El viaje de Yuriko Saeki, la jefa del f¨²tbol japon¨¦s

La japonesa Yuriko Saeki lleg¨® a Espa?a en 1992, a los 18 a?os, por el trabajo de su padre. A las pocas semanas de aterrizar en la capital, mientras se adaptaba a la nueva vida, una de sus principales preocupaciones era conseguir un equipo de f¨²tbol donde poder jugar un rato. Se le ocurri¨® preguntar en la Federaci¨®n de F¨²tbol de Madrid si la inscribir¨ªan para el curso de entrenadora. No sab¨ªa si aceptaban chicas. ¡°No entiendo cu¨¢l es el problema¡±, le dijo el director. ¡°Ostras, pues en este pa¨ªs igual s¨ª que puedo vivir¡±, pens¨®. Y se qued¨®. Acert¨®. Porque a lo largo de estos 30 a?os lleg¨® a coordinar todo el f¨²tbol femenino del Villarreal CF y ahora volver¨¢ definitivamente a Tokio como directora ejecutiva de f¨²tbol de la liga japonesa. Deber¨¢ esperar todav¨ªa un poco m¨¢s. La covid-19 se interpuso en su viaje de vuelta. Jap¨®n a¨²n tiene algunas restricciones y volar hacia all¨ª ahora desde Espa?a, por ejemplo, supone aislarse durante al menos dos semanas.

El pasado 12 de marzo Yuriko fue elegida por la J.League, la competici¨®n dom¨¦stica de Jap¨®n, como m¨¢xima responsable del departamento de f¨²tbol y de acci¨®n social. Ejerce el rol teletrabajando desde Villarreal con reuniones de madrugada porque las medidas de confinamiento de la mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo le impidieron concretar su retorno. Lo explica por videollamada, con un tono m¨¢s cercano a su vocaci¨®n de entrenadora que a la formalidad de una ejecutiva de uno de los grandes despachos mundiales. Es una jugadora de equipo. Su m¨®vil ilustra el esfuerzo que le supone trabajar a distancia: solo duerme un promedio de cuatro horas por d¨ªa. La distancia horaria con Jap¨®n le ha alterado el sue?o.

En estas tres d¨¦cadas de trabajo recorri¨® las entra?as del f¨²tbol espa?ol. Fue entrenadora del primer equipo del CD Puerta Bonita en 2004, entonces en Tercera Divisi¨®n, y lleg¨® a coordinadora del f¨²tbol femenino del Villarreal. Un viaje eterno de casi 10.000 d¨ªas en los que atrap¨® sue?os que cre¨ªa irrealizables, conoci¨® puestos de trabajo muy diferentes, varias ciudades, camisetas de distintos colores y sorte¨® toda clase de obst¨¢culos para regresar al punto de partida como arquitecta del f¨²tbol japon¨¦s. Su experiencia en LaLiga Santander y el acercamiento futbol¨ªstico entre Espa?a y Jap¨®n tambi¨¦n lo hicieron posible. Ahora se encargar¨¢ de liderar las competiciones deportivas de la J.League.

Su periplo es comparable al de la protagonista la pel¨ªcula de fantas¨ªa del Studio Ghibli, El Viaje de Chihiro, una joven que se separa de sus padres y se sumerge en una excursi¨®n para descubrirse. Yuriko es japonesa, pero naci¨® hace 46 a?os en Teher¨¢n (Ir¨¢n) porque su padre, que trabajaba en una compa?¨ªa a¨¦rea, viajaba por todo el mundo. La primera vez que toc¨® un bal¨®n de f¨²tbol fue a los seis o siete a?os, ¡°en primero o segundo de primaria¡±, cuando uno de sus compa?eros llev¨® a la escuela uno de cuero blanco y negro. ¡°Me pareci¨® s¨²per bonito¡±, dice. ¡°Era de esos que te duelen porque son duros y pesan¡±, recuerda. Aquel d¨ªa aprendi¨® a jugar al f¨²tbol. ¡°El deporte principal en Jap¨®n era el baseball, m¨¢s complicado de jugar. El reglamento es m¨¢s complejo y necesitas cierta t¨¦cnica para empezar¡±, reflexiona. El f¨²tbol, en cambio, era m¨¢s sencillo. ¡°Dos latas para hacer las porter¨ªas, no tocar la pelota con la mano y meterlo entre las dos latas¡±. Por aquel entonces ni exist¨ªan Oliver y Benji.

