, ampl¨ªan desde el club.
¡°Nada personal¡±
¡°No es nada personal. Llega un momento en el que las cosas se hacen porque se deben hacer. No tengo nada contra ¨¦l. Tenemos que tomar decisiones y cambiar, nada m¨¢s. Vosotros sab¨¦is la situaci¨®n y va a cambiar. No s¨¦ si en 24 o 48 horas. La situaci¨®n va a cambiar y es bueno para todos. Las cosas son as¨ª. Yo hablo con el club, tenemos que tomar decisiones, y es decisi¨®n del entrenador y del propio jugador¡±, se justific¨® Zizou, colocando todo el argumentario ofensivo sobre la mesa.
En el fragor de la actual batalla dial¨¦ctica, como anestesiada por el tiempo queda ya aquella sentencia de Zidane de 2016 en la que juraba amor eterno a los tres componentes de la BBC (Benzema, Bale y Cristiano): ¡°Si est¨¢n todos a disposici¨®n voy a meter siempre a los tres porque son los mejores¡±. La ¨²ltima vez que Bale no estuvo disponible (por lesi¨®n) fue el pasado 10 de marzo. Desde entonces solo diput¨® 473 minutos repartidos en ocho partidos, el 18% del total. Tampoco particip¨® en ninguno de los tres ¨²ltimos encuentros de la temporada.
A sus 30 a?os reci¨¦n cumplidos (sopl¨® las velas el pasado martes), Bale, que ha celebrado en Mallorca su boda durante las vacaciones de verano, vive felizmente en Madrid junto a su esposa y sus tres hijos. Esa estabilidad ha pesado por encima de contratiempos deportivos, y ha resultado un factor inevitablemente contundente a la hora de ponderar cualquier posibilidad de abandonar Madrid. Poco dado a la vida nocturna, ni siquiera acudi¨® a una cena organizada en enero por Sergio Ramos. Su vida fuera de la pr¨¢ctica del f¨²tbol no alberga tiempo para este tipo de propuestas.
Solo la familia y el golf, que practica cotidianamente en su campo particular ¡ªtiene uno montado en casa¡ª, son est¨ªmulo suficiente para satisfacer el ¨¢nimo de Bale. No hay testimonios que registren su pericia en los juegos de cartas. Bien le vendr¨ªa ahora que su futuro est¨¢ sobre el tapete.
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