El Liverpool de Klopp muestra su lado vulgar
Goleado por el Watford y eliminado de la Copa por el Chelsea, el l¨ªder de la Premier se debate en una crisis de identidad tras su paso por el Wanda. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles recibe al Atl¨¦tico en Anfield
Mo Salah estaba euf¨®rico en el apacible mediod¨ªa de Melwood. Bromeaba con la secretaria, intercambiaba risas con los cocineros, se hac¨ªa fotos con los visitantes y sub¨ªa y bajaba las escaleras con zancadas de dos pelda?os. Corr¨ªa la segunda semana de febrero, faltaban apenas cinco d¨ªas para que el Liverpool viajara a Madrid a medirse al Atl¨¦tico en el Metropolitano y nadie mejor que el delantero egipcio trasluc¨ªa el ambiente distendido del centro de entrenamientos del campe¨®n de Europa. Solo J¨¹rgen Klopp, recluido en sus dependencias con un colaborador, dejaba ver un moh¨ªn de preocupaci¨®n por la puerta entreabierta.
El optimismo era l¨®gico. El Liverpool hab¨ªa asegurado virtualmente su primera Liga inglesa desde 1990 tras encadenar 17 victorias seguidas en la Premier. Estaba vivo en la Copa y se preparaba para volver al campo donde levant¨® la Champions, esta vez para medirse al Atl¨¦tico, un rival que varios de sus jugadores consideraban vulnerable a la emboscada. ¡°Los equipos ingleses nos tienen muy estudiados¡±, dec¨ªa Fabinho.
Los indicios parec¨ªan favorables. Las apariencias no hac¨ªan suponer una derrota en el Wanda por 1-0. Mucho menos que el paso por Madrid le despojar¨ªa de la energ¨ªa que le caracterizaba.
Todo gran equipo se compone de virtudes expuestas y miserias soslayadas. Pocas veces la distancia fue tan tenue como en el Liverpool de Klopp, que enlaz¨® un r¨¦cord de victorias seguidas en un verdadero frenes¨ª, compiti¨® durante un a?o sin apenas cometer errores, y de repente se precipit¨® en la mediocridad. Cay¨® ante el Atl¨¦tico en Champions (1-0), se impuso en casa al West Ham (3-2) con un juego irreconocible, fue goleado en Watford (3-0) y qued¨® eliminado de la Copa, este martes ante el Chelsea en Stamford Bridge (2-0). La racha, a una semana de jugarse el pase a cuartos de la Champions en Anfield contra el Atl¨¦tico, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, compone el periodo m¨¢s desconcertante en las ¨²ltimas tres temporadas del vigente campe¨®n de Europa. Tres derrotas en cuatro partidos sucesivos, y sin marcar ning¨²n gol en esas citas, es algo que experiment¨® por ¨²ltima vez en mayo de 2018, y en situaciones m¨¢s extremas. Entonces perdi¨® contra el Chelsea en la Premier y cay¨® en Roma en la vuelta de la semifinales de la Champions y en Kiev, en la final contra el Madrid.
¡°Cometimos dos errores tremendos en defensa¡±, lament¨® Klopp este martes. ¡°Normalmente no nos hacen tantas ocasiones. Ahora debemos admitir que en los ¨²ltimos partidos hemos encajado demasiados goles [ocho en cuatro duelos]¡±.
La estad¨ªstica que mide la nitidez de las ocasiones creadas o sufridas por un equipo indica que el Liverpool construy¨® su firmeza a partir de peque?os ajustes. En la temporada 2015-16 sufri¨® 36 ocasiones claras (considerando la posici¨®n del rematador y de los defensas) y encaj¨® 50 goles. Los valores fueron progresivamente invirti¨¦ndose con los a?os. Este curso, antes de viajar a Watford, la estad¨ªstica registraba 24 ocasiones claras sufridas y apenas 17 goles recibidos. La inflexi¨®n fue consecuencia de los detalles: un punto m¨¢s de energ¨ªa en las marcas, un cent¨ªmetro de ventaja obtenido, una d¨¦cima de segundo de anticipaci¨®n. Si las incorporaciones de Van Dijk, el central, y Alisson, el portero, hicieron mucho por convertir las ocasiones adversarias en ocasiones fallidas, la predisposici¨®n agresiva del conjunto fue la contribuci¨®n m¨¢s importante.
La tensi¨®n se perdi¨® tras la derrota en el Wanda. Desde entonces, al Liverpool lo fulminaron las distracciones. El s¨¢bado, el Watford le hizo el 1-0 y el 2-0 tras dos saques de banda y una cadena de despistes. Este martes, el Chelsea le meti¨® el 1-0 tras una entrega de Fabinho a Willian al borde del ¨¢rea.
La maquinaria que parec¨ªa imparable comenz¨® a empastar piezas. Alexander-Arnold volvi¨® a mostrarse como un lateral displicente en tareas defensivas; Lovren expuso su veta m¨¢s insegura; Fabinho dio la impresi¨®n de querer gustarse m¨¢s como pasador que como protector de su zaga; Oxlade-Chamberlain dej¨® trazos del futbolista indefinido que siempre fue; Salah destac¨® m¨¢s por sus veleidades de goleador que por sus esfuerzos en el desmarque; y Man¨¦ se alej¨® de su versi¨®n hiperkin¨¦tica, aquella fiebre que le empujaba a moverse por cuatro. S¨²bitamente, el Liverpool se comport¨® como un buen equipo cualquiera y el Watford, que luchaba por no descender, le hizo tres goles sin que a cambio le replicaran con un solo tiro.
¡°Nuestra identidad es la intensidad¡±, dijo Klopp hace unos meses a la revista So Foot. ¡°Podr¨ªa teorizar y decir que jugamos al f¨²tbol como al ajedrez. Que vamos a movernos as¨ª, avanzar ah¨ª, y llegaremos de manera casi matem¨¢tica al momento en que encontramos al jugador libre en el espacio que se abre. No soy tan inteligente para ser ese entrenador que conceptualiza el f¨²tbol de un modo tan definitivo. La intensidad es nuestro modo de ser dominantes, de ser m¨¢s vivaces y animados que nuestros adversarios. Esta intensidad que tratamos de trasladar al campo es nuestra forma de ser superiores colectivamente contra equipos de calidad parecida. Corremos para recuperar la pelota si no la tenemos, y corremos para ofrecer m¨¢s alternativas de pase al jugador que conduce¡±.
La energ¨ªa al servicio de un orden elev¨® el nivel de volantes poco imaginativos hasta que vieron la luz; hizo goleadores a quienes que se perd¨ªan en florituras; y convirti¨® en estrellas a los esforzados de la ruta. James Milner y Jordan Henderson, los capitanes, los veteranos sufridos, los que ven¨ªan de padecer a?os de decepci¨®n, fueron capaces de comprender la diferencia entre la fama y la grandeza. Bajo su direcci¨®n el mensaje de Klopp llega a todos los jugadores. Sin ellos, de baja desde hace d¨ªas por problemas f¨ªsicos, la agresividad mental se disipa un poco m¨¢s. Como advirti¨® el perspicaz Klopp hace dos semanas, la v¨ªspera de perder contra el Atl¨¦tico: ¡°Si no estamos al cien por cien en todos los apartados vamos a sufrir¡±.
El Liverpool sufre una inesperada crisis de identidad. Si no la resuelve de inmediato, el Atl¨¦tico puede ahondar el problema.
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