Debi¨® convencer a los entrenadores del Nagazumi, un club de la ciudad de Fukuoka al sur de Jap¨®n, para que la dejaran jugar con los ni?os. All¨ª dio sus primeros toques. ¡°La diferencia f¨ªsica se iba notando con el paso de los a?os y al final te sientes como invitada. No me apetec¨ªa tanto jugar con ellos y no hab¨ªa tantos equipos femeninos¡±. Renunci¨® al f¨²tbol en el instituto: ¡°La sociedad, la cultura y mi situaci¨®n no permit¨ªan que pudiera jugar. Menos con chicas¡±. Pero en 1992, otro cambio laboral de su padre la deposit¨® en Madrid y all¨ª se reencontr¨® con el bal¨®n. Busc¨® en unas P¨¢ginas Amarillas y llam¨® a la Federaci¨®n Madrile?a para preguntar si hab¨ªa alg¨²n equipo cerca de su casa. ¡°La pobre mujer que cogi¨® el tel¨¦fono no se aclaraba. Mi espa?ol era muy malo. Tuve que ir hasta all¨ª. Ni s¨¦ c¨®mo llegu¨¦¡±, recuerda. R¨¢pidamente, le dieron tres o cuatro opciones. Comenz¨® a jugar con unas j¨®venes de 18 a?os, mejor¨® el espa?ol y decidi¨® apostarlo todo por el deporte que ama. ¡°Quer¨ªa vivir de esto¡±, asegura. Con 18 a?os, analiz¨® detenidamente todas sus opciones. Jugadora no pod¨ªa ser y, adem¨¢s, el f¨²tbol femenino se encontraba mucho m¨¢s lejos de ser profesional de lo que est¨¢ ahora. ?rbitro no le interesaba. Quer¨ªa sacarse el t¨ªtulo de entrenadora.

Pregunt¨® en la Federaci¨®n Madrile?a otra vez, porque ¡°ten¨ªa 18 a?os, era mujer y extranjera¡±. ?Pod¨ªa hacer el curso? ¡°El machismo genera eso incluso en las mujeres¡±, admite. El director le dijo que los ¨²nicos requisitos eran tener 16 a?os y saber el idioma. ¡°Era la ¨²nica mujer, por supuesto, y la m¨¢s joven¡±, dice. Coincidi¨® en el curso con grandes del f¨²tbol como Luis Enrique, Luis Villa o Paco Buyo. ¡°Muchos estaban planificando sus carreras despu¨¦s de jugador. Yo no hab¨ªa tenido esa opci¨®n¡±. En el 94, su padre, Toshio, y su madre, Sumako, regresaron a Jap¨®n y ella decidi¨® quedarse en Espa?a. ¡°Cuando lo destinaron de nuevo all¨ª, mi padre me pregunt¨® que qu¨¦ quer¨ªa hacer. La respuesta no lo sorprendi¨®. ?l ya lo sab¨ªa¡±, recuerda.

En la temporada 2003/2004 le lleg¨® la primera gran oportunidad. Una que la llev¨® a las p¨¢ginas de los peri¨®dicos. Era la segunda entrenadora del CD Puerta Bonita y, despu¨¦s de cesar al primer t¨¦cnico, le ofrecieron el puesto. Como Chihiro en la pel¨ªcula, Yuriko hab¨ªa aprendido el oficio y se lanz¨® a la aventura. Se convirti¨® en la primera entrenadora de Tercera Divisi¨®n. Dur¨® solo cuatro partidos (una victoria, un empate y dos derrotas). El equipo tuvo otros tres entrenadores aquel curso y perdi¨® la categor¨ªa. Pero recibi¨® una llamada del Atl¨¦tico de Madrid para hacerse cargo del equipo femenino. Algo que hab¨ªa descartado en otros clubes en varias oportunidades. ¡°Tercera Divisi¨®n para m¨ª hab¨ªa sido un techo en el f¨²tbol masculino. Al menos yo lo ve¨ªa as¨ª. ¡®?Ostras! F¨ªjate hasta d¨®nde he llegado¡¯, pensaba. Ya estaba satisfecha. Y ahora me ven¨ªa a buscar uno de los grandes de Espa?a con equipo femenino. ?Por qu¨¦ no?¡±.

