Espa?a gana el Mundial de baloncesto y regresa a la Luna
La selecci¨®n se proclama campeona del mundo por segunda vez en su historia tras domar con autoridad a Argentina en la final (75-95)
Espa?a regres¨® a la Luna 13 a?os despu¨¦s. En Pek¨ªn estaba la huella de Saitama. La selecci¨®n conquist¨® el segundo oro mundial de su historia tras domar con autoridad a Argentina en la final (75-95). Los de Scariolo alcanzaron en China la 19? medalla de su baloncesto masculino, la 13? en lo que va de siglo, cuando la irrupci¨®n de los J¨²niors de Oro cambi¨® para siempre la dimensi¨®n de su enciclopedia. Desde el oro en Jap¨®n 2006, el equipo solo ha faltado dos veces al podio en los grandes torneos: en los Mundiales de 2010 y 2014. En este tiempo: cinco oros, tres platas y tres bronces, para un total de 11 medallas en 13 campeonatos. Una secuencia memorable que en el torneo de la resistencia encontr¨® una escapatoria gloriosa para esquivar todos los destinos pesimistas. Cuando los expertos, e incluso la l¨®gica, anunciaban el repliegue. La resiliencia y la ambici¨®n protagonizaron un conmovedor rebrote de prosperidad que acab¨® ba?ado en oro.
ARGENTINA, 75 - ESPA?A, 95
Argentina (14+17+16+28): Facundo Campazzo (11), Nicol¨¢s Brussino (8), Patricio Garino (-), Marcos Del¨ªa (2) y Luis Scola (8) -quinteto inicial-, Tayavek Gallizzi (-), Nico Laprovittola (17), Gabriel Deck (24), Luca Vildoza (2) y M¨¢ximo Fjellerup (-) y Agust¨ªn Caffaro (-) y Redivo (3).
Espa?a (23+20+23+29): Ricky Rubio (20), Rudy Fern¨¢ndez (11), Juancho Hernang¨®mez (11), Pierre Oriola (6) y Marc Gasol (14) -cinco titular-, Pau Ribas (5), V¨ªctor Claver (2), Willy Hernang¨®mez (11) y Sergio Llull (15), Rabaseda (-), Colom (-) y Beiran (-).
?rbitros: Cristiano Maranho (BRA), Yohan Rosso (FRA) y Steven Anderson (USA). Eliminaron por faltas a Pau Ribas y Juancho Hernang¨®mez por Espa?a y a Nico Brussino por Argentina.
Final del Mundial de China disputada en el Wukasong Sports Center de Pek¨ªn ante unos 18.000 espectadores.
Triunf¨® una Espa?a quijotesca capaz de creerse su delirio hasta convertirlo en oro. Un equipo con valor y valores, aventurero, concreto y gremial. Un grupo comprometido capaz de mantener el traje de Superman rellen¨¢ndolo con 12 supermanes. Un bloque apasionante, con el esp¨ªritu de los J¨²niors de Oro y de los h¨¦roes de las ventanas, con el esp¨ªritu de siempre. Una Espa?a forjada en la agon¨ªa que acab¨® convertida en vendaval.
Sucumbi¨® Argentina a una determinaci¨®n que viene de lejos porque les sale del alma heredada. El p¨®ster de Jap¨®n, con Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Jorge Garbajosa, Carlos Jim¨¦nez, Jos¨¦ Manuel Calder¨®n, Sergio Rodr¨ªguez, ?lex Mumbr¨², Carlos Cabezas, Berni Rodr¨ªguez, Pepu Hern¨¢ndez, Marc Gasol y Rudy Fern¨¢ndez, encontr¨® un relevo dorado en China. Repiten cima Marc y Rudy, art¨ªfices de una final gobernada con autoridad por Espa?a pese al coraje tit¨¢nico de la albiceleste. Se vieron 22 abajo los de Scola, que sufrieron el mismo rodillo que Grecia hace 13 a?os, y no dejaron de luchar. Pero Espa?a era campeona, con Ricky como MVP del Mundial (20 puntos en la final), con otros cinco jugadores en dobles d¨ªgitos de anotaci¨®n y con una impactante puesta en escena con la que devoraron a la fiera rival.
