Una nueva Liga se ha puesto en marcha con las connotaciones especiales obligadas por la pandemia que, sin embargo, no interfieren en algunas certezas hist¨®ricas, como que Andoni Zubizarreta (Vitoria, ?lava, 58 a?os) es el futbolista con m¨¢s partidos en el campeonato en los 91 a?os de existencia de la competici¨®n. Sus 622 encuentros seguir¨¢n vigentes durante bastante tiempo. Se antoja complicado que los jugadores en activo que se le acercan lleguen a esa cifra, simplemente por una cuesti¨®n de edad: Joaqu¨ªn (552 choques, 39 a?os), Sergio Ramos (493 duelos, con 34), Messi (485, con 33) y Ra¨²l Garc¨ªa (485, con 34).

Vicente del Bosque (Salamanca, 69 a?os) reanuda sus charlas en EL PA?S con su cita con el m¨ªtico portero vasco del Athletic, Bar?a, Valencia y la Roja. El mismo que conoce los entresijos de los despachos tras su paso por la direcci¨®n deportiva del Athletic, el Bar?a y el Marsella. Pasado, presente y futuro del f¨²tbol espa?ol en una conversaci¨®n puramente pelotera.

Del Bosque. Andoni, has llegado a jugar casi 1.000 partidos en tu carrera, 959 para ser exactos, 622 de ellos oficiales en la Liga. A eso no puede llegar nadie...

Zubizarreta. No sab¨ªa el n¨²mero exacto. Tuve la suerte de jugar en esa ¨¦poca en la que los porteros eran titulares o eran suplentes. No hab¨ªa rotaciones. Y tuve la suerte de que no sufrir pr¨¢cticamente lesiones, hasta un percance ya jugando en el Valencia, antes del Mundial 98. Entonces hab¨ªa otro concepto de lo que eran las lesiones. Yo he jugado con el hombro mal, con la rodilla mal, con una fisura de estr¨¦s, con molestias por todo el cuerpo, y creo que ahora en esas condiciones no hubiese jugado. Pero entonces prescindir del portero titular era prescindir de casi todo.

D. B. Eso ser¨ªa porque ya ten¨ªas que jugar m¨¢s con los pies y tuviste m¨¢s desgaste¡­. Con la selecci¨®n tambi¨¦n llegaste a los 126 partidos y fuiste el primero que alcanzaste los 100.

Z. S¨ª, llegu¨¦ al centenario en Erevan (Armenia). Uno siempre sue?a con llegar a esas cifras y disfrutarlo en un estadio grande, como Casillas, que los cumpli¨® en Wembley. A m¨ª me toc¨® en un estadio peque?o con sabor a otro f¨²tbol. Super¨¦ a Camacho en internacionalidades y ¨¦l gast¨® la broma de que me iban a poner un sueldo vitalicio por el r¨¦cord. La gente se lo crey¨® y no paraban de preguntarme.

D. B. A m¨ª me preguntan por lo de marqu¨¦s y siempre contesto que el pr¨®ximo sueldo por ser marqu¨¦s lo comparto con ¨¦l¡­ Vamos a la actualidad, Andoni. La temporada que comienza se presenta extra?a por todo lo que ha pasado y todav¨ªa sucede. No ha habido pretemporada, no ha habido casi fichajes, pocos amistosos, pocos entrenamientos, pero a pesar de todo tengo confianza que en el f¨²tbol espa?ol va a salir bien todo, como cuando volvi¨® la temporada pasada.

Z. Todo se ha juntado, s¨ª, y esto nos va a permitir comprobar que algunas cuestiones que nos parec¨ªan teologales en el f¨²tbol, como las cinco o seis semanas de pretemporada, la preparaci¨®n, la adaptaci¨®n de los fichajes, el marketing que necesita de caras nuevas porque la gente se cansa de lo que hay¡­ Este a?o nos encontramos que todo eso, que era lo normal, no ha existido.

D. B. Y encima en Espa?a se ha mezclado con la posible de marcha de Messi, que hubiese sido una muy mala noticia para nuestro f¨²tbol.

