Erling Haaland, el falso tanque
El punta del Dortmund, que este martes se mide al PSG, amenaza a las defensas con su imponente f¨ªsico pero prefiere superarlas por el ingenio de sus desmarques y amagues
Jan Fj?rtoft bromea cuando le preguntan por el pedigr¨ª de Erling Braut Haaland: ¡°?C¨®mo va a ser mal futbolista si fue concebido en un vestuario?¡±.
Fj?rtoft conoce bien la historia pero, sobre todo, entiende la materia. Fue delantero. Fue 71 veces internacional con Noruega. Fue compa?ero de equipo de Alf-Inge Haaland, el padre de Erling, otro internacional. Es amigo de la familia y actualmente trabaja para la televisi¨®n de su pa¨ªs con cometido monotem¨¢tico: seguir a su ahijado por los campos de la Bundesliga, acompa?arle, aconsejarle, y, de paso, comentar sus actuaciones en directo. El joven, de apenas 19 a?os, se ha convertido en un fen¨®meno de masas en Noruega y en motivo de sacudida en el f¨²tbol europeo desde que revel¨® su autoritarismo goleador en la Champions, este oto?o con el Leipzig, y en Navidades fich¨® por el Dortmund. En total, desde que se inici¨® la temporada acumula 37 goles y ocho asistencias en 28 partidos. Solo en el Dortmund, en donde apenas ha jugado cinco encuentros oficiales, ha metido ocho goles. Este martes (21.00, Movistar LC) ser¨¢ el principal motivo de expectaci¨®n en el duelo que le enfrentar¨¢ al PSG en Alemania en octavos de Champions.
¡°Hay delanteros que buscan espacios ya creados por sus compa?eros o por los errores de la defensa¡±, explica Fj?rtoft. ¡°?l es bueno creando espacios por s¨ª mismo¡±.
Fj?rtoft, que jug¨® el Mundial de Estados Unidos, entiende el oficio que le hizo peregrinar desde Lillestroom a Viena, del Rapid al Swindon Town, de Moddlesbrough a Sheffield, y del Barnsley al Eintracht de Frankfurt. A sus 53 a?os, el hombre sabe en qu¨¦ consiste la dificultad ¨²ltima de la b¨²squeda del gol. Aprendi¨® que las apariencias, en los metros decisivos, son lo ¨²ltimo que cuenta, y que Erling Haaland no es un goleador magn¨ªfico porque mida 1,94 y posea una zancada de purasangre. Aquello que puede convertirle en un nueve de ¨¦poca es su af¨¢n de imponerse a los defensas mediante el arte del enga?o y la asociaci¨®n. Desconf¨ªa de la arremetida como si fuera un subterfugio porque se siente llamado por el genio de la inventiva.
¡°Se cri¨® en un pueblo llamado Bryne, jugando en campos de f¨²tbol de pabell¨®n cubierto¡±, dice Fj?rtoft. ¡°De ni?o era uno de los m¨¢s peque?os de la escuela. Peg¨® tarde el estir¨®n. Era de complexi¨®n fr¨¢gil y debi¨® aprender a buscarse la vida sin depender de su cuerpo, sin confiar en la superioridad de su fuerza en el contacto con los defensas. De ah¨ª proviene su flexibilidad y su versatilidad t¨¦cnica. Lo he visto en el campo en cada partido que ha jugado en la Bundesliga y en los pr¨®ximos a?os mejorar¨¢ aspectos como aguantar la pelota o ganar duelos a¨¦reos. Ama el f¨²tbol. Tiene una muy buena mentalidad para afrontar la competici¨®n y hacer todo lo posible por dar el m¨¢ximo. Es un buen chico¡±.
Enigma escandinavo
Lo fascinante del repertorio de Haaland no son sus vertiginosas carreras directas a porter¨ªa sino los amagues, los ademanes de desmarque para atraer a los centrales hacia puntos muertos del campo y entonces atacarles la espalda cuando menos se lo esperan. A pesar de su f¨ªsico de gigante, Haaland se comporta como un alfe?ique que baila en la cornisa del fuera de juego sin jam¨¢s dejar de vigilar a todos sus vigilantes ni de tejer complicidades con sus compa?eros. Inquieto hasta cuando el partido parece alejarse hacia el otro extremo de la cancha, movedizo por naturaleza, equ¨ªvoco en cada trayectoria, el hombre vive el f¨²tbol contra su coraza. Es Iago Aspas en el cuerpo de Jan Koller.
Solo una cosa inspira suspicacias entre los analistas de los grandes clubes. ¡°Si fuera argentino, Batistuta tendr¨ªa que besarle las botas, porque lo mejorar¨ªa, porque es m¨¢s inteligente¡±, observa un ojeador. ¡°Pero es noruego, y los escandinavos no son valores seguros en el mercado porque su temperamento, tarde o temprano, les induce a tomarse la alta competici¨®n con cierta calma. Ahora est¨¢ en efervescencia. ?Qui¨¦n sabe? Si sigue as¨ª estaremos ante algo de una contundencia terror¨ªfica¡±.
Haaland es un enigma para todos menos para ¨¦l. ¡°Un d¨ªa me estrech¨® la mano y me dijo que se convertir¨ªa en una gran estrella del f¨²tbol¡±, record¨® Andreas Vollsund, su maestro de primaria, en L¡¯Equipe.
La obsesi¨®n fant¨¢stica del hijo de Alf-Inge le ha conducido hacia la m¨¢s exigente realidad del juego. Este martes los ojos del mundo futbol¨ªstico se posar¨¢n sobre el m¨¢s rubio y el m¨¢s alto de los gigantes que saltar¨¢n al Westfalenstadion.
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