La relaci¨®n entre Vicente del Bosque (Salamanca, 69 a?os) e Iker Casillas (M¨®stoles, 39 a?os) es semejante a la de un padre y un hijo. El tutor-t¨¦cnico adopt¨® al ni?o-futbolista en 1990, cuando iba a cumplir nueve a?os, en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, y con breves par¨¦ntesis convivieron juntos hasta 2016. Entonces Iker, ya doctorado cum laude, tuvo que decir adi¨®s a la selecci¨®n. Desde esa Eurocopa se hab¨ªan visto, pero no se hab¨ªan encontrado. Nunca hab¨ªan hablado mir¨¢ndose a los ojos del desencuentro provocado por la suplencia del portero. Alg¨²n d¨ªa ten¨ªa que ser y fue el jueves con EL PA?S como testigo. Mano a mano. Los dos solos. Buen tono. Ambiente entra?able. Admiraci¨®n mutua. Complicidad.

Vicente del Bosque. Te veo en forma Iker, ?c¨®mo est¨¢s? ?Sara, los ni?os...?

Iker Casillas. Bien, m¨ªster. Tras un a?o y medio [del infarto] me voy encontrando con el Iker que era antes. Los aires de Portugal, cerca de Salamanca, su tierra, son buenos. Sara, tambi¨¦n muy bien, y los ni?os en el cole.

D. B. Estoy emocionado de estar contigo. Fueron muchos a?os juntos. Llegaste al Madrid en 1990 y en 1999 al primer equipo.

I. C. Ten¨ªa apenas nueve a?os. Llegu¨¦ al torneo social donde los jugadores del primer equipo daban nombre a los equipos. Fui a una prueba en septiembre. Jugamos un partido y nos dijeron que esper¨¢ramos a enero del 91, que comenzaba el torneo social. Antonio Mezquita, un entra?able t¨¦cnico de la casa, hizo una preselecci¨®n para el torneo de Meudon, en Par¨ªs. Perdimos la final contra el Benfica a los penaltis. Ah¨ª empez¨® todo. Aquel Madrid que conoce usted mejor que yo era muy familiar. Como club no tendr¨ªa la grandeza de ahora, pero era una familia.

D. B. Has conocido la pobreza de entonces, esa Ciudad Deportiva con todas sus carencias, y tambi¨¦n el Madrid de la abundancia, Valdebebas, los gal¨¢cticos...

I. C. A cualquier cr¨ªo de hoy que le digas que jug¨¢bamos en campos de tierra no se lo va a creer. Ahora todos se entrenan en c¨¦sped artificial, h¨ªbridos¡­

D. B. ?En el club hay un antes y un despu¨¦s desde que desapareci¨® la Ciudad Deportiva?

I. C. Me dio pena. Cada vez que veo las cuatro torres, ahora casi cinco, me entra nostalgia. Pero todo ha ido a mejor y ha evolucionado para que los cr¨ªos tengan mejores condiciones. Yo de aquella Ciudad Deportiva, adem¨¢s de usted, claro, me acuerdo de Don Alfredo [Di St¨¦fano] y de Camacho. Cuando falleci¨® Juanito estaba en el infantil A. Pas¨¦ casi todas las categor¨ªas de dos en dos. Tengo tan buena memoria porque no quiero que se me olvide eso. Se me puede olvidar el d¨ªa a d¨ªa, pero no mi infancia. Lucho por ello.

D. B. Has sido un afortunado y es bueno que no se te olvide. Los ni?os tienen que tener sue?os...

I. C. Es lo que los chicos tienen que entender. La realidad no es que un jugador gane una Champions o un Mundial. Yo soy un privilegiado. Tienes que ser bueno, tener suerte y yo la tuve en momentos puntuales. Incluso alguna vez a usted no le gust¨® que subiera tan deprisa¡­

D. B. No quer¨ªamos que subierais a un equipo de mayor categor¨ªa y no jugarais. En mi puesto era bueno ser conservador, pero tambi¨¦n tener ese punto para romper el proceso l¨®gico que rompisteis t¨², Ra¨²l, Guti¡­ Hab¨ªa que ser arriesgados con los que ten¨ªais talento para jugar m¨¢s arriba. Dimos pasos adelante. No seas malo, hombre¡­

I. C. No me quejo, lo cuento. Tambi¨¦n me daba verg¨¹enza entrenarme y jugar con compa?eros tres y cuatro a?os mayores.

D. B. Hay que destacar el esfuerzo de las familias. Tu padre te llevaba todos los d¨ªas. Era un seguimiento silencioso. Te proteg¨ªan desde el silencio. Creo que no habl¨¦ nunca con tu padre.