Z. Hay jugadores que representan mucho m¨¢s que ser un gran jugador, y Leo es de esos. Representan el juego, pero tambi¨¦n a ese jugador peque?o que tiene una especial constituci¨®n f¨ªsica, pero que construye, es capaz de hacer goles¡­

D. B. Un chico de barrio¡­

Z. Eso, un chico de barrio, que parece un chico normal convertido en el mejor jugador del mundo. La p¨¦rdida de ese jugador habr¨ªa que haberla medido desde la p¨¦rdida del futbolista en s¨ª y la p¨¦rdida para la competici¨®n, para los chavales que se fijan y quieren ser como los mejores. Tambi¨¦n habr¨ªa que haber medido lo que hubiera significado para un club tan particular como el Barcelona.

D. B. Cuando me refer¨ªa a jugador de barrio quer¨ªa decir que, a veces, a lo mejor no haya sabido ¨¦l dar la imagen absolutamente de un jugador de barrio. Eso hubiera sido pedir lo m¨¢ximo. Ser muy buen compa?ero, tener excelente comportamiento con el club, ser¨ªa para m¨ª entonces el futbolista ideal. Le pondr¨ªa en un altar.

Z. El gran problema de Leo es que es un competidor consigo mismo¡­

D. B. A veces, cuando no decimos las cosas, decimos la palabra competidor¡­

Z. Nooo, yo entiendo lo que le pasa. Todos hemos tenido esa responsabilidad. Cuando est¨¢s en el t¨²nel de vestuarios para salir a jugar, sabes qui¨¦nes son los buenos de tu equipo, con los que ganas, sobre todo en finales. En la selecci¨®n ten¨ªamos a Butrague?o, a M¨ªchel, que en los partidos importantes ten¨ªan que desequilibrar. Esa responsabilidad llevada a 15 a?os.. tienes que tener un momento de duda. Hay un d¨ªa que te miras al espejo y dices: ¡°Uff, esto no tiene que ser tan f¨¢cil¡±. Eso en Leo es dif¨ªcil de llevarlo consigo mismo.

D. B. Es dif¨ªcil, s¨ª, es dif¨ªcil hasta para el entrenador gestionar eso. Si esos grandes jugadores no se alinean un poco con el entrenador, el problema comienza a ser muy jorobado para los t¨¦cnicos.

Z. Eso depende de la generosidad del jugador con su equipo, con su entrenador. El Tata Martino, cuando estaba en el Bar?a, le dec¨ªa a Leo: ¡°Ya s¨¦ que si usted llama al presidente me echa, pero co?o, no hace falta que me lo demuestre todos los d¨ªas. Ya lo s¨¦¡±.

D. B. Ni lo ocultes ni lo exhibas.

Z. Cuando ves el documental de Michael Jordan [The last dance] y le escuchas hablar de c¨®mo vetaron entre ¨¦l, Larry Bird y compa?¨ªa a Isaiah Thomas, que era el mejor base que hab¨ªa entonces en la NBA, pero ellos decidieron que no iba al Dream Team de los Juegos del 92, ves a esos personajes competitivos en todo. No son elementos f¨¢ciles. Al final pienso que tenemos miedo, respeto a la competici¨®n. T¨² lo habr¨¢s sentido, por ejemplo, en la final del Mundial. Carlos Parreira, que fue campe¨®n del mundo con Brasil en Estados Unidos 94, nos contaba cuando estaba en el Valencia que el d¨ªa de la final ¨¦l mand¨® a toda su familia fuera de Brasil. Se hab¨ªan mudado fuera. Pens¨® que si ganaban, muy bien, pero si perd¨ªan contra Italia no sab¨ªa lo que pod¨ªa pasar. En ese l¨ªmite en el que se vive, tener una cabeza normal es muy complicado. Son gente que tienen cabezas complejas, muy dif¨ªciles de entender, aunque luego en el t¨² a t¨² son m¨¢s f¨¢ciles, pero no son f¨¢ciles de encontrarlos en el t¨² a t¨². Ellos tienen muchas barreras, muchas complicaciones.

D. B. Yo he tenido mucha suerte, mucha suerte con esos jugadores. Solo tuve un episodio con Anelka, que no era mal chico, pero fue la ¨²nica vez que tuve un problema.

