Adi¨®s a El Trinche, el mejor futbolista desconocido del mundo
El argentino Tom¨¢s Carlovich, a quien Maradona dijo que fue mejor que ¨¦l, muere a los 74 a?os en un asalto callejero
La realidad nunca pudo competir con la leyenda. Lo que vemos siempre ser¨¢ mediocre en comparaci¨®n con lo que imaginamos. Por eso Tom¨¢s Felipe El Trinche Carlovich quedar¨¢ en la memoria como el mejor futbolista de todos los tiempos. No hay de ¨¦l filmaciones ni estad¨ªsticas, por lo que jugar¨¢ eternamente en la cancha de los sue?os, dentro de un relato transmitido de padres a hijos. Su tr¨¢gica muerte, asesinado para robarle una humilde bicicleta, redondea el mito de un personaje estoico, indolente y brillante. Diego Armando Maradona le dedic¨® hace tres meses una frase: ¡°Trinche, vos fuiste mejor que yo¡±. Demos por cerrado el debate.
Por supuesto, El Trinche nunca se crey¨® mejor que nadie. ¡°Diego, vos fuiste lo m¨¢s grande que vi en mi vida¡±, le respondi¨® en febrero al ¨ªdolo supremo del f¨²tbol argentino. A ese hombre singular, nacido el 19 de abril de 1946 en un barrio popular de Rosario, no le importaba ganar o perder. Lo suyo era el arte, el juego, el placer. Acud¨ªa al partido si le apetec¨ªa. Dicen que alguna vez disput¨® los 90 minutos tocando exclusivamente de tac¨®n. Tambi¨¦n dicen que su zurda no tuvo igual, que realizaba un regate llamado el doble ca?o porque le parec¨ªa m¨¢s elegante que el ca?o simple, que desde su puesto de mediocentro dominaba el mundo. Puede ser. C¨®mo discutir la leyenda. C¨®mo rebatir la fascinaci¨®n que ejerci¨® sobre personas como Marcelo Bielsa, C¨¦sar Luis Menotti, Roberto Fontanarrosa o el propio Maradona.
Vamos a los hechos demostrables. Fue hijo de un fontanero de origen croata y ¨²ltimo de siete hermanos. Se form¨® en las categor¨ªas inferiores de Rosario Central pero disput¨® un ¨²nico partido oficial con el equipo canalla, frente a Los Andes, en 1969. Entre 1972 y 1986 jug¨® con Central C¨®rdoba, en segunda o tercera divisi¨®n y con intermitencias. En 1974 se aline¨® con un grupo de futbolistas rosarinos en un amistoso frente a la selecci¨®n argentina (Kempes, Babington, Houseman, etc¨¦tera) que se preparaba para el Mundial de Alemania; al descanso, los descamisados de Rosario ganaban 3-0, con El Trinche en plena exhibici¨®n, y el seleccionador Vladislao Cap rog¨® que quitaran de la cancha a ese mediocentro que hund¨ªa la moral de sus muchachos.
En 1976, C¨¦sar Luis Menotti le convoc¨® a la selecci¨®n nacional argentina. El propio Menotti explica que El Trinche no se present¨® porque prefiri¨® irse a pescar. El Trinche dec¨ªa que no se acordaba de eso. En 1979, el modesto Andes Talleres de Godoy Cruz le invit¨® a sumarse al equipo para jugar en Mendoza contra el Milan, de gira por Am¨¦rica, y cuentan las cr¨®nicas period¨ªsticas que El Trinche volvi¨® loco a un joven defensor milanista, de 19 a?os, llamado Franco Baresi.
No entrenaba, no se somet¨ªa a ninguna disciplina, no lleg¨® al ¨¦xito profesional. ?l se explicaba as¨ª: ¡°?Qu¨¦ es llegar? Yo no tuve otra ambici¨®n que jugar al f¨²tbol. Y, sobre todo, no quise alejarme de mi barrio, de la casa de mis viejos, de estar con el Vasco Artola, uno de mis mejores amigos. Soy una persona solitaria. Me gusta estar tranquilo, no es por mala voluntad¡±.
Vivi¨® toda su vida, 74 a?os, en la misma casa donde naci¨®, en un barrio obrero de Rosario. No cerraba la puerta. La adoraci¨®n de sus vecinos le proteg¨ªa. Ni le gustaban las entrevistas ni dejaban de gustarle: lo que interesaba a los periodistas no era lo que le interesaba a ¨¦l.
El mi¨¦rcoles sali¨® de la casa de siempre sobre una bicicleta nueva, regalo de un veterano de River Plate. Rosario es la ciudad m¨¢s violenta de Argentina, por el narcotr¨¢fico y la miseria de sus barrios marginales, pero El Trinche no ten¨ªa miedo. ?Qui¨¦n pod¨ªa hacerle da?o al Trinche? Alguien pudo. Un muchacho, seg¨²n dos testigos, le golpe¨® en la cara y le derrib¨® para arrebatarle la bicicleta; al caer, la cabeza del Trinche choc¨® contra el suelo. Ya no recuper¨® el conocimiento. Fue trasladado al hospital con un derrame cerebral y el viernes, durante una operaci¨®n de urgencia para contener la hemorragia, dej¨® de respirar. Cuatro j¨®venes fueron detenidos el jueves, y liberados poco despu¨¦s porque no se pudo probar su participaci¨®n en un delito que el fiscal califica como homicidio.
La situaci¨®n es peliaguda. Si alguien es formalmente acusado de matar al Trinche, ingresar¨¢ en prisi¨®n con la marca de Ca¨ªn. Y tambi¨¦n los reclusos rosarinos adoraban a Tom¨¢s Felipe Carlovich, el hombre que pudo reinar en el f¨²tbol y prefiri¨® quedarse en el barrio.
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