Un PSG de rebajas arrolla al Madrid
El Real, muy desequilibrado y sin un remate a puerta, sucumbe de principio a fin contra un rival que tir¨® de orgullo para subsanar las ausencias de Neymar, Mbapp¨¦ y Cavani
Un PSG sin sus generales dej¨® en tanga al Madrid en Par¨ªs, donde Keylor Navas fue tan espectador bajo el larguero como Neymar, Mbapp¨¦ y Cavani en la tribuna. Ausente su realeza, el equipo parisino se agigant¨® con un esp¨ªritu brigadista e hizo descarrilar a un Real que evidenci¨® el sospechoso esc¨¢ner al que ha sido sometida esta plantilla durante el verano. Por Par¨ªs esparci¨® un escuadr¨®n de atacantes, pero entre todos no certificaron un disparo a puerta (lo que no hab¨ªa sucedido en la ¨²ltima d¨¦cada, seg¨²n el estad¨ªstico M¨ªster Chip). En cambio, por la zona de pilotaje, el gabinete del medio campo, los recursos son limitad¨ªsimos.
Por el Parque de los Pr¨ªncipes apareci¨® un Madrid tibio, muy tibio. Sin un primo lejano de Casemiro para defender el rancho y sin m¨¢s amenaza ofensiva que los solos de Bale. Insuficiente frente a un PSG con m¨¢s orgullo que talento. Un equipo dispuesto a dejarse el coraz¨®n en los huesos. Decidido a reivindicarse, sabedores muchos de sus actores que con la vuelta de Neymar, Mbapp¨¦ y Cavani ir¨¢n sin remedio al cami¨®n escoba. Tres bajas may¨²sculas para un PSG sin burbujas, pero vivificante, capaz de adiestrar a su ilustre adversario con Di Mar¨ªa de sonajero. Dos zarpazos del exmadridista dejaron sonados a los visitantes, que ni antes ni despu¨¦s lograron amortiguar al PSG.
Tir¨® Zidane de una alineaci¨®n m¨¢s pinturera que equilibrada. Con Milit?o, que est¨¢ por testar, al cierre, tan solo Casemiro hizo de alguacil. No hay otro con su perfil en la plantilla, un cr¨¢ter para el Madrid. Casemiro no da para todo si en su radar percuten James, Kroos, Bale, Hazard y Benzema. La caballer¨ªa madridista no alivi¨® la orfandad de Casemiro. El caso tuvo efectos diversos. Al verse con poca escolta por delante, la zaga recul¨®. Y lo mismo dio que, en ocasiones, auxiliara el pelot¨®n ofensivo. Ninguno tiene constancia defensiva. As¨ª que fue un Madrid tan quebrado como mal estirado. Unos defend¨ªan, otros avanzaban y Casemiro sufr¨ªa con el ancla.
Con Verratti, Gueye ¡ªun pulpo con botas, gobernante absoluto del encuentro¡ª y Marquinhos nada intimidados en el eje, el PSG maniobraba con soltura. Como soltura ten¨ªan sus laterales. La prueba, el primer gol. Bernat lleg¨® por la izquierda, conect¨® con Di Mar¨ªa y el argentino dej¨® mal retratado a Courtois. El latigazo del Fideo se le col¨® por el poste que deb¨ªa blindar. El Real solo rechist¨® antes del 2-0 con una falta lanzada por Bale. La pelota pein¨® una escuadra de Keylor Navas. De inmediato, el doblete de Di Mar¨ªa fotografi¨® para mal, para muy mal, al Madrid. Tras un saque de banda, Gueye ¡ªsiempre Gueye¡ª se sacudi¨® a Hazard y a Kroos como si fueran monigotes. Y Di Mar¨ªa caz¨® un remate desde el balc¨®n del ¨¢rea para el que pudo permitirse una siesta sin que rival alguno le jorobara lo m¨¢s m¨ªnimo.
Del Madrid apenas hubo migas. Tan solo antes del primer gol, cuando James toc¨® alguna tecla, cuando Hazard hizo un par de amagos. Espejismos. Gueye meti¨® la sierra y comenz¨® a provocar una catarata de p¨¦rdidas en el Madrid. Un Madrid perfilado para el toque de corneta, no ten¨ªa una pelota con la que articularse. Un Madrid nada perfilado para el quite tampoco ten¨ªa opciones.
Un gol-no gol de Bale pudo haber enganchado a los de Zidane. Y a lo grande, porque el gal¨¦s tir¨® de chistera y con la pierna de palo (derecha) clav¨® una muse¨ªstica vaselina por encima de Keylor. Pero el VAR pill¨® una mano del gal¨¦s en el control previo del bal¨®n.
Nada se alter¨® tras el descanso. Gueye no perdi¨® el colmillo, como Di Mar¨ªa no dej¨® de percutir y Marquinhos y Verratti de dar palique al juego. Cada asalto del PSG al borde del ¨¢rea visitante amenazaba con una cat¨¢strofe ante Courtois. La presi¨®n local estrangulaba a los madridistas. Un birle a James propici¨® que Di Mar¨ªa se quedara a un pelo del triplete. Su toque por encima de la coronilla de Courtois se fue alto. Otra excursi¨®n del albiceleste deriv¨® en un disparo de Sarabia que exigi¨® de lo lindo al portero belga. Bregaba el PSG, remataba el PSG. Jugaba el PSG, ahogaba el PSG.
A la vista de un Madrid gripado por su adversario, intervino Zidane. Jovic y Lucas relevaron a James y Hazard. Como resultado, m¨¢s de lo mismo. Un equipo armado con una defensa ortodoxa y una infanter¨ªa de delanteros. El medio campo, tan desprovisto con la planificaci¨®n veraniega, un simple apeadero para Casemiro y Kroos. Con todo, bien pasada la hora, Benzema, con el que apenas hab¨ªan conectado sus camaradas, por fin encontr¨® alg¨²n resquicio. Con el primero dio con el gol, pero Lucas, en fuera de juego, se cruz¨® en el camino de la jugada. Tanto anulado. Luego, el capit¨¢n madridista prob¨® suerte de cabeza, pero la pelota se alej¨® de la red de Keylor por un me?ique.
Irrumpi¨® Vinicius, pero el Madrid, con el desfile de toda su n¨®mina de delanteros, no tuvo forma de dar con el indulto. Menos a¨²n cuando en el punto y final del partido, una estupenda jugada de escuadra y cartab¨®n entre los dos laterales locales, Bernat y Meunier, ampli¨® el castigo. La abnegaci¨®n del PSG y su vac¨ªo en el medio campo condenaron al Madrid ante un rival rebajad¨ªsimo. Inquietante para el Real.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.