Bale hace de todo y el Madrid empata ante el Villarreal
Dos goles del gal¨¦s, que acab¨® expulsado, rescatan un punto para un equipo blanco lento y a tirones frente a un rival con pegada cl¨ªnica pero fr¨¢gil en defensa
El espejo de este Madrid por definir es Bale. El hombre que hizo un regate al mercado y a su propio entrenador, tan capaz es de anotar dos goles y rescatar un punto en La Cer¨¢mica como luego se hace expulsar en un minuto al repetir la misma infracci¨®n. No siempre se explica a Bale. No siempre se explica a este Madrid de vaivenes en la pizarra y en las alineaciones. Gris¨¢ceo en Vila-real, perdi¨® dos puntos por segunda jornada consecutiva. Nunca fue un equipo redondo, ni mucho menos, y solo a tirones caz¨® un empate ante un rival que tambi¨¦n tuvo muchas curvas. Flojo en defensa, pero cl¨ªnico en ataque.
Diez segundos le sobraron al Villarreal. Lo que restaba para el descanso cuando Carvajal meti¨® gas, Jovic se ilumin¨® con un taconazo de espaldas a la porter¨ªa y Bale termin¨® soplando velas ante la red en la que se estren¨® como goleador madridista en 2013. Un respiro para un Madrid encapotado, sin mucha chicha. Un azote que retrat¨® al submarino, poco cachas en la zaga. Un equipo sin cocodrilos en su porter¨ªa, fr¨¢gil en cada ¨®rdago a¨¦reo, donde abundan las turbulencias de Andr¨¦s, su meta, y sus centrales, el veterano Albiol y el novel Pau. Dos defensas de altura, con p¨¦rtiga, pero chatos en cada centro lateral.
El partido qued¨® marcado muy pronto. Las ¨¢reas de cada cual eran quebradizas. Y de rancho a rancho el asunto, el juego en s¨ª solo era cosa de Cazorla. Donde hechizaba el ilustrado Cazorla, penaba Casemiro. Zidane resguard¨® a Modric y envid¨® en teor¨ªa con un 4-4-2. Sin el croata, solo con Kroos como arquitecto, el brasile?o se vio obligado a ejercer de Modric. Nada que ver. Lo de Casemiro es la intendencia, no la baliza. Y por fuera, Bale y Lucas aceleran, no dan hilo al juego.
Tan vacilante arranc¨® el Madrid que antes del cuarto de hora se aturull¨® Sergio Ramos, al que le birl¨® la pelota Gerard. El delantero amarillo asisti¨® a Ekambi entre las piernas de Varane y el rechace de Courtois al remate del camerun¨¦s lo caz¨® Gerard, que estamp¨® el bal¨®n en la red. Un linier precipitado gener¨® el suspense. El VAR certific¨® lo que siempre pareci¨® evidente: gol.
Las mejores noticias para el Madrid llegaban por el costado del debutante Mendy. El franc¨¦s arrest¨® sin contemplaciones a Chukwueze, un velocista y habilidoso extremo nigeriano. Zidane prefiri¨® no correr riesgos con Marcelo, con mucho menos forro f¨ªsico, pero un solista como pocos en ataque. Ni un asalto perdi¨® Mendy, que mand¨® a Chukwueze a la reserva antes de la hora. Calleja advirti¨® su inferioridad ante el nuevo lateral blanco.
Desde muy pronto se hizo largo el Real, convertido en un 4-2-4 por el aire aventurero de Lucas y Bale. El Madrid llevaba de cabeza a su oponente, eso s¨ª. Casemiro y Ramos casi cazan el empate ante un adversario sin techo. El Villarreal se las ingeniaba con Cazorla y el tajo de Gerard y compa?¨ªa; el Real, lento y sin la perspicacia de Modric, era recurrente con el f¨²tbol por las nubes. Antes del gol, su mayor peligro fue terrestre: un tiro de Benzema al poste derecho de Andr¨¦s. Un anticipo del gol de Bale tras la estupenda maniobra de Jovic, muy suelto en todo lo que hizo, pero poco participativo. El reci¨¦n llegado a¨²n est¨¢ en fase de concilio. ZZ le retir¨® en favor de Modric, ya en el segundo acto, cuando el Madrid mostraba m¨¢s empe?o que luces. El VAR no valid¨® un gol de Benzema y a punto estuvo de marcar Kroos.
El Villarreal menguaba y menguaba en la misma proporci¨®n que Cazorla, agotado con el discurrir del choque. As¨ª que Calleja intervino sin demora. Reforz¨® el gabinete de medio campo con el poder¨ªo f¨ªsico de Anguissa. Ech¨® el lazo a Ontiveros, jugador con desborde y buen pie, y amenaz¨® con Bacca. De inmediato, emboc¨® Moi tras una parada de Courtois a disparo de Gerard. Al Madrid se le hab¨ªa ido su momento y el Villarreal recuper¨® el suyo, ya sin Cazorla, pero con Moi por bandera.
Ocurre que al Villarreal se le hacen eternos los partidos. Lo mismo da que se adelante en el marcador. Lo mismo da que queden diez segundos para el descanso que cinco minutos para el final. Se repiti¨® la historia. Un robo limpio de Modric a Ontiveros deriv¨® en la jugada preferida de Bale. Recorte hacia dentro desde la derecha y bingo con la zurda. Bale por partida doble vali¨® un punto antes de irse condenado. Poco cr¨¦dito para un Madrid que a¨²n no est¨¢ formateado. Hoy es un equipo ruleta: en tres jornadas ha jugado bien, mal y regular, y ha oficiado con un carrusel de cambios de sistema y de jugadores. Zidane busca y el Madrid se busca.
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