Presi¨®n adelantada, el dilema irresuelto de Valverde
Las dificultades del entrenador para desarrollar en el Bar?a un 4-3-3 que domine en campo contrario expusieron al equipo a un modelo de juego antinatural
Las transiciones de ataque a defensa y de defensa a ataque no solo definieron la revoluci¨®n del Bar?a de Guardiola entre 2008 y 2012. La organizaci¨®n de los equipos para reaccionar colectivamente, tanto a las p¨¦rdidas como a las recuperaciones del bal¨®n, marcaron los mayores avances t¨¢cticos del f¨²tbol en la ¨²ltima d¨¦cada y han sido el combustible del largo debate interno que el lunes sentenci¨® a Ernesto Valverde como entrenador del Barcelona en beneficio de Quique Seti¨¦n.
La clave, la presi¨®n. La tensi¨®n entre aquello que propuso Valverde y lo que proyectaron algunos estrategas deportivos del club matiz¨® un conflicto de posiciones ideol¨®gicas cada vez m¨¢s contrapuestas, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la secretar¨ªa t¨¦cnica. Estos intercambios se centraron desde 2017 en c¨®mo organizar al equipo cada vez que perd¨ªa la pelota. La direcci¨®n deportiva fue partidaria de hacer todo lo posible por preservar el 4-3-3 defendiendo en campo contrario. La presi¨®n adelantada, clave del juego de posesi¨®n que mejor se amolda a las caracter¨ªsticas de la gran mayor¨ªa de los futbolistas de la plantilla, deb¨ªa mantenerse hasta las ¨²ltimas consecuencias. Frente a esto, la postura de Valverde fue reticente. Desde su primera temporada, el entrenador indic¨® que resultaba impracticable realizar la presi¨®n adelantada si Messi no quer¨ªa participar en ella.
Crisis del 4-3-3. Valverde argument¨® que para desarrollar el 4-3-3 desde la ortodoxia sus tres atacantes deb¨ªan repartir su trabajo sin bal¨®n de acuerdo con la formaci¨®n del rival en el campo. As¨ª, el extremo izquierdo deb¨ªa seguir al lateral derecho rival, el nueve deb¨ªa presionar a los centrales, y el extremo derecha ¡ªnominalmente Messi¡ª deb¨ªa presionar al lateral zurdo contrario. Puesto que Messi no quer¨ªa desgastarse persiguiendo a su lateral, advirti¨® Valverde, hacer la presi¨®n alta supon¨ªa asumir el riesgo de que el equipo contrario se aprovechase de un hombre libre en la salida del bal¨®n. Como alternativa, el entrenador plante¨® formar dos l¨ªneas defensivas en un 4-4-2 parado en bloque medio.
Messi, coartada del 4-4-2. La l¨®gica de Valverde fue dif¨ªcil de cuestionar en la pizarra. Incluso los entrenadores m¨¢s convencidos de los beneficios del 4-3-3, como Juanma Lillo, reconocen que presionar arriba con uno menos es complicad¨ªsimo: ¡°Hay tres atacantes para presionar a cinco [un portero, dos centrales y dos laterales]. ?No es f¨¢cil! Intentar¨¢s que el rival salga por el lugar donde t¨² eres m¨¢s activo, no m¨¢s pasivo. Pero el rival pretender¨¢ lo contrario. Siempre se dec¨ªa que para presionar de verdad un traidor vale por mil valientes. Uno que no quiera convierte en est¨¦ril el trabajo de los dem¨¢s¡±.
En el seno del Bar?a nunca se extingui¨® la sospecha de que Valverde utilizaba la presunta pasividad de Messi como coartada para postergar el desarrollo del 4-3-3 sencillamente porque comprend¨ªa el f¨²tbol desde el patr¨®n creativo del 4-4-2 y el ataque de los espacios con Messi y Su¨¢rez al contragolpe. Despu¨¦s de todo, Valverde fue disc¨ªpulo de Clemente en el Espanyol antes que jugador del Bar?a a las ¨®rdenes de Cruyff.
Solo los resultados hicieron soportable el plan t¨¢ctico alternativo de Valverde. En la jornada 19? de la Liga 2017-18 el balance del liderato del Bar?a fue de 52 goles a favor y nueve en contra. Pero en la temporada siguiente no solo el juego comenz¨® a perder fluidez. En la jornada 19? del curso 2018-19 el balance de goles a favor y en contra reflej¨® un deterioro defensivo: 53 goles a favor y 20 en contra. Un derrumbe que, un a?o despu¨¦s, se profundiza con 49 goles a favor y 23 en contra.
Piqu¨¦ como excepci¨®n. La eliminaci¨®n prematura a manos de la Roma en cuartos de final de la Champions, en 2018, convenci¨® a algunos responsables de la estrategia deportiva del Bar?a de que el camino trazado por Valverde apenas serv¨ªa para circular por LaLiga. En su intento por persuadir a Valverde, hubo personas en el club que le explicaron insistentemente que la defensa con un 4-4-2 obligaba a los jugadores a realizar unas actividades y unos esfuerzos que los situaban en las ant¨ªpodas de su temperamento y su cultura. Salvo Piqu¨¦ ¡ªcada vez m¨¢s inseguro lejos del ¨¢rea¡ª, el plan socavaba la confianza de todos los chicos criados en La Masia. Como sentenci¨® un analista del club: ¡°A Xavi, a Iniesta o a Busquets les habr¨ªa costado jugar en Primera si solo existiera la f¨®rmula que Valverde aplic¨® en el Athletic¡±.