I. C. No eran las mismas carreteras, ni los mismos transportes. Eso es lo que la gente no ve. Ve todo lo que he ganado, pero no que durante ocho a?os mi padre cog¨ªa el coche y me llevaba desde M¨®stoles. Y nunca se meti¨® en nada. No quiero que suene prepotente, a mi padre todos los entrenadores le dec¨ªan que era bueno, que iba a llegar a ser portero del Madrid. ?l sab¨ªa que era bueno, pero no quer¨ªa que me confundiera. Era m¨¢s estricto, puede ser porque era Guardia Civil. Me ten¨ªa a raya. Siempre he convivido con el elogio.

D. B. En 21 a?os que hemos estado juntos ha habido de todo. Muchas cosas buen¨ªsimas, pero quiero afrontar las malas tambi¨¦n con naturalidad. Una fue en el curso 2001-02, cuando ponemos a C¨¦sar¡­

I. C. Eso fue cuando Fernando [Hierro] y usted se alinean para quitarme...

D. B. No, no¡­ No es verdad, no es verdad.

I. C. M¨ªster, no se ponga tan serio, estoy de broma... Pero no solo fue esa temporada, la anterior tampoco jugu¨¦ los ¨²ltimos meses y jug¨® C¨¦sar. Ganamos la Liga. Cada a?o me tocaba algo¡­

D. B. Dentro de lo malo que fuera romper tu ritmo, siempre hay cosas buenas. No es disculparme. No estamos aqu¨ª para ello.

I. C. Que no m¨ªster, que no¡­ Siempre viv¨ª con la competencia. Con C¨¦sar me llevaba bien. Fue clave que estuvi¨¦ramos juntos, aunque tambi¨¦n era pu?etero, y se lo he dicho a ¨¦l [sonr¨ªe].

D. B. Esos cuatro a?os en el Madrid fueron fant¨¢sticos.

I. C. En cuatro a?os ganamos nueve t¨ªtulos.

D. B. Cambiemos a la selecci¨®n. Has sido important¨ªsimo, con paradas que nos ayudaron a ganar todo lo que ganamos.

I. C. Hemos formado parte de algo que es muy dif¨ªcil que se vuelva a repetir. No imagin¨¢bamos que pod¨ªa ser tan bonito. Pero es que ten¨ªamos un buen equipo y un grupo sensacional.

D. B. Ten¨ªamos una tendencia ganadora extraordinaria y se rompi¨® la fatalidad anterior que estaba instalada en la selecci¨®n.

I. C. Dimos la vuelta a nuestra propia situaci¨®n. Hasta entonces ve¨ªamos con mucho respeto a las dem¨¢s selecciones. Pasamos de tener miedo a que los rivales nos lo tuvieran. Cuando jugaban contra nosotros sab¨ªan que pod¨ªan hacer el rid¨ªculo.

D. B. En medio de tu carrera sufres una situaci¨®n delicada con una facci¨®n del madridismo, impulsada o alentada por el entrenador [Mourinho]. Era muy doloroso para cualquier madridista que un chaval como t¨² salido de la cantera fuera criticado por una parte del madridismo, no toda, por supuesto. Para m¨ª fue tan incre¨ªble como doloroso.

I. C. Fue una parte m¨ªnima del madridismo m¨¢s joven y voraz. No lo entend¨ªa. En lugar de pensar que el resto me aplaud¨ªa y estaba orgulloso de m¨ª... Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que toda esa gente que me criticaba lo puede seguir haciendo, pero hay otra que te sigue idolatrando y me quiere m¨¢s todav¨ªa por todo lo que ha pasado. Si miro atr¨¢s no tengo por qu¨¦ pedir perd¨®n. Est¨¢ olvidado. Despu¨¦s de lo que me pas¨® hace a?o y medio lo veo como una an¨¦cdota.

