20 a?os de la primera Copa Davis: ¡°Hubo un cambio generacional, menos envidias¡±
Los protagonistas de aquella ¡®Ensaladera¡¯ recuerdan las claves del hito en el Sant Jordi, despu¨¦s de que Espa?a hubiera perdido dos finales (1965 y 1967) y con una f¨®rmula revolucionaria en el banquillo
A las 16.56 del 10 de diciembre de 2000, recuerdan las cr¨®nicas, Juan Carlos Ferrero puso el Palau Saint Jordi patas arriba cuando incrust¨® ese passing de rev¨¦s y desbord¨® a Lleyton Hewitt para conceder el tercer punto a Espa?a en la final contra Australia, derribando as¨ª la gran muralla hist¨®rica en la Copa Davis tras las finales perdidas en 1965 y 1967. Aquel golpe puso la r¨²brica a un ¨¦xito fraguado sobre una decisi¨®n revolucionaria, con la elecci¨®n de cuatro capitanes (Javie...
A las 16.56 del 10 de diciembre de 2000, recuerdan las cr¨®nicas, Juan Carlos Ferrero puso el Palau Saint Jordi patas arriba cuando incrust¨® ese passing de rev¨¦s y desbord¨® a Lleyton Hewitt para conceder el tercer punto a Espa?a en la final contra Australia, derribando as¨ª la gran muralla hist¨®rica en la Copa Davis tras las finales perdidas en 1965 y 1967. Aquel golpe puso la r¨²brica a un ¨¦xito fraguado sobre una decisi¨®n revolucionaria, con la elecci¨®n de cuatro capitanes (Javier Duarte, la cara de aquel G-4 completado por Jos¨¦ Perlas, Juan Avenda?o y Jordi Vilar¨®), y marc¨® un punto de inflexi¨®n para el tenis espa?ol. Fue la semilla. Naci¨® un nuevo esp¨ªritu, se reforz¨® el concepto de equipo y lleg¨® la primera Ensaladera, de la que ahora se cumplen 20 a?os y relatada as¨ª por sus protagonistas.
Javier Duarte: ¡°Entr¨¦ al Ferrero-Hewitt muerto de sue?o¡±.
Fuimos los primeros, pero debemos recordar a los que abrieron camino porque el sistema antiguo [en la casa del campe¨®n y sobre la superficie que ¨¦l quer¨ªa] era muy injusto y si los Santana, Arilla, Orantes y Gisbert hubiesen jugado esas dos finales en Espa?a, las hubieran ganado. El nuestro fue un a?o de alegr¨ªas, se cre¨® un grupo muy fuerte, pensando en que se pod¨ªa ganar. Y lo del G4 supuso una revoluci¨®n. Agust¨ª [Pujol, presidente de la RFET de 1985 a 2004] fue valiente porque no era f¨¢cil hacer una apuesta as¨ª: por primera vez controlaron el equipo los entrenadores de los jugadores. ?l confi¨® en nosotros, y nosotros le garantizamos que no habr¨ªa ning¨²n altercado durante el a?o. Solamente nos pidi¨®, para poder venderlo mejor a su junta, que en vez de tres fu¨¦semos cuatro para poder incluir a un t¨¦cnico de la Federaci¨®n.
Recuerdo que, aunque hab¨ªa descansado muy bien los d¨ªas previos, la noche anterior al Ferrero-Hewitt no pude dormir ni un minuto y entr¨¦ al partido muerto de sue?o. Pero no era una cuesti¨®n de preocupaci¨®n, sino de ilusi¨®n. Estaba tan convencido de que se ganaba que los nervios no me dejaron dormir. ?Por qu¨¦ no abri¨® Corretja contra Hewitt? Fue una decisi¨®n de equipo. Aunque a Alex seguro que le molest¨®, por el ser el n¨²mero uno tanto por ranking como por nivel, se le excluye del primer partido haci¨¦ndole ver que, siendo el m¨¢s importante del equipo y si se llegase a un 2-2, le ¨ªbamos a necesitar fresco. Le dijimos que el ¨²ltimo punto iba a estar en su raqueta. Esa era la idea, pero luego sucedi¨® otra cosa y todo fue mejor, as¨ª que no hizo falta que lo hiciera.