Z. Esa es una de las particularidades que hab¨¦is tenido en la selecci¨®n. Me acuerdo que Ibrahimovic dec¨ªa que los jugadores nuestros Xavi, Iniesta, Vald¨¦s, Puyol o Piqu¨¦, que tuviste en la selecci¨®n, no ten¨ªan alma de estrellas, que ten¨ªan que tener m¨¢s ego, que para ser un grande, grande, hab¨ªa que potenciar el ego.

D. B. No creo que sea necesario tampoco¡­

Z. Estoy seguro de que esos jugadores ten¨ªan ese ego, pero lo pon¨ªan al servicio de sus equipos.

D. B. Y que tuvimos la suerte de que las generaciones pasadas no tuvieron.

Z. Suerte y acierto. Y tener un portero que paraba penaltis [Casillas].

D. B. Todo esto que hemos hablado ven¨ªa a cuento sobre Messi, pero ahora me gustar¨ªa que habl¨¢ramos de tu trayectoria. Tres clubes absolutamente distintos: Athletic, Barcelona y Valencia.

Z. El Athletic es mi club. El d¨ªa de la presentaci¨®n con el Bar?a lo dije aunque no s¨¦ si sent¨® bien, pero era y es la verdad. Es mi club. Cuando volv¨ª con el Olympique de Marsella como director deportivo y les eliminamos, era una sensaci¨®n rara. Aunque en realidad, yo no soy del Athletic, yo soy de Jos¨¦ ?ngel Iribar. Yo quer¨ªa ser portero y quer¨ªa ser como Iribar, y ¨¦l estaba en el Athletic. Me lo encuentro como entrenador de porteros. Entren¨¢bamos todas las tardes. Yo estaba en la mili. Com¨ªamos, habl¨¢bamos como lo estamos haciendo ahora. Le dije que quer¨ªa jugar de negro. Y ¨¦l me dijo: ¡°No. T¨² tienes que jugar de tu color. De negro jugaba yo¡±.

D. B. T¨² siempre has jugado con guantes¡­ Jos¨¦ ?ngel lleg¨® a jugar sin ellos.

Z. S¨ª, siempre con guantes. ?l jug¨® con los de lana al final. Yo compraba los guantes en Alemania cuando viaj¨¢bamos.

D. B. Antes de tu traspaso al Barcelona, el Athletic ya hab¨ªa vendido a ese club a Garay y Alexanco¡­ No fuiste el primero.

Z. S¨ª, pero mi casu¨ªstica era que yo acababa contrato y que me pod¨ªa ir gratis, sin traspaso. Sin embargo, le dije al Bar?a que se pusiera de acuerdo con el Ahtletic. Me acuerdo que Joan Gaspart me dec¨ªa que el dinero que yo quer¨ªa que le dieran al club, me lo daban a m¨ª y yo dije que no. Forc¨¦ para que le pagaran.

D. B. Demuestras el sentido de pertenencia y de fidelidad a un club.

Z. A m¨ª eso era lo que me parec¨ªa normal. Firmamos en Zaragoza y el viaje de vuelta hasta Bilbao lo hice triste. Cuando llegu¨¦ a casa no estaba contento. Iba a ganar mucho m¨¢s dinero, un contrato de ocho a?os. Yo ten¨ªa la idea, yo quer¨ªa ser el Iribar de los 80 y 90. Luego es verdad que Barcelona me dio tanto de aprender, ese sentimiento del aficionado del Bar?a con el club que se parec¨ªa en cierto modo al del aficionado del Athletic con el suyo. Despu¨¦s de vivirlo, no me arrepiento de nada. Lo volver¨ªa a hacer. Pero el primer momento fue duro. Fue cambiar de ciudad, acab¨¢bamos de tener a nuestro hijo mayor, ten¨ªa 20 d¨ªas. Un cambio muy brusco. Pero luego en Barcelona fue todo maravilloso.

D. B. El Barcelona, como club grande, ten¨ªa una filosof¨ªa distinta al Athletic, que solo viv¨ªa de su cantera.

Z. Llegu¨¦ justo despu¨¦s de la final contra el Steaua en Sevilla, que se pierde y a pesar de ello Urruti, que en paz descanse, par¨® dos penaltis. Era un momento convulso. Venables hab¨ªa pedido mi fichaje y jugu¨¦. Luego ya vino Johan Cruyff y es la historia que todo el mundo conoce.

