Ale?¨¢ y el cuento de nunca acabar
Su salida como cedido al Betis es una decisi¨®n valiente, propia de un jugador con personalidad
A punto de cumplir 22 a?os, Carles Ale?¨¢ se va cedido al Betis despu¨¦s de ser titular del Bar?a contra el Alav¨¦s. Una decisi¨®n valiente, propia de un jugador con personalidad, ahora mismo confundido porque como centrocampista que es no sabe muy bien qu¨¦ papel jugar¨ªa este a?o en el equipo de Valverde. Necesita minutos, ser protagonista, y ha apostado por el club andaluz que entrena Rubi antes que por el Getafe de Bordal¨¢s. Tambi¨¦n ten¨ªa opciones de jugar en el extranjero y, naturalmente, pod¨ªa continuar en la sala de espera del Camp Nou.
Ale?¨¢ es un jugador particular a pesar de pertenecer a la escuela de La Masia. No se parece a ninguno de los volantes que han hecho fortuna en el club azulgrana ni se le advierte el perfil de los interiores din¨¢micos que hoy son admirados en Europa. Tampoco lo va a tener f¨¢cil en el Betis. La presi¨®n popular es muy fuerte y hay mucha competencia en el Villamar¨ªn. La exigencia le puede ir muy bien para acabar de definirse como jugador de alto nivel y demostrar que tiene futuro en el Barcelona.
Tambi¨¦n hubo en su d¨ªa una cierta incertidumbre con Xavi. Muchos le ve¨ªan fuera del Bar?a porque solo se lo imaginaban en el sitio de Guardiola. Incluso estuvo a punto de irse al Milan. Y si acab¨® siendo uno de los mejores centrocampistas del mundo fue por su perseverancia y tambi¨¦n por la confianza que le dieron t¨¦cnicos como Luis Aragon¨¦s, Van Gaal y Rijkaard. Xavi consigui¨® que el juego del Bar?a y el de la selecci¨®n saliera desde la posici¨®n del 8 y no del 4.
A Iniesta tampoco le result¨® f¨¢cil consolidarse en el Camp Nou. Hubo un momento en que no se sab¨ªa si era extremo o centrocampista y cada vez que se hab¨ªa elecciones en el Bernab¨¦u alg¨²n candidato le transmit¨ªa su inter¨¦s de ficharle para el Madrid. El jugador insisti¨® hasta triunfar de manera colectiva y tambi¨¦n individual con los goles que marc¨® en Stamford Bridge y Johanesburgo. Y a Sergi Roberto le ha costado Dios y ayuda hacerse un hueco en la plantilla hasta que Luis Enrique le convenci¨® de que pod¨ªa ser tambi¨¦n un buen lateral derecho.
El caso de los porteros es diferente, y m¨¢s si se trata de Vald¨¦s, seguramente el mejor del mundo en el mano a mano, como se pudo apreciar en la final de Par¨ªs. Jugaba contra los rivales y contra los descre¨ªdos de su propio club, siempre solo ante el peligro, tambi¨¦n como entrenador ¨Cya se ha visto lo que pas¨® con su destituci¨®n en el juvenil del Bar?a. Tuvieron m¨¢s suerte Busquets y Pedro porque fueron futbolistas elegidos por el entrenador m¨¢s que jugadores avalados por la Masia.
No es casualidad que su valedor fuera Guardiola. No se sabe cu¨¢l habr¨ªa sido la trayectoria del hoy t¨¦cnico del City en el Bar?a si no le hubieran visto jugar ni Rexach ni Cruyff. Hay un punto de azar en los asuntos de la cantera, pero en la mayor¨ªa de decisiones tiene mucho que ver la mirada del entrenador. Y, por otra parte, las mejores promesas no siempre llegaron a ser estrellas; alcanza con recordar a Iv¨¢n de la Pe?a. Aunque parec¨ªa destinado a ser el rey del f¨²tbol y jug¨® unos cuantos a?os a un nivel muy alto en el Camp Nou, a Lo Pelat le falt¨® continuidad y suerte, sobre todo con las lesiones, para ser el n¨²mero 1.
El escepticismo de Valverde y la timidez del Bar?a
Iv¨¢n de la Pe?a es el agente de Ale?¨¢ y seguramente han hablado sobre qu¨¦ le conven¨ªa al jugador de Matar¨®. A diferencia de c¨®mo act¨²an ¨²ltimamente muchos cadetes y juveniles ¨Cpongamos por caso al hoy intimidador Adama Traor¨¦-, Ale?¨¢ rechazo muchas ofertas cuando estaba en el Miniestadi porque estaba convencido de que llegar¨ªa al Camp Nou. Ahora, y contrariamente a lo que hicieron Xavi, Iniesta o Sergi Roberto, ha optado por la cesi¨®n, una opci¨®n elegida tambi¨¦n anteriormente por futbolistas como Oriol Busquets, Miranda, Cucurella, Rafinha.
Algunos de los cedidos regresan al Bar?a, otros van y vienen y los hay que finalmente desisten y se ganan la vida y la fama en otros equipos (Bojan, Tello, Munir, Deulofeu, Cuenca). Tambi¨¦n se cuentan aquellos que las circunstancias les han llevado a una situaci¨®n indefinida, ninguno seguramente m¨¢s a?orado que Samper. Habr¨¢ que ver qu¨¦ pasa con Ale?a. Su repto, en cualquier caso, es elogiable en un momento en que Arturo Vidal ha desafiado al club y por lo que parece Riqui Puig dif¨ªcilmente ascender¨¢ al Bar?a.
El coraje de Ale?¨¢ contrasta con el escepticismo de Valverde y la timidez del Bar?a. No basta con presumir de cantera sino que para ser consecuente conviene apostar por ella a pesar de que ahora todo el mundo est¨¢ enamorado del Liverpool, el equipo que mejor simboliza los nuevos valores: el v¨¦rtigo contra la paciencia. Llegados a tal punto, se impone preguntarse como ya han hecho otros analistas: ?son los jugadores los que hacen triunfar el estilo del Bar?a o ha sido la creencia en el estilo la que ha hecho figuras a estos jugadores?
No se trata de buscar a otro Xavi ni a otro Iniesta, porque no los hay y dif¨ªcilmente los habr¨¢, sino de asumir riesgos con Ale?¨¢ con Riqui o con Ansu Fati o con Carles P¨¦rez. Jug¨¢rsela, en definitiva, en lugar de fichar a jugadores considerados diferentes, por si acaso las cosas no funcional y as¨ª, al final, poder blasfemar de nuevo del juego del Bar?a. La directiva est¨¢ legitimada para hacer lo que quiera; simplemente es una cuesti¨®n de creer o no creer en lugar de hacer ver o aparentar, jugar al despiste, o, como se dice en catal¨¢n, hacer la puta i la Ramoneta. El cuento de nunca acabar.
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