Buen t¨¦cnico, padre horrible
El extenista Guillermo P¨¦rez Rold¨¢n confiesa el maltrato f¨ªsico y mental al que le someti¨® su progenitor y entrenador
La figura del padre-entrenador es cl¨¢sica en el tenis. Los conflictos, tambi¨¦n. El ex campe¨®n argentino Guillermo P¨¦rez Rold¨¢n, que en 1988 fue el n¨²mero 13 mundial, ha revelado que su padre y entrenador, Ra¨²l P¨¦rez Rold¨¢n, le somet¨ªa a frecuentes palizas y acab¨® rob¨¢ndole todo el dinero. ¡°Habr¨ªa preferido tener un peor entrenador y un mejor padre¡±, dijo Guillermo. ¡°Son cosas familiares¡±, respondi¨® Ra¨²l.
Guillermo P¨¦rez Rold¨¢n tiene ahora 50 a?os y vive entre Chile, donde reside su esposa, e Italia, donde trabaja como entrenador de j¨®venes tenistas. Sus revelaciones al diario bonaerense...
La figura del padre-entrenador es cl¨¢sica en el tenis. Los conflictos, tambi¨¦n. El ex campe¨®n argentino Guillermo P¨¦rez Rold¨¢n, que en 1988 fue el n¨²mero 13 mundial, ha revelado que su padre y entrenador, Ra¨²l P¨¦rez Rold¨¢n, le somet¨ªa a frecuentes palizas y acab¨® rob¨¢ndole todo el dinero. ¡°Habr¨ªa preferido tener un peor entrenador y un mejor padre¡±, dijo Guillermo. ¡°Son cosas familiares¡±, respondi¨® Ra¨²l.
Guillermo P¨¦rez Rold¨¢n tiene ahora 50 a?os y vive entre Chile, donde reside su esposa, e Italia, donde trabaja como entrenador de j¨®venes tenistas. Sus revelaciones al diario bonaerense La Naci¨®n fueron inmediatamente respaldadas por Mariano Zabaleta, otro antiguo profesional que comenz¨® a jugar como juvenil a las ¨®rdenes de Ra¨²l P¨¦rez Rold¨¢n. ¡°Estaba mal de la cabeza¡±, dijo Zabaleta sobre su antiguo entrenador. Zabaleta acab¨® pagando 100.000 d¨®lares al t¨¦cnico para desvincularse de ¨¦l. ¡°Paga lo que sea, te est¨¢s sacando de encima a un demente absoluto¡±, le recomend¨® su abogado.
El relato de Ra¨²l P¨¦rez Rold¨¢n contiene pasajes terribles. Habla, por ejemplo, de ¡°perder un partido, entrar en una habitaci¨®n y que te peguen una pi?a en medio de la boca con el pu?o cerrado¡±. O ¡°que te metan la cabeza en un ba?o¡±. O ser azotado con un cintur¨®n ¡°porque dec¨ªa que no me hab¨ªa movido bien en un partido¡±. Adem¨¢s de una constante violencia verbal.
El padre del extenista hab¨ªa creado una escuela en Tandil, una ciudad en el interior de la provincia de Buenos Aires, para j¨®venes prometedores. El m¨¢s prometedor era su propio hijo, Guillermo. En la escuela de tenis estaba tambi¨¦n su hija Mariana. Pero Guillermo destac¨® con rapidez y gan¨® dos veces consecutivas (1986 y 1987) el campeonato j¨²nior de Roland Garros. ¡°Tengo que decir que fue un t¨¦cnico de la puta que lo pari¨® de bueno, pero un padre de mierda¡±, declar¨® Guillermo a La Naci¨®n. Despu¨¦s de esos ¨¦xitos tempranos, y harto de violencia, Guillermo comunic¨® a su padre que no quer¨ªa trabajar m¨¢s con ¨¦l. ¡°O te vas o no agarro m¨¢s la raqueta¡±. El tenista sigui¨® adelante sin entrenador.
La carrera de Guillermo fue breve, tambi¨¦n por su padre. En 1993 se reencontraron en G¨¦nova y viajaron en coche a Mil¨¢n para ver un partido de Zabaleta. ¡°Paramos en una estaci¨®n de servicio y fui a comprar algo para comer y a hablar por tel¨¦fono. Cuando miro afuera, dos tipos pegaban a mi viejo. Sal¨ª, pegu¨¦ dos tortazos, me puse hielo en la mano y seguimos. Al otro d¨ªa ten¨ªa la mano que parec¨ªa con elefantiasis¡±. Pese a dos operaciones, la mano de Guillermo nunca se recuper¨®. ¡°Tuve que retirarme por defender a mi viejo, que, como siempre, estaba haciendo quilombo. Fue por ver qui¨¦n estaba primero para cargar nafta, imag¨ªnate la boludez¡±.
En 1994, con 24 a?os y en v¨ªsperas de su boda, Guillermo descubri¨® que su cuenta estaba vac¨ªa. La cuenta se hab¨ªa abierto a su nombre, el de su padre y el de su madre, Liliana Sagarzazu. Para retirar fondos bastaban dos de las tres firmas. El padre y la madre se llevaron ¡°unos cuatro o cinco millones de d¨®lares¡±. El tenista debi¨® pedir prestado a su abuela para alquilar un apartamento de una habitaci¨®n.
Tras el descubrimiento, Ra¨²l P¨¦rez Rold¨¢n intent¨® convencer a su hijo de que olvidara de momento el dinero. ¡°Vos te lo vas a gastar, yo te lo voy a cuidar¡±, argument¨®. El hijo propuso repartirlo al 50%, pero el padre se neg¨®. A?os despu¨¦s, Ra¨²l P¨¦rez Rold¨¢n acudi¨® a la segunda boda de su hijo, le pidi¨® perd¨®n y le prometi¨® arreglar los desacuerdos financieros. ¡°Volv¨ª a confiar y de nuevo tuve un pu?alazo por la espalda¡±, explic¨® Guillermo.
Ra¨²l P¨¦rez Rold¨¢n rompi¨® su silencio unos d¨ªas despu¨¦s de las declaraciones de su hijo. ¡°No voy a dar ninguna opini¨®n, son cosas familiares, para arreglarlas internamente¡±. El padre reconoci¨® que no hab¨ªa telefoneado a Guillermo tras conocerse su relato y que llevaban tiempo sin hablarse. ¡°Nos juntaremos a hablar en alguna oportunidad¡±, dijo.