Cuesti¨®n de biorritmos, para Argentina el partido del ¨¦xtasis hab¨ªa sido el de cuartos ante Serbia, y para Espa?a, la semifinal ante Australia. La memoria reciente mejor¨® la tensi¨®n y la capacidad de reacci¨®n de la selecci¨®n desde los tacos de salida. Se presentaron los de Scariolo con un parcial de 2-14 en los primeros cuatro minutos, con una defensa apote¨®sica, con Oriola en el quinteto, por si las chispas, y con una aplicaci¨®n colectiva voraz. Pero Argentina se quit¨® el miedo esc¨¦nico, al rival y al escenario, con los puntos de Brussino y las galopadas de Campazzo. La albiceleste rompi¨® a sudar y a la selecci¨®n se le destempl¨® su efervescencia. El resultado fue un 11-0 de vuelta que, tras un dos m¨¢s uno de Deck, equilibr¨® el pulso (13-14).
Se med¨ªan dos ejemplos de car¨¢cter, fortaleza defensiva y optimizaci¨®n de recursos. Y de todos ellos fue tirando Scariolo. Con el refuerzo de Pau Ribas, Claver y Willy, Espa?a arm¨® otro estir¨®n antes del final de cuarto y recuper¨® gran parte de la renta y de las sensaciones iniciales. Sin llegar a cuajar, la primera embestida hab¨ªa servido a la selecci¨®n para delimitar el territorio de la confianza y para comenzar a manejar las s¨ªstoles y di¨¢stoles del juego.
Se atribul¨® Argentina cuando descubri¨® que Marc ya descansaba y, sobre la pista, el br¨ªo de Willy pod¨ªa con la solemnidad de Scola. Entrando por la veta de las dudas, Rudy encontr¨® un fil¨®n con dos triples consecutivos que descosieron el marcador (14-31, m. 12). El ¨²nico que supo escapar del div¨¢n fue Laprovittola que, con siete puntos de bravura y de sutura evit¨® que el despegue espa?ol comenzara a tener tintes inabarcables (21-31, m. 14).
Scola, que hab¨ªa entrado antes en boxes que Marc, tuvo que regresar tambi¨¦n antes de lo previsto. La cuesti¨®n es que lleg¨® a tiempo para poner un punto de calma antes de que cundiera el p¨¢nico en su camada. Pero, para entonces, Ricky era m¨¢s que Campazzo y Laprovittola juntos, y el juego en manada de Espa?a hab¨ªa fumigado a la marabunta albiceleste (31-43, m. 20).
Las cabezas gachas de los jugadores rumbo a la caseta eran se?al de extenuaci¨®n en Espa?a y de dilema en Argentina. Unos hab¨ªan tirado de piernas sin darle muchas vueltas a la cabeza y los otros estaban agobiados por no haber podido correr. Una vez que tomaron carrerilla en China, ambos equipos hab¨ªan llegado al ¨²ltimo d¨ªa del campeonato casi sin respirar, para no reparar en su agotamiento y en su inconsciencia. Cuando Argentina se vio obligada a pensar no fue capaz de rescatar su locura.
La hoja de contabilidad al descanso revelaba una Espa?a optimista y gremial, impulsada por la hiperactividad productiva de Rudy y por su s¨®lido dominio del rebote (15-26, 10 de ellos en ataque), la estad¨ªstica del hambre. Marc y el propio Rudy hab¨ªan consolidado la ambici¨®n espa?ola buscando con furia cada pelota para repartirla despu¨¦s con generosidad. Los dos veteranos del equipo de Scariolo sumaban en los primeros 20 minutos las mismas asistencias (6) que toda Argentina junta. Apenas Campazzo hab¨ªa encontrado rendijas en otra defensa para el museo de la selecci¨®n.
Marc y Rudy, 13 a?os esperando este d¨ªa, ense?aron la ruta a los que lo llevaban esperando toda la vida. Con Ricky siempre como faro, con Oriola como factor sorpresa, con Juancho sudando adrenalina y con los capitanes aportando equilibrio, Espa?a rompi¨® el partido con una espectacular sacudida en la reanudaci¨®n. En menos de cinco minutos el rugido fue de 2-12 para rebasar la frontera de los 20 de ventaja (33-55, m. 25).
Los gritos de Scola a los suyos sonaban a reproche en lugar de a espuela, y Vildoza se lanz¨® a la pista para armar un plan kamikaze que salvaguard¨® el orgullo, pero no arregl¨® del todo las cosas para la albiceleste. Los 22 de desventaja llegaron a convertirlos en ilusi¨®n de remontada, pero no les bast¨®. A Espa?a le herv¨ªa la sangre, a Argentina no le alcanz¨® el coraz¨®n. El ganador pod¨ªa estar orgulloso, el perdedor pod¨ªa estar tranquilo. Cuenta la leyenda que la muralla china es la ¨²nica construcci¨®n humana que puede verse desde la Luna. All¨ª viaj¨® para comprobarlo por segunda vez en su historia la Espa?a m¨¢s inesperada y conmovedora. Una Espa?a con un orgullo de oro.
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