Jam¨¢s desatar a Busquets. Los fichajes de Griezmann y De Jong fueron la respuesta del club a la necesidad de volver a construir una identidad basada en la presi¨®n adelantada. Tras la eliminaci¨®n ante el Liverpool en la pasada Champions, los mensajes a Valverde por parte de diversos empleados vinculados a la direcci¨®n deportiva fueron inequ¨ªvocos. Si Messi quer¨ªa ahorrar energ¨ªa era preciso buscar soluciones m¨¢s atrevidas que el 4-4-2. En este sentido, se elaboraron informes que suger¨ªan dos f¨®rmulas alternativas. Primero, una bastante extendida en Europa, que trasladada al Bar?a se traducir¨ªa en presionar con un extremo ¡ªGriezmann¡ª al lateral diestro rival, emplear a Messi y a Su¨¢rez en la presi¨®n menos extenuante de los centrales, situaci¨®n que mantendr¨ªa a los dos atacantes pr¨®ximos a la porter¨ªa rival, y utilizar uno de los dos interiores ¡ªDe Jong¡ª para saltar a la presi¨®n del lateral izquierdo contrario. Esta disposici¨®n habr¨ªa obligado a Busquets a ir a presionar a uno de los interiores rivales, cosa que pod¨ªa dejar expuestos a sus centrales. Valverde hizo caso omiso. En sinton¨ªa con la escuela italiana, no quiso, bajo ning¨²n concepto, que el mediocentro se despegara de sus zagueros.
F¨®rmula Guardiola. La segunda f¨®rmula que propusieron en el club el a?o pasado fue la que utiliza Guardiola en el City para liberar a Sterling de la persecuci¨®n de su lateral. En este caso, el City presiona al lateral diestro contrario con su lateral zurdo. Importada al Bar?a, esta idea parec¨ªa realizable siempre que se afinaran mucho los tiempos. Si Messi no quer¨ªa seguir a su lateral, pod¨ªa hacerlo Semedo, o Sergi Roberto. La soluci¨®n Guardiola, si se implantaba con ¨¦xito, permitir¨ªa mantener el armaz¨®n defensivo nuclear del equipo con Busquets junto a sus centrales, a condici¨®n de que Piqu¨¦ vigilara la banda derecha.
Temeroso de que el equipo se pudiera partir, Valverde tampoco se inclin¨® por esta soluci¨®n. El Bar?a sigui¨® defendi¨¦ndose con m¨¢s repliegues que con presi¨®n adelantada. La Supercopa de Espa?a apenas fue la ¨²ltima evidencia.
El informe del Ly¨®n, premonici¨®n contra el 4-4-2
En la secretar¨ªa t¨¦cnica del Olympique de Lyon circul¨® un informe que ilustr¨® al equipo franc¨¦s que se midi¨® al Bar?a en octavos de la Champions el a?o pasado. Fue una radiograf¨ªa de los graves problemas que sufr¨ªa el equipo de Valverde para defenderse cuando, tras perder la pelota y no poder recuperarla r¨¢pido, se organizaba con dos l¨ªneas de cuatro sobre el c¨ªrculo central. Seg¨²n un t¨¦cnico que tuvo acceso al documento, el informe conclu¨ªa que si el Bar?a se med¨ªa a un rival con jugadores con una capacidad buena ¡ªni siquiera excepcional¡ª para hacer girar la pelota de banda a banda, las l¨ªneas defensivas retroced¨ªan al menos diez metros con cada ciclo. Esto supon¨ªa que bastaban poco m¨¢s de dos cambios de orientaci¨®n del juego para meter al Barcelona en su ¨¢rea. Este hundimiento, excesivo en un equipo de primer nivel, descubr¨ªa la incapacidad de los centrocampistas azulgrana para defender ordenados en un esquema de 4-4-2 en situaciones de m¨¢xima exigencia.
Nombre recurrente en las discusiones internas en el Barcelona, Sergio Busquets se convirti¨® en el paradigma de aquello que se perd¨ªa con el 4-4-2. El mediocentro, arquetipo de jugador de La Masia, brillante para ordenar al equipo en espacios reducidos y clarividente para defender hacia arriba, sucumb¨ªa si le obligaban a retroceder para marcar la raya en el mediocampo haciendo movimientos laterales sin m¨¢s esperanza que proteger a sus centrales. Un analista del Barcelona advierte de que sin especialistas adecuados, sin jugadores mental y f¨ªsicamente aptos para hacer las basculaciones, el bloque medio de Valverde no se pod¨ªa sostener. La suplencia de Busquets en el cl¨¢sico de Liga en el Camp Nou, as¨ª como su sustituci¨®n por Rakitic en plena crisis frente al Atl¨¦tico, en la pasada Supercopa, revel¨® esta debilidad.
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