Brea de Tajo, el pueblo que cambi¨® el f¨²tbol por el golf

Brea de Tajo tiene 560 habitantes. Es un pueblo de la comarca de Las Vegas, a 70 kil¨®metros de Madrid. Se llega por carreteras secundarias o en alguna de las dos l¨ªneas de autobuses que pasan por la zona. La calma se extiende entre los huertos. Salvo por dos milagros. En 2016, la Asociaci¨®n de Amigas de Brea del Tajo reparti¨® 300 d¨¦cimos de loter¨ªa del n¨²mero 66.513, el gordo de Navidad. En el pueblo llovieron 120 millones de euros.

El otro suceso que ha puesto el nombre de Brea de Tajo en el mapa tiene tanto de extraordinario como esos billetes premiados: el golf. C¨®mo este deporte considerado elitista y caro por mucha gente ha creado afici¨®n en un peque?o pueblo madrile?o es m¨¦rito de sus habitantes m¨¢s j¨®venes. Hace cuatro a?os, la Federaci¨®n Madrile?a de Golf comenz¨® a implantar en el CRA (Colegio Rural Agrupado) Los Olivos, en Brea, su programa de Golf en los Colegios. Los ni?os aprend¨ªan a jugar como parte de la asignatura de educaci¨®n f¨ªsica, despu¨¦s de que la Federaci¨®n ense?ara al profesor y ofreciera material para el juego. As¨ª se plant¨® la semilla.

Mientras, los chicos participaron en la campa?a Design for change, una plataforma que ofrece a los peque?os la opci¨®n de cambiar su entorno, y meses despu¨¦s el alcalde de Brea, Rafael Barcala (PP), recibi¨® una llamada. Los ni?os de Los Olivos quer¨ªan verle. En la reuni¨®n, le pidieron un campo de golf.

¡°?Golf en Brea de Tajo, que parece que est¨¢ en el fin del mundo? Parec¨ªa imposible¡±, recuerda Daniel Esteban, director del CRA Los Olivos, que incluye a los pueblos cercanos de Valdaracete (620 habitantes), Valdelaguna (900) y Villamanrique de Tajo (700). No les parec¨ªa una locura a sus alumnos, y el centro y el ayuntamiento encontraron financiaci¨®n para construir en el patio del colegio un putting green, una zona de c¨¦sped para practicar el juego corto.

Era 2017 y los balones y los columpios dejaron paso en Brea de Tajo a palos y pelotas de golf. Entre los estudiantes (hoy son 36 chicos y chicas de entre 3 y 12 a?os) creci¨® el gusanillo por este deporte. De repente improvisaban hoyos y b¨²nkers por las calles del pueblo. Incluso el fen¨®meno lleg¨® a Londres, a o¨ªdos del circuito europeo de golf, que ese a?o invit¨® a los peque?os al Masters de Valderrama, donde conocieron a Jon Rahm y Sergio Garc¨ªa. Brea de Tajo ya era el pueblo del golf.

Pronto, ese green del patio del colegio se les qued¨® peque?o. Los aprendices de golfista quer¨ªan darle fuerte a la bola. ?Y para qu¨¦ tener un campo grande de f¨²tbol a la entrada del pueblo si a los ni?os les gusta el golf? El empuj¨®n definitivo lleg¨® cuando Miguel Ballesteros, uno de los tres hijos de Seve, fue invitado a Los Olivos. All¨ª le ense?aron un v¨ªdeo. Lo hab¨ªan hecho los ni?os del centro. Estaba dedicado a su padre. Reun¨ªa im¨¢genes del genial golfista c¨¢ntabro, fallecido en 2011, y recordaba sus ¨¦xitos. Miguel llor¨® de emoci¨®n y prometi¨® su ayuda.

Este s¨¢bado, Miguel Ballesteros volvi¨® a Brea de Tajo. Le acompa?aba su hermana Carmen. Ambos, en nombre de la Fundaci¨®n que lleva el nombre de su padre, participaron en la inauguraci¨®n del Centro Deportivo Seve Ballesteros, el ¨²nico que hay en Espa?a, una amplia zona para practicar el golf. Las porter¨ªas de f¨²tbol que antes ocupaban ese lugar estaban apartadas. Ni se ve¨ªa rodar un bal¨®n, sino que los ni?os jugaban entusiasmados con los palos.

El p¨¢rroco bendijo la instalaci¨®n, el alcalde dio un golpe simb¨®lico y hubo paella para todos. El pueblo del golf estaba feliz. Y no han parado. Quieren impulsar el proyecto de Golf en familia e invitar a jugar a los chicos del centro de menores de Teresa de Calcuta. Con el tiempo, quiz¨¢s tener un campo de nueve hoyos.

¡°Mi padre hubiera estado orgulloso¡±, sonre¨ªa Miguel. Seve ten¨ªa un sue?o, popularizar el golf en Espa?a. ?l no lo cre¨ªa imposible. Los ni?os de Brea, tampoco.