Muguruza: ¡°No estaba preparada para este gran vac¨ªo¡±
La tenista escribe una profunda carta en la revista ¡®Vogue¡¯, en la que transmite sus inquietudes m¨¢s personales y dice vivir rodeada de un mundo superficial con el que no se siente identificada
Como a todos y todas las dem¨¢s, el estallido de la pandemia le cogi¨® a Garbi?e Muguruza a contrapi¨¦. ¡°Mi m¨¢nager [Olivier van Lindonk] me dijo que los organizadores de Indian Wells estaban teniendo una reuni¨®n urgente sobre la posible cancelaci¨®n del torneo por un caso de coronavirus en una ciudad cercana. Yo pens¨¦ que era imposible, pero ocurri¨®. Y me qued¨¦ blanca¡¡±, relata la tenista, de 26 a?os, a trav¨¦s de una carta en la revista Vogue en la que explica c¨®mo est¨¢ viviendo el confinamiento y la transformaci¨®n del mundo.
Muguruza, campeona de Roland Garros (2016) y Wimbledon (2017), hace un profundo ejercicio introspectivo y escribe en primera persona desde Ginebra, adonde aterriz¨® despu¨¦s de coger un avi¨®n a la carrera desde los Estados Unidos, antes de que Donald Trump cerrase las fronteras y cortase el tr¨¢fico a¨¦reo. Entonces, antes del colapso, el curso pintaba muy bien para ella. Hab¨ªa sido finalista en Australia, primer grande de la temporada, y dec¨ªa tener verdaderas ganas de hacer algo importante otra vez. Quer¨ªa reverdecer los buenos tiempos y para ello se hab¨ªa aliado de nuevo con Conchita Mart¨ªnez.
Medios, c¨¢maras, gente interesada... Eso es vac¨ªo, soledad, placeres ef¨ªmeros
Sin embargo, la vida hizo stop. En seco. ¡°Y nos ha puesto en nuestro sitio¡±, escribe en un texto que va mucho m¨¢s all¨¢ del tenis y en el que mira a su interior, despu¨¦s de un trastoque radical para una mujer que lleva toda una vida de un lado a otro, raqueta en mano. ¡°Mis maletas llevan m¨¢s de dos meses en casa y, para mi sorpresa, no tengo prisa por rehacerlas¡±, dice. Y es que hac¨ªa siete a?os, 2013, cuando tuvo que operarse del tobillo derecho, que Muguruza no estaba parada en un mismo sitio durante tanto tiempo.
¡°No estaba preparada, sobre todo para el gran vac¨ªo que he sentido al no poder hacer lo que mejor s¨¦: jugar al tenis¡±, prosigue. Entonces, ?qu¨¦ hacer? ¡°Desde los tres a?os, he vivido por y para un ¨²nico objetivo. Cuando todo eso desaparece por fuerza mayor, la vida te da un codazo y te dice: ¡°Eh, hay muchas m¨¢s cosas que el tenis, quiz¨¢s sea un buen momento para que te prepares para cuando ese d¨ªa llegue. Para cuando tengas que colgar la raqueta¡±, contin¨²a.
Rebobina la deportista hacia sus ra¨ªces. Por sus venas corre sangre espa?ola, vasca y latina. ¡°Represento una mezcla de culturas all¨¢ donde voy. Me siento de todo, menos de un sitio. Soy ciudadana del mundo¡±, explica la exn¨²mero uno ¨Clo fue del 11 de septiembre de 2017 al 8 de octubre de ese a?o¨C, que describe la ascensi¨®n al Kilimanjaro que hizo a finales del a?o pasado como el episodio m¨¢s duro de su vida. Una vida que, en buena medida, no termina de satisfacerle del todo. ¡°La mayor¨ªa del tiempo estoy rodeada de un mundo superficial: medios de comunicaci¨®n, c¨¢maras, gente interesada o la famosa sociedad donde lo m¨¢s importante es el Bentley que tienes. No me siento identificada con ese mundo, es vac¨ªo, es soledad, placeres ef¨ªmeros¡±, dice.
Mantener la naturalidad puede ser un reto cuando ves que algunos solo est¨¢n esperando un desliz
Muguruza se descubre y cuenta que siempre le gust¨® escribir, que es cabezota, aventurera ¨Cle gustar¨ªa participar en una de las expediciones de National Geographic¨C e impulsiva; que su afici¨®n por la moda tal vez le lleve a aprender de costura y que su profesi¨®n le ha convertido en una ¡°mujer libre¡±. Tambi¨¦n, que siente una conexi¨®n especial con ?frica y que la cuarentena le ha permitido retomar los estudios y hacer cuatro cursos: ¡°Dos de nutrici¨®n y salud, de la Universidad de Stanford; uno de psicolog¨ªa, de la Universidad John Hopkins; y uno de ciencia del ejercicio, por la Universidad de Colorado¡±.
La tenista ha pasado la mayor parte de su vida en Barcelona, hasta que traslad¨® su residencia a Suiza hace cuatro a?os. Hija de un empresario de Azkoitia y de madre venezolana, es la menor de tres hermanos (Igor y Asier tambi¨¦n iban para jugadores profesionales) y dice que, pese a todo, tratar¨¢ de ser siempre la misma, Garbi?e hasta el final: ¡°Mantener la naturalidad puede ser un reto cuando ves que algunos solo est¨¢n esperando un desliz. No hay que perder la esencia, quien t¨² eres, porque para bien, o a veces para mal, esa eres t¨². Hay que cultivar la personalidad y, sobre todo, tu car¨¢cter¡±.
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