D. B. Y luego los cuatro a?os de Valencia en los que jugaste todos los partidos de Liga. De estas tres etapas, si tuvieras que quedarte con alguna, ?con cu¨¢l ser¨ªa?

Z. Me quedo con el primer partido que jugu¨¦ con el Athletic en casa, que adem¨¢s fue en Atotxa porque San Mam¨¦s estaba en obras. El primero fue en el Calder¨®n. ?Con cu¨¢l me quedo? Te quedas con todo. Es como los hijos.

D. B. Tienes raz¨®n. A m¨ª cuando me preguntan eso siempre digo que me quedo con los 36 a?os.

Z. Al elegir, renuncias. La gente se olvida de los cuatro a?os de Valencia, pero fueron maravillosos. Ven¨ªa de perder 4-0 la final de la Champions y es un club que conf¨ªa en ti. Mis primeros seis meses fueron un desastre si analizo el nivel que yo consideraba que ten¨ªa como portero, pero supieron aguantarme y comprenderme.

D. B. Las derrotas importantes casi siempre se focalizan en los veteranos. A m¨ª me pas¨®. Los m¨¢s j¨®venes salen mejor parados.

Z. S¨ª, Johan tambi¨¦n lo utiliz¨® un poco para dispersar. Laudrup se fue al Madrid¡­

D. B. De las tres filosof¨ªas de club que aprendiste, ?cu¨¢l te ha influido m¨¢s para tu paso a director deportivo? O los entrenadores que tuviste, ?qui¨¦n te pareci¨® el m¨¢s innovador, qui¨¦n influyo m¨¢s en ti?

Z. Creo que la del Athletic. En el Bar?a aprend¨ª una idea de juego, de entrenamientos y todo lo que rodea ese club, pero en el Athletic aprend¨ª muchas cosas. De entrenadores elijo dos: Clemente y Cruyff. Javi, cuando coge el equipo, ten¨ªa 32 a?itos, acababa de dejar de jugar e inculca a un equipo la vocaci¨®n de ganar. En su primera conferencia de prensa dice que el Athletic aspira a ser campe¨®n. Yo ven¨ªa del filial y me pareci¨® algo imposible. Y, sin embargo, lo consigui¨®.

D. B. Es que a Javier hay que darle el valor que se merece. Gana dos Ligas consecutivas y una Copa.

Z. Y, adem¨¢s, si revisamos la primera Liga, la ganamos con una media de dos goles de partido. Se dec¨ªa que ¨¦ramos defensivos, pero era todo lo contrario. Hab¨ªa muchos goles de estrategia, pero era un equipo que jugaba bien al f¨²tbol. Javi le trajo al f¨²tbol algo diferente, hasta en la relaci¨®n con los medios de comunicaci¨®n. ?l quer¨ªa enviar su mensaje a sus jugadores y seguidores. Tambi¨¦n es verdad que cuando utilizas esa tipo de v¨ªa tan agresiva a veces te equivocas y cuanto te equivocas te dan.

D. B. La imagen que yo tengo de Cruyff es la de un hombre muy pr¨¢ctico, poco te¨®rico en lo te¨®rico, pero al final los jugadores que est¨¢n a sus ¨®rdenes saben qui¨¦n tienen de entrenador.

