El Granada disfruta en Mendizorroza
El Alav¨¦s es incapaz de hincarle el diente al conjunto andaluz, muy c¨®modo tras el 0-1
No pasaba nada hasta que pas¨®. Discurr¨ªa pastue?o el partido en Mendizorroza, con dos equipos mansos, que intentaban no perder antes que ganar. No se aburr¨ªa el p¨²blico porque no hab¨ªa, pero tal vez se escap¨® alg¨²n bostezo indetectable debajo de las mascarillas de los suplentes desperdigados por la grada.
As¨ª andaban, hasta que en una de estas, mediada la primera parte, cuando los entrenadores segu¨ªan pidiendo calma y los porteros empezaban a preguntarse, por tener algo en qu¨¦ pensar, a qu¨¦ huelen las nubes, que al Granada le dio por arrancarse en el centro de la medular para que Soldado, a trompicones, pudiera jugar a la izquierda, donde recibi¨® Puertas, que dispar¨® con tino un bal¨®n endiablado, al que Roberto vol¨® para despejar como pudo. Pero, fatalidad para el guardameta, el rechace se qued¨® a los pies de Anto?¨ªn, en su segunda titularidad desde que hizo el camino de M¨¢laga a Granada ¨Cno consta si se detuvo en Loja a comprar unos roscos¨C, que a la segunda, anot¨® para su equipo.
Entonces al Alav¨¦s le entr¨® un poco de pelusa. Envidia al observar lo bien que se les pon¨ªa la cosa a sus rivales, y la situaci¨®n inc¨®moda en la que se colocaban ellos, as¨ª que dieron un paso al frente, como cuando en las pel¨ªculas b¨¦licas piden voluntarios, y se ofrecieron todos, as¨ª que enseguida respondi¨® el central Magall¨¢n en un remate que, incomprensiblemente, se march¨® desviado y despu¨¦s Joselu con un taconazo hacia su socio Lucas, que estrell¨® la pelota en el poste.
Se anim¨® el Alav¨¦s y antes del descanso tuvo sus opciones, pero se oli¨® Diego Mart¨ªnez que las cosas pod¨ªan seguir igual tras la pausa, as¨ª que reforz¨® la banda con Mach¨ªs, y la precauci¨®n se convirti¨® en un regalo, porque el jugador venezolano capitane¨® un contragolpe de libro junto al experto Soldado, que fue quien culmin¨® la acci¨®n con un disparo seco, el segundo gol del Granada, y la puerta abierta a una panoplia de oportunidades atacantes. El equipo andaluz se sinti¨® muy c¨®modo desde ese instante, mientras al Alav¨¦s le ca¨ªa encima la niebla. Con el marcador favorable, las se?as de identidad granadinas se hicieron m¨¢s marcadas, y daba la sensaci¨®n de que disfrutaban los rojiblancos sobre el c¨¦sped. Inquietaron los visitantes en las contras mientras el Alav¨¦s padec¨ªa las imprecisiones de medio campo hacia delante y no tuvo ninguna opci¨®n en toda la segunda mitad, que sin demasiado esfuerzo, fue del Granada.
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