500 d¨ªas de v¨ªa crucis para un convenio hist¨®rico
La firma cierra unas negociaciones tortuosas, duras en el fondo y en la forma, que vivieron su gran crisis con la primera huelga en el f¨²tbol femenino. Los protagonistas relatan el complejo proceso
Ni siquiera tras la firma del hist¨®rico convenio colectivo de la Liga femenina de f¨²tbol las partes se pusieron de acuerdo para lo m¨¢s f¨¢cil, la foto. Al acto de este mi¨¦rcoles por la ma?ana en el Consejo Superior de Deportes (CSD) le dio plant¨®n el sindicato mayoritario, la Asociaci¨®n de Futbolistas Espa?oles (AFE), que s¨ª acudi¨® por la tarde al Congreso de los Diputados. El gesto ilustra el tortuoso camino para pactar un texto que necesit¨® de 14 meses y 26 d¨ªas de negociaciones, 29 reuniones, una huelga que paraliz¨® la competici¨®n y casi un trimestre extra de espera porque no todos los clubes dispon¨ªan de financiaci¨®n para asumir su coste. ¡°Ha sido muy duro, no pensaba que iba a ser tanto. Al final, esto ha salido porque los dos hemos querido y hemos claudicado¡±, reconoce la abogada de AFE Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez, una referencia en la materia, que sonr¨ªe con timidez cuando se le pregunta si ella represent¨® la rama dura de su bando.
El proyecto sali¨® adelante porque, por el simbolismo que encerraba, todos tuvieron claro que el fracaso no era una opci¨®n. Pero siempre vivi¨® al l¨ªmite. Le pill¨® en medio de la gran guerra Tebas-Rubiales (Liga-Federaci¨®n), y tuvo que hacer frente a la divisi¨®n sindical y a encuentros interminables y muy duros, en el fondo y en las formas. ¡°En algunos se produjeron faltas de respeto entre las partes. Era todo muy tenso¡±, comenta el m¨¢ximo representante de la patronal, Rub¨¦n Alcaine, que se lleva de este trance una cabellera completamente canosa y no menos de cien viajes en AVE Madrid-Zaragoza (es vicepresidente de un club familiar en la capital aragonesa). ¡°Despu¨¦s de esas reuniones, algunas veces pasaban d¨ªas sin contacto entre nosotros¡±, se?ala.
Por no haber, no hubo ni intento de crear un grupo de whatsapp que aglutinara a todos y las Navidades solo se las felicitaron con el preacuerdo cerrado. ¡°No hemos hecho los mejores amigos m¨¢s all¨¢ de la cordialidad¡±, admite. La aspereza del recorrido solo estuvo a la altura de la importancia del acuerdo. Se trata del primero en una Liga europea femenina de f¨²tbol. Un hito social que trasciende al ¨¢mbito puramente deportivo porque, adem¨¢s, sucede en una pr¨¢ctica que durante un siglo fue considerada terreno exclusivo de los hombres.
Antes del acuerdo definitivo del 20 de diciembre, hubo, al menos, tres o cuatro amagos. Un viernes de noviembre, David Aganzo, presidente de AFE, despeg¨® hacia S¨ªdney a un congreso mundial de FIFPro. Y nada m¨¢s pisar suelo australiano, despu¨¦s de 24 horas de viaje negociando a 10.000 pies de altura, lo primero que hizo fue comprar el billete de vuelta. Le hab¨ªan advertido de que la paz estaba cerca. Sin embargo, cuando apareci¨® por sorpresa en la sede de la Secretar¨ªa General de Empleo, sin que casi nadie lo esperara, el escenario hab¨ªa vuelto girar. El pacto no era posible y la mediaci¨®n del Gobierno hab¨ªa fracasado. As¨ª de frustrante result¨® siempre todo.
¡°En algunas? reuniones se produjeron faltas de respeto entre las partes. Era todo muy tenso¡±, confiesa el presidente de la patronal
Llevaban m¨¢s de un a?o atascados en el sueldo m¨ªnimo y la parcialidad. ¡°Cuesta explicar a la gente c¨®mo puedes tener 20 reuniones sobre estos dos puntos sin llegar a nada. Ellos iban tensando y tensando, se desviaban a otro tema para luego volver a estos¡±, apunta Alcaine. Esa crisis y la intervenci¨®n fallida del Ejecutivo desembocaron en la huelga del pasado 16 y 17 de noviembre, el gran ¨®rdago de las jugadoras.