Z. Los que hemos sido jugadores sabemos que, cuando un entrenador con aureola y fama te habla, a la semana sabemos si tiene consistencia o no. Johan la ten¨ªa, pero ¨¦l hubiera sido incapaz de escribir o de definir su f¨²tbol. Seguro que no. ?l lo sent¨ªa. Johan ten¨ªa una visi¨®n del f¨²tbol totalmente diferente. Antes habl¨¢bamos de Messi, pues Cruyff ten¨ªa una personalidad muy especial. Johan no perd¨ªa nunca. En la final de la Champios que ganamos a la Sampdoria estaba Lombardo y ¨¦l mete a Juan Carlos de lateral izquierdo. A su sistema cl¨¢sico del 1-3-4-3, ¨¦l mete a otro jugador. El d¨ªa m¨¢s importante, ¨¦l no juega con su idea. No se hace trampa a s¨ª mismo. ?l sabe que el rival tiene esa baza y pasa al 1-4-3-3 sin ning¨²n problema. ?l, como es Cruyff, ¨¦l define el f¨²tbol. Y desde esa posici¨®n que parece muy grandiosa le permite llegar a hacer lo que quer¨ªa. Un d¨ªa me acuerdo que le dec¨ªa a Laudrup que pod¨ªa hacer ciertas cosas que ¨¦l hac¨ªa cuando era jugador y Michael le dijo: ¡°Es que usted era Cruyff y yo soy yo¡±.

D. B. Tengo la sensaci¨®n de que era un hombre que, como buen l¨ªder, influ¨ªa positivamente.

Z. Ten¨ªa esa visi¨®n ¨²nica. Un d¨ªa perdimos 6-2 en Zaragoza y se nos iba la Liga, que luego ganamos en Tenerife. Pensamos que nos iba a pegar una bronca de campeonato. Sin embargo, fue uno por uno dici¨¦ndoles cosas. A m¨ª, que como me hab¨ªan metido seis ya no me pod¨ªan meter m¨¢s goles en lo que quedaba de temporada. Ten¨ªa esa capacidad para amoldarse a las circunstancias.

D. B. Yo tambi¨¦n tuve un entrenador que cuando perd¨ªamos se adaptaba a las circunstancias: Boskov. Y cuando gan¨¢bamos entraba cabreado. Era el contrapeso a la victoria y a la derrota. Siempre al contrario. Cuando te quer¨ªa decir algo malo te llamaba por el apellido. Y cuando era algo cari?oso, por el nombre.

Z. Johan era¡­ tampoco duro, descarnado, digamos. Un d¨ªa perd¨ªamos 0-2 al descanso y entramos al vestuario y no dice nada. Se pone su caf¨¦. Y pasan los diez minutos y no dice nada. Son¨® el timbre para salir al campo y simplemente dijo: "Salid y arreglad lo que hab¨¦is estropeado en la primera parte¡¯.

D. B. Los silencios esos son matadores. A ver qu¨¦ dice, a ver qu¨¦ dice... y callado. Eso es tremendo. Hablando de los porteros actuales, hay uno que me recuerda mucho a ti: Courtois. Muy parecido, aunque las comparaciones siempre son odiosas. Por f¨ªsico, salidas, ocupar espacios, zurdo¡­

Z. S¨ª, tiene un estilo a m¨ª, de brazos largos. Le conozco bien, estaba en nuestra lista antes de fichar a Ter Stegen y al final fichamos al alem¨¢n. Una decisi¨®n que me dejaron a m¨ª porque se sobreentiende que de porteros entiendo yo. Y le eleg¨ª porque el portero del Bar?a est¨¢ m¨¢s exigido desde el punto de vista del juego con los pies, la movilidad, la salida del bal¨®n. Pero, aunque no lo eleg¨ª, dije que Courtois iba a ser uno de los cinco mejores porteros del mundo en breve, y ya lo es. Es otro perfil, en otra forma de jugar. Oblak es un enorme portero tambi¨¦n, pero no servir¨ªa para jugar, por ejemplo, en el Bar?a, que es el equipo m¨¢s inmaculado desde ese punto de vista. Courtois no se complica tanto la vida. Si ve una salida buena, la da en corto y, si no, busca a su delantero centro. ?l se conoce a s¨ª mismo y conoce a su equipo y a su p¨²blico, cuando lo hab¨ªa. Sabe que no tiene esa necesidad de salir jugando. En el Bar?a, si la pegas en largo tienes un murmullo, y en el Bernab¨¦u si juegas por dentro te dicen que hagas otra cosa. Es algo que tiene que ver con las culturas de juego de los equipos y es un debate muy espa?ol que, por ejemplo, en Francia no lo hay. Ni esos extremismos.