Juan Carlos Ferrero: ¡°Fue un cambio radical, me cost¨® asimilarlo¡±.
Fue mi debut en la Copa Davis y no me imaginaba que pudiera vivir algo as¨ª, y que me ayudara de tal manera. Yo era muy joven y el jugar partidos de tanta importancia, tan pronto, me ayud¨® mucho en mi carrera. Tambi¨¦n supuso un cambio muy radical y me cost¨® asimilarlo. De repente, cuando vas a cualquier sitio todo el mundo te conoce, y no puedes estar tranquilo un solo segundo. Tuvimos mucha presi¨®n encima, as¨ª que me quedo con el alivio de haber ganado ese partido tan importante. Recuerdo esas dos semanas con much¨ªsimo cari?o y con muchos nervios. Y lo del G4 sali¨® muy bien. Los cuatro ten¨ªan mucha experiencia y sab¨ªan perfectamente contra qui¨¦n nos enfrent¨¢bamos, porque conviv¨ªan con nosotros durante todo el a?o en el circuito.
Obviamente, el poder conseguir el ¨²ltimo punto es algo dif¨ªcil de olvidar porque suele ser el m¨¢s recordado, pero fue una labor de equipo a lo largo de todo el a?o. Se aprovecharon muy bien las oportunidades que nos fueron brindando durante toda la competici¨®n y llegamos con un muy buen equipo. El jugar en tierra nos benefici¨®, aunque hacerlo en indoor no tanto, porque el que la pista estuviera un poco m¨¢s r¨¢pida de lo normal les ven¨ªa mejor a ellos. Pero, afortunadamente, conseguimos sacarlo adelante y creo que a partir de ah¨ª se instal¨® la confianza que ha ido prolong¨¢ndose hasta hoy. Fue algo muy importante para un pa¨ªs con la tradici¨®n ten¨ªstica de Espa?a, que siempre ha aportado grandes jugadores y ha obtenido muchos t¨ªtulos.
Alex Corretja: ¡°Prevaleci¨® el equipo, hubieron decisiones inc¨®modas¡±.
Para nosotros era un objetivo muy grande, un sue?o. Supon¨ªa demostrarnos a nosotros mismos que Espa?a, como pa¨ªs, pod¨ªa ser competitivo. Ten¨ªamos grand¨ªsimas individualidades que ganaban torneos importantes, Grand Slams, pero como equipo no hab¨ªa esa armon¨ªa ni est¨¢bamos conjuntados, por los motivos que fuera, especialmente a principios de los noventa. Cuando entramos nosotros a dominar el tenis espa?ol, a mediados de esa d¨¦cada, hubo un cambio generacional importante, con menos envidias y menos competitividad entre nosotros; es decir, ¨¦ramos competitivos, pero no entre nosotros. Crecimos con una muy buena base. Cuando Berasategui, Moy¨¤ o Costa llegaban a la final de Roland Garros, yo me alegraba.
Desde la primera eliminatoria estuvimos muy mentalizados de que el grupo estaba por encima de las individualidades. Prevaleci¨® el equipo y se tomaron decisiones inc¨®modas: Moy¨¤ [lesionado la mayor parte del a?o] no estuvo, Ferrero entr¨® en M¨¢laga y a Costa le dejaron fuera el primer d¨ªa; luego me dejaron a m¨ª fuera y jug¨® Costa contra Kaf¨¦lnikov, en Santander tampoco jug¨® Ferrero en el arranque¡ Se decid¨ªa en funci¨®n de los rivales. Yo, por ejemplo, jugu¨¦ individual y dobles todas las eliminatorias, pero cuando lleg¨® la final, el primer d¨ªa me dijeron que no iba a salir. Fue chocante, sufr¨ª un poco, era el ocho del mundo y le hab¨ªa ganado a Hewitt tres d¨ªas antes en Lisboa¡ pero lo entend¨ª. No quer¨ªan desgastarme por si nos la jug¨¢bamos a un cara o cruz. Fue dif¨ªcil de digerir, pero lo entend¨ª. Lo importante era ganar ese trofeo, no qui¨¦n pod¨ªa lograr el ¨²ltimo punto. Juan Carlos fue el h¨¦roe y a nosotros nos encant¨® que as¨ª fuera. Si lo hubiera sido yo, no hubiera cambiado nada. Hicimos una monta?a sobre ¨¦l¡ ?y casi le asfixiamos!