¡°Hasta 24 o 48 horas antes no tuvimos la certeza de que todas parar¨ªan¡±, confiesa Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez, pese a que la protesta hab¨ªa sido aprobada por el 90% de las 200 futbolistas asistentes a una asamblea en un hotel cinco estrellas de Madrid. ¡°Todas ten¨ªan claro que hab¨ªa que hacer algo, pero no que eso fuera obligatoriamente una huelga. Las diferencias entre las jugadoras eran grandes. Unas cobraban 30.000 euros y otras, solo 7.000. Tambi¨¦n hay un alto n¨²mero de extranjeras. Conseguir ese principio de solidaridad era importante¡±, a?ade la representante de AFE. Desde Futbolistas ON, el otro sindicato firmante del texto, su gerente, Tamara Ramos, reivindica que ellos fueron ¡°los primeros¡± en ¡°hablar de paro ante la sorpresa de AFE¡±. La divisi¨®n en este bando de la mesa era un hecho y dif¨ªcilmente disimulable. ¡°Quisieron excluirnos a UGT y a nosotros de la negociaci¨®n. Y en las primeras reuniones, ralentizaron descaradamente cualquier punto¡±, denuncia.
La huelga se produjo en la s¨¦ptima jornada de Primera con un seguimiento absoluto. Solo una futbolista, Maddi Torre, de la Real Sociedad, acudi¨® ese fin de semana al estadio seg¨²n las actas arbitrales. Sin embargo, la negociaci¨®n entr¨® en el abismo. As¨ª lo entendieron las dos partes, que decidieron enfriar el conflicto y darse un mes de tregua. El 20 de diciembre era la fecha l¨ªmite y hasta ese d¨ªa se estir¨® todo. La ¨²ltima semana, los encuentros subieron de nivel y de tono. ¡°Traemos un malet¨ªn y nos piden el segundo¡±, se escuch¨® en los pasillos de la sede de UGT en plena refriega un d¨ªa tras diez horas seguidas de conversaciones.
¡°Hasta 24 o 48 horas antes no tuvimos la certeza de que todas ir¨ªan a la huelga¡±, admiten en AFE
Pero no cab¨ªa otra salida que el acuerdo. En un despacho del centro de Madrid, un viernes prefestivo que jarreaba en la capital, se firm¨® la paz con la sensaci¨®n de que las cifras finales se acercaban m¨¢s a las peticiones de las jugadoras (16.000 euros de sueldo m¨ªnimo y 12.000 en caso de jornada parcial) que al punto de partida de la patronal (14.000 y 7.000 euros). Entonces s¨ª, se felicitaron las Navidades, aunque con una baja de ¨²ltima hora: UGT no firm¨® porque discrepaba de una cl¨¢usula sobre la forma de renovar el convenio.
Los que s¨ª lo hicieron se emplazaron, como muy tarde, para el 20 de enero para la r¨²brica. En ese tiempo hab¨ªa que cerrar el ¨²ltimo fleco, y no menor: c¨®mo hacer frente al coste econ¨®mico porque los clubes ya hab¨ªan advertido de que las entidades m¨¢s modestas no dispon¨ªan de colch¨®n financiero para ello. El plan era que los 12 equipos que ten¨ªan firmado un contrato televisivo con Mediapro pudieran ceder sus derechos a la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, que promet¨ªa el doble de dinero por ese concepto. Eso implicaba un complejo acuerdo entre la instituci¨®n presidida por Luis Rubiales y la productora, enfrentados sin cuartel.
¡°Se sentaron dos veces frente a frente, yo propici¨¦ la primera. Era raro verlos en la misma mesa. Cuando los ten¨ªa ah¨ª, les dec¨ªa: ¡®miradlo por el lado bueno, por primera vez vais a recibir un correo del otro que no va a ser una demanda o un burofax¡±, recuerda el presidente de la patronal, que tampoco se olvida de las ¡°dos encerronas¡± retransmitidas por streaming que dice que sufri¨® de la Federaci¨®n. Sin embargo, la entente result¨® imposible. La soluci¨®n vino, finalmente, por Mediapro, y los 100.000 euros extra a una docena de equipos. Fin a 500 d¨ªas de v¨ªa crucis que en muchos momentos embarraron la deseada expansi¨®n del f¨²tbol femenino.
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