San Mam¨¦s despide a Aduriz
El futbolista del Athletic dice adi¨®s con una conferencia de prensa desde el c¨¦sped de La Catedral
Aritz Aduriz se despidi¨® en el c¨¦sped de San Mam¨¦s. Ten¨ªa a su lado a todos los jugadores del equipo rojiblanco, vestidos con la camiseta del n¨²mero 20 y el apellido del goleador a la espalda; al borde del ¨¢rea se situaban los periodistas, con mascarillas, separados por la distancia reglamentaria que establece el BOE. No quer¨ªa despedirse ni dar explicaciones a trav¨¦s de Zoom, o cualquier otra plataforma multiconferencia que el teletrabajo ha descubierto, sino escuchar las preguntas de viva voz, as¨ª que desde el Athletic idearon el plan de recibirle en la intimidad, pero con luz y taqu¨ªgrafos, en la primera rueda de prensa presencial del deporte en Espa?a desde que se dict¨® el confinamiento.
Se encontr¨® con la sorpresa al acceder al campo, acompa?ado de su mujer y sus dos hijas. La peque?a, Noa, naci¨® el d¨ªa que su padre le marc¨® cinco goles al Genk y bati¨® el r¨¦cord de la Europa League. Le colocaron un taburete junto al lugar desde el que remat¨® de volea el ¨²ltimo gol de su trayectoria futbol¨ªstica, frente al Barcelona. Luego habl¨®: ¡°Hoy es un d¨ªa para estar feliz, no triste¡±, dijo, pero se emocion¨® al dar las gracias a su mujer: ¡°Nunca podr¨¦ agradec¨¦rtelo lo suficiente. Y gracias a todos los aficionados de los equipos en los que he jugado desde peque?o, y a este Athletic al que quiero tanto: lo m¨¢s duro no ser¨¢ no jugar estos once partidos ni esa tan deseada y buscada final de Copa. Lo m¨¢s duro ser¨¢ no volver a estar con esta cuadrilla. Os echar¨¦ mucho de menos. Gracias a todos por este viaje maravilloso e inolvidable¡±.
Apunt¨® Aduriz que nunca hubiera so?ado algo as¨ª. ¡°A m¨ª me gustaba el bal¨®n de peque?o, tambi¨¦n muchas otras cosas, pero no me pod¨ªa imaginar jugar siquiera un partido con la camiseta del Athletic. S¨®lo hac¨ªa lo que me gustaba. Si he llegado a los 39 a?os es porque he seguido haciendo lo que me gustaba¡±. Y reconoci¨® que tuvo que claudicar porque su cuerpo dijo basta: ¡°Al final esa pelea la llevaba luchando durante bastante tiempo, aunque pod¨ªa soportarlo. Ve¨ªa que pod¨ªa ayudar al equipo, pero despu¨¦s, este confinamiento ha sido definitivo. No ha sido una pelea equilibrada porque la balanza del cuerpo se ha desequilibrado. La cadera ha desequilibrado esa pelea¡±. La lesi¨®n le obligar¨¢ a operarse.
Se va, dice, sin nostalgia: ¡°No necesito un hueco en la gabarra. S¨®lo quiero que la saquen. S¨®lo quiero que los aficionados del Athletic lo puedan disfrutar. Eso voy a ser a partir de ahora, un aficionado m¨¢s¡±.
Enemigo de los homenajes, se conforma con su despedida a pie de campo: ¡°Esto es mucho m¨¢s de lo que creo que merec¨ªa; much¨ªsimo m¨¢s. Ni cuento lo que ser¨ªa con 50.000 personas, pero no tengo necesidad de eso. He tenido un mont¨®n de homenajes aqu¨ª, uno en cada partido que he jugado, y no siento la necesidad de que me tengan que despedir. Esto es m¨¢s de lo que nunca me hubiera imaginado. Me hubiera gustado irme con menos ruido. Le dije al club que hicieran algo lo m¨¢s sencillo posible. Estoy abrumado con todo. No ser¨¦ capaz nunca de devolver mi agradecimiento¡±.
Asegura Aduriz que no tiene que mandar ning¨²n mensaje a los que llegan por detr¨¢s: ¡°Siempre decimos que el Athletic es especial y diferente. Lo creo sinceramente; esta gente es diferente. Por encima de todo hay un nivel humano bestial, que hace que sea una cuadrilla que est¨¦ compitiendo contra el resto del mundo. Aqu¨ª hay tanta gente que entiende c¨®mo es esto que no hace falta que les diga nada a los que vengan¡±.
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