D. B. ?Relativizas tambi¨¦n que en 2016 tom¨¢ramos la decisi¨®n, buena o mala, de que no jugaras la Eurocopa?

I. C. Se pone usted tan serio m¨ªster¡­ Eso lo hablamos despu¨¦s sin las c¨¢maras, ja, ja, ja.

D. B. No, lo hablamos ahora. La figura de los tres porteros en la selecci¨®n fue extraordinaria.

I. C. Resalto a V¨ªctor [Vald¨¦s] y a Pepe [Reina]. Yo jugaba y disfrutaba m¨¢s. Ellos conmigo se portaron bien. V¨ªctor era un chico introvertido que poco a poco te iba dando confianza. Un profesional de 10.

D. B. En 2014, seguimos con los mismos porque estabais a un m¨¢ximo nivel. En el descanso del d¨ªa de Holanda [1-5 en el Mundial de Brasil] fue de las pocas veces que hablaste para levantar el ¨¢nimo.

I. C. No daba cr¨¦dito. No pod¨ªamos tener ese final, fue demasiado cruel para nuestra generaci¨®n. Perder dos partidos y quedarnos all¨ª cuatro d¨ªas para jugar el tercero.

D. B. Cuatro d¨ªas ejemplares por vuestra parte, por saber aceptar la derrota.

I. C. Ejemplares s¨ª, pero lo raro fue perder esos dos primeros partidos.

D. B. Y llega 2016 con todo el mundo pidiendo cambios y desde el respeto m¨¢ximo a los que hab¨ªais estado dimos el paso a De Gea. Una decisi¨®n absolutamente deportiva. Acertada o no. Fue duro para ti, para m¨ª y para todos.

I. C. S¨ª, lo fue. Recuerdo hablar con usted, con Mi?ano, con Toni Grande [del staff de Del Bosque]. No s¨¦ si estar¨¦ equivocado, y siempre se lo he dicho con cari?o, pero a veces hay que coger al jugador y hablar con ¨¦l. ¡®Oye Iker, pasa esto¡¯. S¨ª, todos somos iguales, pero creo que me hab¨ªa ganado el respeto como para que perdiera cinco minutos conmigo y me hubiera dicho el d¨ªa anterior: ¡®Iker, que sepas que ma?ana empieza David [De Gea]. Por esto, por esto y por esto. Porque ahora es la oportunidad y el momento¡¯. Me podr¨ªa haber sentado mal o bien, seguramente me hubiera sentado mal, pero habr¨ªa tenido una explicaci¨®n y lo hubiera encajado. Pero claro, llegas all¨ª, est¨¢s compitiendo, eres el t¨ªo que m¨¢s internacionalidades lleva, el capit¨¢n, tanto tiempo con usted¡­ Y llego a la charla y me entero de que no juego. Pues me sienta mal, de verdad.

D. B. Pues mira, posiblemente fue porque siempre llev¨¦ a la m¨¢xima expresi¨®n que hay que tomar decisiones sin dar explicaciones. Si las das caes en la falsedad y siempre hemos obrado como cre¨ªamos que ten¨ªamos que obrar. Era imposible¡­ ?Qu¨¦ quieres que te hubiera dicho...? No juegas por eso, por aquello¡­ Imposible.

I. C. Los futbolistas cuando estamos jugando somos ego¨ªstas. Siempre miramos por nosotros. Es un deporte colectivo pero miras lo individual. Si miro hacia atr¨¢s, pienso que no tendr¨ªa que haber actuado igual cuando sal¨ª del Real Madrid o el d¨ªa de la selecci¨®n y haber aceptado m¨¢s el rol, el papel del veterano. Y pensar que De Gea ven¨ªa con mucha hambre, con muchas ganas y ya hab¨ªa demostrado la calidad que tiene. Pero en ese momento¡­

D. B. Lo comprendo. Fue dif¨ªcil y doloroso para nosotros tambi¨¦n. Pero lo hicimos desde el aspecto puramente deportivo. Lo mismo que en el Madrid cuando pusimos a C¨¦sar. Y no hab¨ªa nada contra ti. Al contrario. Si he tenido preferidos hab¨¦is sido los de la cantera por encima de todos.

I. C. Lo bueno es que despu¨¦s de haber tenido aquel malentendido o rifirrafe conseguimos estar hablando otra vez.

D. B. Recuerdo un tiempo en el que no jugabas en el Madrid, pero siempre ven¨ªas con nosotros, y me dijiste una frase que nunca se me olvidara: ¡®m¨ªster, conmigo cuente hasta para ser tercer portero. Yo quiero seguir viniendo a la selecci¨®n¡¯. Hasta el ¨²ltimo momento estuviste con nosotros. Por lo menos no te dejamos fuera de ninguna lista.

