Ponsarnau, la revoluci¨®n de la normalidad

El Valencia Basket comenz¨® la temporada perdiendo 13 de sus primeros 18 partidos. Ahora es semifinalista de la Copa (este s¨¢bado ante el Madrid; 18.30, Vamos) y est¨¢ instalado con solvencia en los puestos de playoffs de la Liga y la Euroliga. Entre una realidad y la otra, una crisis de la que el club y el equipo escaparon de forma revolucionaria: apostando por la normalidad y reforzando la figura y el trabajo de un hombre tranquilo, Jaume Ponsarnau (T¨¢rrega, Lleida; 48 a?os). ¡°Ten¨ªamos un plan y se trataba de perseverar para construir nuestra calidad como grupo. Eso no llega de un d¨ªa para el otro, pero lo bueno es que el equipo cre¨ªa en esto y luch¨®¡±, explica el entrenador valencianista en la v¨ªspera del duelo ante el Madrid.

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¡°Hay entrenadores que dejan su marca exigiendo con el l¨¢tigo y otros, como Jaume, que lo hacen desde la normalidad. Aqu¨ª se apost¨® por la paciencia y el trabajo y est¨¢ dando sus frutos¡±, desarrolla Fernando San Emeterio, uno de los veteranos (36 a?os) de un equipo que toc¨® fondo en noviembre, pero se agarr¨® a su entrenador para salir a flote. La derrota en el OAKA ante el Panathinaikos, la sexta en siete jornadas de Euroliga, y en Murcia, ante el UCAM, la sexta en 10 jornadas ligueras, avivaron el esp¨ªritu fallero de los aficionados de La Fonteta, que comenzaron a pedir la destituci¨®n del t¨¦cnico al que apodaron como Ponsarnout, en el encendido debate que se desat¨® en las gradas del pabell¨®n valencianista y en las redes sociales. Pero, sobreponi¨¦ndose a las chanzas y la crispaci¨®n, la plantilla hizo llegar a los gestores del club su firme respaldo a Ponsarnau y, desde la uni¨®n, lleg¨® la reacci¨®n.

¡°Se implant¨® la filosof¨ªa de Jaume en todo el club, su filosof¨ªa deportiva y de vida. El grupo crey¨® en eso y, con tranquilidad, se sali¨® del hoyo¡±, detalla el hist¨®rico Nacho Rodilla, mvp de la primera y ¨²nica conquista copera del Valencia hasta la fecha, la de 1998. ¡°El equipo reaccion¨® en la segunda mitad de aquel partido ante el Murcia. Aunque se perdi¨®, aquello result¨® clave como punto de inflexi¨®n. Ah¨ª se vio el crecimiento, la capacidad de mejora y la implicaci¨®n¡±, reflexiona Rodilla antes de ampliar su elogio a Ponsarnau. ¡°Tiene mucho m¨¦rito. Sin cambiar de guion ni de idea, sin subir la voz, supo llevarse al equipo a su terreno, a su convicci¨®n, a la exigencia de trabajo, a la perseverancia¡­ Fue un cambio radical, una revoluci¨®n impulsada desde la paciencia¡±, cuenta el exinternacional.

Ponsarnau, entrenador de cantera en el baloncesto femenino en sus inicios, a mediados de los 90 con apenas 22 a?os, y curtido en el papel de segundo t¨¦cnico en Manresa, asumi¨® por primera vez el liderazgo del banquillo en 2006 en la LEB. Tras su experiencia de siete temporadas en el propio Manresa en la ACB y de a?o y medio m¨¢s en el Gipuzkoa Basket, dio de nuevo un paso al costado para volver a aportar consejos en lugar de ¨®rdenes. Form¨® parte del equipo de ayudantes de Scariolo en la selecci¨®n en la conquista del bronce ol¨ªmpico en 2016 en R¨ªo y, despu¨¦s lleg¨® al Valencia, primero como segundo de Pedro Mart¨ªnez y m¨¢s tarde como segundo de Txus Vidorreta. Con el cese de este en 2018, Ponsarnau promocion¨® de nuevo al m¨¢ximo rango en el banquillo taronja.

¡°El club ha vivido una evoluci¨®n enorme en estos a?os. L'Alquer¨ªa [la nueva ciudad deportiva] tuvo un impacto trascendental, no en la vida del primer equipo, sino en el ambiente de baloncesto del club. Todo es m¨¢s grande ahora. Se respira baloncesto en la ciudad y se est¨¢n creando muchos est¨ªmulos de futuro. Valencia se ha tomado esto muy en serio y es muy motivante¡±, expone Ponsarnau. Pasada la tormenta, el t¨¦cnico recibe estos d¨ªas el reconocimiento con la misma serenidad con la que soport¨® las cr¨ªticas. ¡°Hubo dudas pero, sobre todo, hubo perseverancia. Hab¨ªa cosas que hab¨ªa que mejorar, incluso alguna que hab¨ªa que cambiar, y nos pusimos a ello. Un error que cometimos al principio fue pensar muy a largo plazo y eso nos llev¨® a que la situaci¨®n nos exigiera demasiado a corto plazo. Reconstruimos un poco los roles en ese momento para volver al plan inicial, que era ser un equipo de 14 y aprovechar la fuerza de todos. Era la ¨²nica forma de aguantar una temporada tan exigente y tan dura. Estamos en semifinales de la Copa porque hemos conseguido ser un equipo¡±, analiza el entrenador valencianista.

?Est¨¢ subestimada la normalidad en estos tiempos?, le preguntaron a Ponsarnau. ¡°S¨ª¡±, respondi¨® instantaneamente, casi como mecanismo de defensa. ¡°Culturalmente ha habido mucha influencia de los entrenadores balc¨¢nicos en su momento, tambi¨¦n en el f¨²tbol¡­ Yo, cuando tuve la oportunidad de ser entrenador profesional, decid¨ª que era muy importante ser yo mismo. Como mejor pod¨ªa hacer mi trabajo era siendo yo mismo. Sab¨ªa que no encajar¨ªa en todos los sitios, pero era lo mejor¡±, resolvi¨® el entrenador. ¡°A veces, la l¨®gica de la normalidad triunfa, en el baloncesto y en la vida¡±, remata Nacho Rodilla.