Pas¨® por el Valencia CF y le lleg¨® una oferta del Villarreal CF, pero no para ser entrenadora. ¡°De eso solo puede vivir el 1% de los que lo intentan¡±, reflexiona. Pens¨® que era muy bonito estar cerca del c¨¦sped, pero que a lo mejor no le alcanzar¨ªa para vivir del f¨²tbol como quer¨ªa. La contrataron para el departamento de administraci¨®n de f¨²tbol, aunque al segundo a?o su vocaci¨®n no la perdon¨® y se meti¨® en el cuerpo t¨¦cnico del Juvenil A, que disputaba la Divisi¨®n de Honor. Al tercero, comenz¨® a llevar el equipo femenino. Lo hizo durante ocho temporadas hasta que se hizo cargo de toda la secci¨®n.

Hace dos a?os se incorpor¨® a la J.League como miembro del consejo ejecutivo en condici¨®n de externa. Ten¨ªa voz, pero no voto. Y este curso, el vicepresidente de la organizaci¨®n, Hiromi Hara, le propuso estar en la lista de candidatos para el nuevo mandato, que comenz¨® el 12 de marzo. Para garantizar la transparencia y que el proceso de toma de decisiones no sea herm¨¦tico, la J.League contrata una comisi¨®n externa que eval¨²a a 50 candidatos por puesto. Yuriko fue nombrada consejera ejecutiva, solo por debajo del presidente, del vicepresidente y del director general. La propia organizaci¨®n se puso en contacto con Javier Tebas, presidente de LaLiga, quien felicit¨® a Yuriko personalmente.

¡°Hay muy pocas empresas en Jap¨®n con mujeres en cargos ejecutivos, muy pocas¡±, dice Yuriko. ¡°De 56 clubes en las primeras tres divisiones de nuestra liga, solo hay una mujer presidenta¡±, agrega. ¡°En la J.League s¨ª que hay muchas. La direcci¨®n tiene una mente muy abierta. Han estudiado y trabajado fuera de Jap¨®n. Aqu¨ª hay una cultura todav¨ªa dif¨ªcil de cambiar¡±, asegura. ¡°El f¨²tbol es tan global que las personas que trabajamos en ¨¦l tenemos otra mentalidad¡±. Con ese obst¨¢culo superado, Yuriko intenta regatear ahora a la pandemia que molesta a todo el planeta.

La covid-19 evit¨® que pudiera presentarse en las oficinas de la J.League en Tokio. ¡°Mis reuniones comienzan a las 12 de la noche. Lo hago todo por teletrabajo¡±, dice. En estos meses tuvo que participar en tomas de decisiones importantes como reanudar o posponer la competici¨®n (que ya se est¨¢ disputando con la presencia de algunos aficionados). Y ya imagina, adem¨¢s, parte del legado que quiere dejar. Sue?a con potenciar la nueva liga de ¨¦lite sub-21 en su pa¨ªs. ¡°Creo que todas las ligas del mundo lo tienen como asignatura pendiente. Hay muchos jugadores con futuro de selecci¨®n que no encuentran una competici¨®n que les corresponda¡±, dispara. Los mandatos en esta organizaci¨®n japonesa duran dos a?os y un presidente puede ser reelegido solamente cuatro veces. El presidente Mitsuru Murai, quien tambi¨¦n propuso a Yuriko como parte del equipo, acaba de comenzar su ¨²ltima gesti¨®n. Por eso Yuriko no sabe cu¨¢l ser¨¢ su pr¨®xima aventura dentro de dos a?os. En la J.League la esperan con ansias, como Toshio y Yumako que ya pueden decir que su hija regresar¨¢ finalmente a Jap¨®n.