I. C. No tengo ninguna queja y ahora vi¨¦ndolo desde la perspectiva de 2020, cuatro a?os despu¨¦s y con 39 a?os, lo veo de otra forma.

D. B. La verdad es que has tenido un recorrido impresionante. Nunca fuiste uno m¨¢s. Siempre has sido muy importante dentro de nuestro grupo, con actuaciones que nos han dado t¨ªtulos.

I. C. No s¨¦ si estoy tocado por una varita m¨¢gica, no s¨¦ si mis cualidades han acompa?ado tambi¨¦n. Pero desde que empec¨¦ sab¨ªa que iba a llegar al primer equipo y sab¨ªa que iba a conseguir grandes cosas. Ahora es f¨¢cil decirlo, pero yo ten¨ªa esa aspiraci¨®n y esa tranquilidad de que iba a suceder.

D. B. Dicen que todo lo que sucede, conviene.

I. C. Esa es la frase que m¨¢s le he escuchado siempre. Seguro. Despu¨¦s de todo lo que me ha pasado, lo m¨¢s importante, lo m¨¢s importante, es la salud. En su momento tuve que agradecer que me pasase donde me pas¨®, que fue en el campo de f¨²tbol. ?D¨®nde iba a ser! El doctor estuvo r¨¢pido. Sal¨ª indemne. Estoy recuperado al 99%. Veo las cosas de otra manera, no como cuando antes estaba trist¨®n o abatido.

D. B. ?Queda algo de lo que tengamos que hablar?

I. C. ?Alguna cosa? No, ya hemos hablado de cuando me limpi¨® de la porter¨ªa, en la selecci¨®n y en el Madrid. Me peg¨® una fumada de narices¡­

D. B. Fue una fumada temporal. Tambi¨¦n hay que tener consideraci¨®n con los dem¨¢s¡­

I. C. El primer a?o que me cambi¨®, dije ¡®bueno, me viene bien, tengo 20 a?os y as¨ª aprendo¡¯. El segundo a?o me volvi¨® a hacer lo mismo y ya dije, ¡®bueno esto ya¡­ Esto se convierte en una rutina. Voy a tener que buscarme alguna soluci¨®n¡­¡¯.

D. B. Yo no era muy mani¨¢tico ni de supersticiones. He sabido escuchar. Los jugadores deb¨¦is de ser inspiradores del entrenador, pero hasta un punto. Ese punto debe saberlo el entrenador. Esa es la frontera. No es lo mismo decir m¨ªster es que si jugamos as¨ª o as¨ª...'. Alguna cosa que le pueda venir bien al jugador, pero nunca que tenga que jugar fulano o mengano. Eso ya no. Eso no es tolerable. Si haces algo que te haya dicho un jugador no puedes entrar al d¨ªa siguiente en el vestuario. Te da verg¨¹enza. A m¨ª por lo menos.

I. C. La verdad es que lo hemos pasado bien. Y si me tengo que quedar con una etapa bonita en la que disfrut¨¦ de todo fue de 1999 a 2003. Esos cuatro a?os con usted en el Real Madrid eran al principio de mi carrera, pero fueron los que m¨¢s disfrut¨¦.

D. B. Te has olvidado de ser presidente de la Federaci¨®n Espa?ola.

I. C. No, no. Pero no era el momento.

¡°Puyi ten¨ªa ganas de darme dos leches, y yo a ¨¦l¡±

Entre abril y mayo de 2011 se desat¨® la tormenta de todas las tormentas en el f¨²tbol espa?ol. Real Madrid y Barcelona se retaron cuatro veces en 18 d¨ªas, con la Liga, una final de Copa y las semifinales de la Champions en juego. Con Jos¨¦ Mourinho en combusti¨®n, tanto cl¨¢sico en la hoguera acab¨® por enturbiar las relaciones entre los internacionales, hasta entonces fluida por la convivencia de algunos de los pretorianos de cada bando desde las categor¨ªas inferiores, caso de Iker Casillas y Xavi Hern¨¢ndez. Dos amigos de toda la vida ¡ªcampeones del mundo sub-20 en Nigeria 99¡ª que tuvieron que sofocar la hoguera antes de que fuera demasiado tarde. En el bando madridista no todas las facciones aplaudieron el papel conciliador del capit¨¢n Casillas.