D. B. Y ya entramos en la evoluci¨®n del puesto de portero, que no es solo bueno el que para, sino el que juega un poco. No creo que sea malo, pero parece que hay una fiebre que ha entrado con el inicio del juego como casi la base para el ¨¦xito. Sin inicio del juego est¨¢s mal mirado.

Z. Inicio del juego cada vez desde m¨¢s atr¨¢s, atr¨¢s, atr¨¢s.

D. B. Atr¨¢s, atr¨¢s, aunque sea un equipo de regional porque todos creen que es la base para jugar bien.

Z. Eso me lo dice mi padre cuando va a ver al UDA, que es el equipo de Aretxabaleta: ¡°Hab¨¦is hecho mucho mal al f¨²tbol con tanto pase desde atr¨¢s¡±. All¨ª tambi¨¦n intentan jugar desde el ¨¢rea y eso es imposible. Eso solo lo pueden hacer los que lo pueden hacer. Es el caso de Ter Stegen, que lo fichamos nosotros. Siempre me hablan de su calidad, de su juego con los pies. Y yo digo que todo eso est¨¢ muy bien, pero lo m¨¢s importante es si para o no para. Una vez que para le ponemos las dem¨¢s cosas.

D. B. Mucho da?o, s¨ª se?or. Ahora los centrales se ponen dentro del ¨¢rea chica para atraer al contrario.

Z. Hay una fiebre sobre la posesi¨®n del bal¨®n, es el concepto de que, si mandas el bal¨®n largo, lo est¨¢s rifando y hay que empezar desde atr¨¢s. En la final de Copa contra el Athletic de Caparr¨®s, yo es la primera vez que he visto a un portero, Pinto, sacar hacia atr¨¢s, que ten¨ªa a Puyol y Piqu¨¦. Eso se tiene que dar en un partido determinado o una situaci¨®n determinada, pero llevarlo a todos los partidos me parece fuera de lugar. Adem¨¢s, ahora puedes sacar de puerta y no necesitas ni que el bal¨®n salga. Redunda m¨¢s en la misma cuesti¨®n.

D. B. Parece que si no lo haces est¨¢s anticuado. Los m¨¢s innovadores piensan que es una gran innovaci¨®n y los m¨¢s puristas piensan que es una deformaci¨®n.

Z. Los excesos y los defectos no son buenos. Ni vas a despejar siempre el bal¨®n ni lo vas a jugar siempre, pero s¨ª cuando tienes oportunidad de jugarlo, crear una superioridad cuando el equipo se despliega, pero eso s¨ª, el riesgo en la l¨ªnea defensiva, cero; los del medio un poco y los de arriba que arriesguen lo que quieran. Cuando marcas un gol despu¨¦s de 26 toques sale en todos los sitios, pero si hacemos la estad¨ªstica al rev¨¦s, de cu¨¢ntos goles se han recibido por insistir en esa f¨®rmula seguramente desequilibrar¨ªa la cuesti¨®n. Es todo una cuesti¨®n de riesgo. Los porteros tienen que arriesgar lo justo. Un d¨ªa se lo dije a Ter Stegen. Piensa que estoy arriba y cuando te pones a recortar me puede dar un ataque al coraz¨®n. Que ya empezamos a tener una edad.

D. B. Hay que tener dos corazones: uno cuando juega ¨¦l y otro para cuando no. ?Por qu¨¦ no has querido ser nunca entrenador?

Z. Nunca. Siempre me ha parecido lo m¨¢s dif¨ªcil.

D. B. ?S¨ª? Pero si entrenador somos cualquiera¡­

Z. No, quiz¨¢s como dec¨ªa alg¨²n compa?ero, porque siempre estaba solo con un libro leyendo. Los porteros tenemos siempre esa mentalidad solitaria. A m¨ª me gustaba la organizaci¨®n, la estructura, lo que luego he hecho.

D. B. Estuviste unos a?os tambi¨¦n dando charlas a colectivos de directivos. ?Tu especialidad cu¨¢l era?

Z. Yo hablaba de los especialistas en las organizaciones y en las empresas. Es decir, de los porteros en un equipo. Hablaba de la soledad del portero. Aunque el equipo trabaje bien siempre hay decisiones que toma uno.

