El afilador pasa por casa

La primavera es una estaci¨®n complicada para los practicantes del ciclismo. La inestabilidad climatol¨®gica hace que tan pronto haya que llevar guantes como que, en plena ascensi¨®n, sobren pr¨¢cticamente todas las capas de ropa. Este a?o, en pleno confinamiento, se le a?ade la melancol¨ªa: estamos en el momento del a?o en el que suelen comenzar a celebrarse las principales pruebas ciclistas.

No es lo mismo, sin duda, pero la tecnolog¨ªa permite hoy rodar en una bicicleta real dentro de casa. Con la ayuda de un rodillo -los m¨¢s asequibles en relaci¨®n a calidad y precio est¨¢n pr¨¢cticamente agotados estos d¨ªas- se simula el desplazamiento en el exterior. Las personas m¨¢s ambiciosas podr¨¢n, incluso, coordinar una pantalla con su pedaleo y ascender el Tourmalet, el Angliru o el Mortirolo disfrutando del paisaje sin necesidad de salir del hogar. Otra cosa es que haya que parar de vez en cuando a descansar un rato en el sof¨¢.

Una buena alternativa para todos los que no tengan la posibilidad de adaptar la infraestructura casera o, sencillamente, sean m¨¢s dados a disfrutar del ciclismo desde un asiento normal, es la literatura. La colecci¨®n de libros El afilador (Libros de ruta), recoge art¨ªculos de escritores y periodistas amantes del ciclismo. Textos escritos desde el conocimiento, la pasi¨®n y el respeto por este deporte. Ander Izaguirre, Pedro Horrillo, Marcos Pereda o Carlos Arribas son algunas de las firmas de la colecci¨®n. El afilador, adem¨¢s de un profesional que grita su nombre por la calle preferiblemente a la hora de la siesta, es en ciclismo el momento en el que contactan las ruedas delanteras y traseras de dos bicicletas, pudiendo provocar una ca¨ªda.