Los jugadores de la Premier desobedecen la prohibici¨®n de abrazarse para celebrar los goles
El nuevo protocolo impuesto al f¨²tbol por el Gobierno brit¨¢nico en un intento de frenar el avance de la pandemia choca con la indiferencia mayoritaria de los jugadores en el cl¨ªmax del tanto a favor
El avance imparable de la cepa brit¨¢nica de la covid-19 estrecha el cerco sobre el vestigio m¨¢s popular de una vieja expresi¨®n de felicidad comunitaria: el abrazo de gol.
Un r¨¦cord de m¨¢s de mil muertos diarios en la ¨²ltima semana y un pico de 36.000 personas internadas ¡ªlejos de los 21.700 de la cota de abril¡ª han colocado a los hospitales del Reino Unido al borde del colapso y al Gobierno conservador de Boris Johnson bajo una presi¨®n que no conoc¨ªa cuando, establecido el tercer confinamiento en gran parte de las Islas, la fiesta de la Copa inglesa de f¨²tbol revel¨® un contraste escandaloso. La exhibici¨®n promiscua de los jugadores del Crowley, un club de cuarta categor¨ªa, abraz¨¢ndose con pasi¨®n para festejar cada gol durante la eliminaci¨®n del Leeds (3-0), desat¨® la misma indignaci¨®n social que el v¨ªdeo colgado por los muchachos del Chorley cantando a coro Someone Like You, de Adele, abrazados en el vestuario tras eliminar al Derby County en la ingenua suposici¨®n de que los test de PCR les garantizaban una burbuja de asepsia.
Oliver Dowden, secretario de Estado de Cultura, convoc¨® a los representantes de la Federaci¨®n Inglesa, la Premier, y la Liga Inglesa de F¨²tbol, para advertirles de que el Gobierno estudia suspender las competiciones. El ministro de deportes y turismo, Nigel Huddelston, reclam¨® un distanciamiento social ejemplarizante: ¡°Existen reglas seguras anti-covid en el f¨²tbol; los futbolistas deben seguirlas y las autoridades responsables deben imponerlas con rigor¡±. Julian Knight, presidente del comit¨¦ de medios, cultura y deporte del Parlamento, llam¨® a los futbolistas ¡°descerebrados¡±.
¡°A veces el cerebro act¨²a de forma inconsciente¡±, dijo Pep Guardiola, el entrenador del Manchester City, cuando le preguntaron si para los futbolistas era posible evitar el contacto social en el instante feliz del gol realizado.
Bajo la amenaza gubernativa de cerrar la liga, tal y como sucedi¨® entre marzo y junio, Richard Masters, director ejecutivo de la Premier, present¨® el mi¨¦rcoles un nuevo protocolo para frenar el avance de la infeccios¨ªsima mutaci¨®n del virus, que esta temporada ha provocado la suspensi¨®n de cinco partidos por contagios m¨²ltiples.
Seg¨²n los futbolistas consultados, la organizaci¨®n les envi¨® a todos un archivo digital indic¨¢ndoles las reglas. A partir de ahora todas las plantillas se someter¨¢n a tres controles de PCR semanales en lugar de dos y, ni aun as¨ª, deber¨¢n actuar como si presumieran que sus colegas est¨¢n sanos. El empleo de mascarillas en las concentraciones y en el vestuario pasar¨¢ de ser optativo a obligatorio y ning¨²n camerino podr¨¢ ocuparse con m¨¢s de diez personas, salvo en las charlas del entretiempo de los partidos, que, eventualmente, impartir¨¢ el t¨¦cnico a los titulares exclusivamente. Con car¨¢cter general, las conversaciones y reuniones se realizar¨¢n al aire libre o en pabellones cubiertos con techos a gran altura. Ning¨²n tratamiento de un jugador y su fisioterapeuta podr¨¢ prolongarse durante m¨¢s de 15 minutos, aunque la media de los masajes dura m¨¢s de 20. El cumplimiento de estos criterios ser¨¢ supervisado por dos inspectores de la Premier que actuar¨¢n embutidos en cada equipo.
¡°Contactos innecesarios¡±
La regla m¨¢s pintoresca impone evitar ¡°contactos innecesarios¡±, como los apretones de manos, los intercambios de camisetas entre rivales y los abrazos cari?osos en el festejo del gol. ¡°Pedimos a los jugadores que eviten los abrazos¡±, se?al¨® Masters.
Desprovisto de p¨²blico, al f¨²tbol apenas le quedaba el esqueleto comercial cuando la nueva orden amenaza con esterilizarlo un poco m¨¢s. ¡°Todos estamos interesados en cumplir con el protocolo para salvar nuestros contratos¡±, dice a hurtadillas un veterano jugador de la Premier, ¡°pero los abrazos son lo ¨²nico que resulta pr¨¢cticamente inevitable¡±.
Los pol¨ªticos de Whitehall debieron agarrarse la cabeza si este fin de semana encendieron sus televisores. La jornada de Premier comenz¨® con un abrazo de Matheus Pereira y Robert Snodgrass; se prolong¨® con otro abrazo de Pedro Neto, Fabio Silva y Willy Boly; continu¨® con otra pi?a fraternal de Kyle Bartley con Semui Ajayi; luego con otro encuentro afectuoso de Leandro Trossard y Alexis Mc Allister; y con otro abrazo de Vladimir Coufal, Tomas Soucek y Michail Antonio; y otro abraz¨® m¨¢s de Tammy Abraham, Callum Hudson-Odoi y Mason Mount, dichosos ante las c¨¢maras como si nadie los viera.
M¨¢s devotos del ritual que de la ley, los jugadores del Wolverhampton, del West Brom, del West Ham, del Brighton, del Chelsea, el Tottenham o el Manchester City, incumplieron efusivamente la prohibici¨®n de abrazarse en la mayor¨ªa de partidos de este fin de semana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.