D. B. En esa soledad hay que saber escuchar.

Z. S¨ª. La soledad no significa aislamiento. Pon¨ªa como ejemplo que un especialista no solo tiene que saber hacer una cosa. En el caso de los porteros, adem¨¢s de parar, jugar con los pies. Hombres multifunciones dentro de la organizaci¨®n. Lo curioso de esas charlas es que t¨² aprendes de lo que ellos te dicen. La gente piensa que nuestro mundo es distinto a todos los dem¨¢s. Nos ven lejanos, pero nuestro mundo es igual a cualquier otro. Al final somos personas y nuestras relaciones con el entrenador y el presidente se parecen a las de cualquier empresa. Ellos te cuentan sus experiencias y nosotros ponemos en valor lo que hemos hecho, que es m¨¢s que pegar a una pelota.

D. B. Un vestuario funciona bien si se establecen unas relaciones, sin eso es muy dif¨ªcil ganar. Si convences a los mejores de que ellos pueden marcar tres goles todos los partidos, pero que si no ganamos estamos muertos. Es lo que digo, que los jugadores piensen que son ellos los que mandan y al final se haga lo que t¨² quieres. El deporte en todo lo que tiene que ver con las relaciones es fant¨¢stico. Siempre digo que somos de un club, pero, en realidad, somos del f¨²tbol.

Z. Estoy de acuerdo. En las empresas hay unas jerarqu¨ªas, en el campo no. Aqu¨ª todo el mundo analiza todo desde sus ojos: unos de entrenador, otro de cr¨ªtico, otro de aficionado, pero en el campo nadie se puede esconder. Y quien se esconde se sabe. Todos hemos conocidos grandes jugadores que, en ciertas ocasiones, les costaba m¨¢s rendir. En el campo no hay ni corbata ni traje detr¨¢s del que te puedes esconder. Eso es un aprendizaje enorme.

Tres partidos como rivales

Vicente y Andoni se llevan 11 a?os. Sin embargo, sus carreras futbol¨ªsticas coincidieron tres veces sobre un terreno de juego. Las dos ¨²ltimas temporadas de la carrera de Del Bosque son las mismas en las que el Athletic con Zubi ya titular indiscutible [1982-83 y 83-84] es campe¨®n de Liga.

Es m¨¢s, el ¨²ltimo encuentro de Liga que juega el exseleccionador es, precisamente, contra el club bilba¨ªno en el Bernab¨¦u: 27-11-83. Jornada 13 y finaliza con empate (0-0). Del Bosque entra en el minuto 76 por Isidro. ¡°Y recuerdo que jugu¨¦ bien esos ¨²ltimos minutos. Desde luego no pensaba que iban a ser los ¨²ltimos de Liga. Di St¨¦fano ya no me puso m¨¢s¡±.

En los dos cursos anteriores se hab¨ªan enfrentado directamente en otras dos ocasiones. En el 81-82, victoria del Real Madrid en San Mam¨¦s (1-2) y en el 82-83, nuevo triunfo blanco en el Bernab¨¦u (2-0). Del Bosque entr¨® por Garc¨ªa Hern¨¢ndez.

Zubi regresa como columnista a EL PA?S

Andoni Zubizarreta volver¨¢ a colaborar con el diario EL PA?S, como ya hiciera durante el Mundial de Sud¨¢frica 2010 que la selecci¨®n espa?ola gan¨® precisamente con Vicente del Bosque como seleccionador. Fue durante ese torneo cuando el Barcelona le llam¨® para asumir el cargo de director deportivo, que tambi¨¦n ha desempe?ado en el Athletic y recientemente en el Olympique de Marsella.

Despu¨¦s de su experiencia en los despachos en Francia, Andoni Zubizarreta analizar¨¢ en una columna semanal la actualidad del f¨²tbol espa?ol y europeo, y los encuentros de LaLiga y de la Champions, sin perder de vista a la selecci¨®n espa?ola. ¡°El f¨²tbol da lugar para la reflexi¨®n y te ense?a tantas cosas...¡±, comenta el exportero. Zubizarreta se une al equipo de firmas deportivas de EL PA?S junto a Jorge Valdano, Santiago Segurola y Toni Nadal, entre otras.