Del Bosque. Hay un asunto que no hemos tocado. El momento de aquellos enfrentamientos entre Real Madrid y Barcelona en 2011 y ese engorro que se nos prepar¨® en la selecci¨®n entre los jugadores de uno y otro equipo¡­

Iker Casillas. No est¨¢bamos preparados para aquellos cuatro partidos en tan poco espacio de tiempo. Nos jug¨¢bamos mucho. Esos cuatro partidos marcaron el f¨²tbol espa?ol y todo lo que nos rodeaba. Lleg¨® a tener una magnitud pol¨ªtica. Si ganaba el Barcelona era como si Catalu?a estuviera por encima de Madrid.

D. B. Pero en la selecci¨®n nunca hemos tenido conflictos con las camisetas. O por nacer en Madrid o por nacer en Catalu?a.

I. C. No, pero en los dos partidos amistosos que jugamos en 2011 la sensaci¨®n era que no se respiraba igual. El ambiente ya no era el mismo. De hecho, nosotros no est¨¢bamos bien. Nuestra relaci¨®n con Xavi, con Puyol... Entre los jugadores del Real Madrid y el Bar?a no ten¨ªamos la misma afinidad que ten¨ªamos antes. La recuperamos casi pasados ocho meses, casi un a?o despu¨¦s.

D. B. Pero salimos ilesos de aquello. Fue un hecho concreto y luego tu participaci¨®n y la de Xavi Hern¨¢ndez fue decisiva para arreglarlo.

I. C. Claro, hab¨ªa que buscar soluciones y que volviera la tranquilidad. Nos est¨¢bamos volviendo un poco ya¡­

D. B. Es que era perjudicial para vosotros individualmente. Eran episodios que no eran edificantes. Todo lo contrario de lo que ten¨ªa que ser. Vosotros, por lo que signific¨¢is, ten¨¦is que trasladar las mejores conductas y en aquellos momentos no las trasladabais.

I. C. De arreglarlo s¨ª hay que sentirse orgulloso. No hubi¨¦ramos conseguido lo que conseguimos despu¨¦s. Si no hubi¨¦semos cerrado esa situaci¨®n no hubi¨¦ramos ganado la Eurocopa de Kiev en 2012.

D. B. Yo creo que se envenen¨® el vestuario por influencias externas. No desde dentro, de verdad.

I. C. Nosotros no tuvimos la culpa, pero llevamos el conflicto hasta la selecci¨®n. En el vestuario, eso se huele. Ve¨ªamos que la relaci¨®n no era la misma. Puyi, con quien me llevo fenomenal, me lo dec¨ªa. Lleg¨® a decirme que hubo un momento en el que le daban ganas de levantarse y darme dos leches. Y yo dec¨ªa, ya est¨¢, ya lo s¨¦... Y a m¨ª tambi¨¦n¡­

D. B. Yo no me posicion¨¦ con unos u otros. Me mantuve absolutamente neutral. No le ech¨¦ la culpa a nadie de dentro. Me jacto de decir que nunca hemos mirado el color de la camiseta de los jugadores que han venido a la selecci¨®n, ni d¨®nde hab¨ªan nacido. Y eso nos dio buen resultado. Yo no he escuchado casi nunca hablar de pol¨ªtica en la selecci¨®n. Puntualmente, si acaso¡­ Puede que entre vosotros s¨ª lo hicierais, pero delante de m¨ª, pocas veces lo hicisteis.

I. C. Eso porque no se juntaba con Gerard [Piqu¨¦] por las noches. Si no¡­ Nos volv¨ªa locos.

D. B. Si hablas de Gerard, nosotros hemos estado 114 partidos y en todos los que ¨¦l ha estado la relaci¨®n ha sido fant¨¢stica en todos los sentidos. Impecable. Y, adem¨¢s, miraba por el equipo. Puso su val¨ªa y su forma de ser al servicio. No tuvimos ning¨²n problema. Ni con ¨¦l ni con ninguno.

I. C. Gerri es un buen chico. Eso es verdad, nunca hubo problemas con ninguno. Adem¨¢s, en ese vestuario si alguno en un momento determinado hubiese hecho alguna cosa, hubi¨¦ramos saltado r¨¢pido para apaciguar los ¨¢nimos y estar tranquilos.

D. B. Gracias por todo, Iker.

I. C. Un placer. Ya le he visto de formador de cantera, de entrenador, de seleccionador y ahora en su secci¨®n de EL PA?S.