La pu?alada de la Supercopa
El dinero obtenido ser¨¢ proporcional al da?o moral provocado por llevar el torneo a Arabia Saud¨ª, un pa¨ªs que vulnera los derechos humanos
Se est¨¢n cargando los valores. Que el f¨²tbol se ha convertido en un gran negocio lo sabemos. Y no solo lo sabemos, sino que lo aceptamos y formamos parte de ¨¦l con gusto. Pero siempre queda, o deber¨ªa quedar, algo del inicio, del porqu¨¦ nos introdujimos en este deporte. Personalmente destacar¨ªa tres cosas: el disfrute del juego (como practicante o aficionado), el sentimiento de pertenencia (tan presente en nuestra sociedad actual) y los valores del deporte. Pero, ¨²ltimamente, me empiezo a cuestionar lo de los valores. Seamos serios, seamos coherentes y, sobre todo, seamos honestos: nos estamos cargando todos ellos. Encontramos demasiados ejemplos, desde la base hasta la cima. Ver partidos de benjamines se hace doloroso por los gritos y exigencias parentales desde las gradas. La prepotencia de algunos al llegar a la adolescencia sinti¨¦ndose intocables, ya que sus ingresos multiplican los de sus padres juntos. Y los dirigentes habituados ya a enviar el mensaje equivocado, el de que aqu¨ª todo vale.
Llevar la Supercopa de Espa?a a Arabia Saud¨ª, un pa¨ªs que vulnera los derechos humanos, es un error grave y una pu?alada m¨¢s a los ya da?ados valores del deporte. El dinero ser¨¢ proporcional al da?o moral. Adem¨¢s, poco le importa o parece importar a los clubes, jugadores y entrenadores de los equipos participantes, ya que ninguno de ellos se ha quejado. Ni una sola declaraci¨®n. Ning¨²n comentario. Nada. No s¨¦ si el silencio y la resignaci¨®n-aceptaci¨®n ser¨¢n tambi¨¦n la respuesta de los aficionados, de los socios, o si por el contrario se har¨¢n o¨ªr, demostrar¨¢n su desacuerdo e intentar¨¢n mantener de una manera desesperada al f¨²tbol como deporte del pueblo. Quiz¨¢ lo que se har¨¢ despu¨¦s con ese dinero sea bueno y esto quedar¨¢ como un Robin Hood robando a los ricos para dar a los pobres, con la diferencia de que aqu¨ª ya son todos ricos y la necesidad es inexistente. Tambi¨¦n, quiz¨¢, esto pueda ayudar a desbloquear la huelga del f¨²tbol femenino, porque habr¨¢ dinero para invertir, ?no? Adem¨¢s, en mujer. La imagen ser¨ªa buena y muchos la comprar¨ªan, pero a otros no se nos olvidar¨ªa de d¨®nde viene ese dinero.
Tomen nota de la pregunta a Nadal sobre su matrimonio. Hace unos d¨ªas un v¨ªdeo de Rafa Nadal contestando a un periodista en rueda de prensa que fue noticia. Bueno, la noticia real fue la pregunta del periodista haciendo referencia al reciente matrimonio del tenista. Es curioso que todos los medios de comunicaci¨®n no tardaran en tildar la pregunta y al periodista de poco profesional, y que esto haya sido una gran sorpresa. Y digo curioso porque de esas preguntas saben mucho las deportistas, que est¨¢n cansadas de ver c¨®mo sus vidas privadas o cualquier tonter¨ªa no relacionada con su deporte parecen importar m¨¢s que su actividad profesional. Espero que esto sirva para que no vuelva a pasar, y para que si pasa con una mujer deportista la reacci¨®n de todos sea la misma.
El problema no es el VAR; es c¨®mo se usa. El VAR deber¨ªa solucionar situaciones conflictivas y la realidad es que hoy provoca m¨¢s de las que soluciona. Pero el problema no es del VAR como avance tecnol¨®gico, sino del uso que de ¨¦l se hace. Seguimos sin saber por qu¨¦ una mano s¨ª y otra no. El si la intenci¨®n cuenta o no, el si la decisi¨®n del ¨¢rbitro tiene m¨¢s peso en algunas situaciones o no... Y como en otras muchas cosas, la falta de conocimiento es el gran problema. Unificar criterios, compartirlos y dejarlos claros es necesario, constructivo y hasta urgente. As¨ª evitar¨ªamos las discusiones del BAR, las quejas de entrenadores y jugadores. Y la vida como ¨¢rbitro ser¨ªa menos dif¨ªcil (que no m¨¢s f¨¢cil).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.