La catarsis de Azarenka
La bielorrusa, exn¨²mero uno hace siete a?os y que medita en la pista, resurge tras plantearse la retirada y afronta en la final a Osaka al tumbar a Williams: ¡°Perder mucho es lo mejor que me ha podido pasar¡±
Aunque enfrente viene un tornado que la atrapa y la sacude durante un set en el que a su cuerpo le ha costado escapar del agarrotamiento, Victoria Azarenka sonr¨ªe, se anima, relativiza. Ni rastro de tensi¨®n, o al menos no m¨¢s de la necesaria. Serena Williams le ha vapuleado durante algo m¨¢s de media hora y la semifinal parece ir encaminada hacia un solo destino, hasta que poco a poco, puntada a puntada, la bielorrusa va transformando la din¨¢mica del duelo y es la estadounidense la que no puede seguir el ritmo, se...
Aunque enfrente viene un tornado que la atrapa y la sacude durante un set en el que a su cuerpo le ha costado escapar del agarrotamiento, Victoria Azarenka sonr¨ªe, se anima, relativiza. Ni rastro de tensi¨®n, o al menos no m¨¢s de la necesaria. Serena Williams le ha vapuleado durante algo m¨¢s de media hora y la semifinal parece ir encaminada hacia un solo destino, hasta que poco a poco, puntada a puntada, la bielorrusa va transformando la din¨¢mica del duelo y es la estadounidense la que no puede seguir el ritmo, se ahoga y aprovecha una pausa m¨¦dica por un dolor en el tobillo para coger el aire que le falta.
En ese instante, la realizaci¨®n televisiva enfoca de manera oportuna a Victoria Azarenka, que ya ha igualado el partido y sigue peloteando como Muhammad Ali revoloteaba sobre el otro p¨²gil: pim-pam, pim-pam. Cadencia, golpes sofisticados, certeros, aparentemente livianos pero en el fondo demoledores. Ko t¨¦cnico. La bielorrusa, con las piernas entrecruzadas sobre la silla y con los ojos cerrados, medita los siete u ocho minutos que dura la interrupci¨®n, como si all¨ª no pasara nada y en lugar de estar en la Arthur Ashe, jug¨¢ndose el acceso a la final de un grande siete a?os despu¨¦s, estuviera en lo alto de un acantilado y divisando el mar, purific¨¢ndose.
Y algo de esto tiene su historia, que arranca con una ascensi¨®n abrupta cuando era una veintea?era -dos Open de Australia, 2012 y 2013, y la defensa del n¨²mero uno durante 51 semanas- y se adentra luego en pasajes de sombras, descenso y decepciones. ¡°He pensado en la retirada varias veces¡±, dec¨ªa despu¨¦s de remontar (1-6, 6-3 y 6-3) y desembarcar en la final femenina del s¨¢bado (22.00, Eurosport); ¡°en enero no sab¨ªa si volver¨ªa a jugar, pero finalmente decid¨ª intentarlo por ¨²ltima vez¡±. Continu¨®, una ¨²ltima bala, y ahora la catarsis.
Llega esta tras dos cursos oscuros, de resultados discretos y salpicados de lesiones. Sin continuidad ¡ª17 triunfos y 12 derrotas en 2018, y 22-18 el a?o pasado¡ª, todo comenz¨® a cambiar cuando contact¨®, precisamente, con el entrenador de Serena, el franc¨¦s Patrick Mouratoglou. El reconocido t¨¦cnico dise?¨® una innovadora pretemporada en noviembre en Boca Rat¨®n, al sur de Florida, y la invit¨®. Entonces, Azarenka hizo un reset. Por recomendaci¨®n del galo incorpor¨® un t¨¦cnico desconocido, Dorian Descloix, y al preparador f¨ªsico Francis Bougy.
La teor¨ªa de la Neutralidad
A partir de ah¨ª, su recrecimiento fue exponencial. Compiti¨® ¨²nicamente en Monterrey y Lexington, pero su evoluci¨®n f¨ªsica y an¨ªmica se dispar¨®. Hasta hoy. ¡°Perder muchos partidos fue lo mejor que me pudo pasar¡±, coment¨®. ¡°Cuando te conviertes en la n¨²mero uno puedes llegar a creerte que eres invencible y la mejor, pero no es cierto. Tu ego empieza a crecer y ah¨ª puedes hacerte da?o¡±, prosigui¨®.
¡°Y en lugar de echar abajo mi ego, yo intent¨¦ aprender y darme cuenta de las cosas, que por ser una tenista no eres mejor que nadie y sigues siendo humana. Lo mejor que puedes hacer es intentar ser la mejor versi¨®n de ti misma y mejorar. Y no hablo de mejorar como jugadora, sino como persona. Lo hago por m¨ª, por mi hijo¡±, prolong¨®. Cita la Azarenka madre a su hijo Leo, por cuya custodia litig¨® durante dos largos a?os con su expareja, en un tira y afloja desagradable que termin¨® pas¨¢ndole factura personal y profesional.
Sin embargo, la intervenci¨®n de Mouratoglou y el volantazo de Boca Rat¨®n han devuelto a una formidable jugadora que juega con alegr¨ªa y sin complejos. Preguntada por su actitud y la constante buena disposici¨®n, incluso cuando Serena le hab¨ªa dado la tunda inicial, Azarenka, que desde hace un tiempo ha recurrido al concepto psicoanal¨ªtico de la Neutralidad, expres¨®: ¡°No es positivismo lo que me lleva a estar m¨¢s serena en la pista, sino el tener una mentalidad neutral, tener el pensamiento en lo que est¨¢s haciendo y persistir. Es un trabajo dif¨ªcil y constante, pero siento que he aprendido mucho¡±.
¡°En la final me divertir¨¦, pero ella [Naomi Osaka, 7-6, 3-6 y 6-3] tambi¨¦n es muy poderosa. Las dos buscamos nuestro tercer major. Ser¨¢ divertido¡±, zanj¨® con una sonrisa de oreja a oreja la 27? del mundo, que saldr¨¢ de Nueva York entre las quince mejores del circuito y en el cara a cara con la nipona va en desventaja (1-2), aunque la ¨²nica vez que se retaron sobre r¨¢pida sali¨® airosa; ¡°estoy muy orgullosa de m¨ª misma por haber asumido el desaf¨ªo de perder, darle la vuelta y ser mejor¡±.