Joan Balcells: ¡°Hab¨ªa tanto ruido que no sent¨ªa la bola¡±.
Fue un grupo muy bien avenido, con un objetivo com¨²n. Al fin y al cabo, algunos nos conocemos desde que tenemos diez a?os, como en el caso de Alex y yo, aunque luego ¨¦l creci¨® deportivamente un poco m¨¢s que yo... [risas]. Yo era el 50? del mundo y en cualquier otro lado hubiera sido muy bueno, pero claro, comparado con tus compa?eros parec¨ªa que no hab¨ªas hecho nada. Uno [Ferrero] ha sido uno del mundo y gan¨® Roland Garros; el otro [Costa] tambi¨¦n lo ha ganado; y el tercero [Corretja] hab¨ªa hecho dos finales y hab¨ªa ganado el Masters¡ Yo estoy orgulloso de haber estado ah¨ª, de formar parte de esa foto tan hist¨®rica y de haber compartido esos cuatro a?os en el equipo.
En el calentamiento previo a mi partido, hab¨ªa tanto ruido y tanta gente anim¨¢ndonos que pr¨¢cticamente no se escuchaba ni el bote de la pelota. Eso hizo que durante los primeros peloteos yo no sintiera el impacto de la bola ni el bote, as¨ª tir¨¦ las tres primeras al clavo de la red... Me dije: ?Madre m¨ªa, la que me va a caer! Pero luego, desde el primer juego, e incluso desde el primer punto, todo fue muy bien y le perd¨ª un poco el respeto a la situaci¨®n. Ese a?o, sus doblistas hab¨ªan ganado tres de los cuatro Grand Slams y a priori estaba muy complicado, pero al final lo compensamos. Recuerdo que lo primero que dijeron los australianos nada m¨¢s bajar del avi¨®n es que si ten¨ªan un punto asegurado era el de dobles, pero terminaron llev¨¢ndose una cura de humildad.
Albert Costa: ¡°Guardo tierra del Sant Jordi¡±.
Fue un bombazo para el deporte espa?ol. Y no hay que olvidar que antes de llegar a esa final eliminamos a rivales muy complicados como Italia, Rusia y Estados Unidos, que son cuatro superpotencias de nuestro deporte. Eso s¨ª, tuvimos la suerte de jugar las cuatro eliminatorias en casa, y eso siempre ayuda mucho. Somos cuatro privilegiados y el orgullo de ser los primeros est¨¢ ah¨ª; al final, abrimos la lata para las generaciones que vinieron despu¨¦s. Creo que si tuvimos ¨¦xito fue porque ten¨ªamos muy claro que ¨ªbamos a remar todos en la misma direcci¨®n para conseguirlo de una vez por todas. Los capitanes consiguieron generar muy buen rollo y nos ten¨ªan a todo motivad¨ªsimos.
Alex y yo solemos re¨ªrnos porque antes del partido contra Rafter, Juanki ten¨ªa la cara blanca. Entonces ten¨ªa 20 a?os y llevaba a la espalda toda la ilusi¨®n de un pa¨ªs, as¨ª que tuvimos que ejercer de veteranos y animarle un poco. Joan quiz¨¢ no ten¨ªa tanta experiencia en partidos importantes, pero cada vez que jugaba en la Copa Davis ofrec¨ªa su mejor nivel, y eso no es nada f¨¢cil. ?Hewitt? Ten¨ªa mucha personalidad, mucha garra, y por eso le fue tan bien como le fue. Era complicado, de mal car¨¢cter, pero tambi¨¦n un gran campe¨®n. Lo tuve ah¨ª, pero al final no pude con ¨¦l. Por suerte, luego todo sali¨® bien. Guardo la camiseta oficial, aquella raqueta y tambi¨¦n tierra del Sant Jordi.