Van Basten, como en ¡®El lobo de Wall Street¡¯
El exjugador holand¨¦s narra en un libro los problemas financieros que le llevaron al borde de la ruina
Marco van Basten invirti¨® 20 millones de euros en un banco holand¨¦s en 1999. En 2002, en plena crisis financiera, ya solo ten¨ªa 13. Arriesg¨® y le sali¨® mal la jugada. En 2001, la Agencia Tributaria Neerlandesa le exig¨ªa, adem¨¢s, 32,8 millones de euros en una liquidaci¨®n inminente. Su familia no daba cr¨¦dito. En su libro autobiogr¨¢fico, titulado Fr¨¢gil, mi historia, y editado por C¨®rner, Van Basten narra sus problemas econ¨®micos, dignos, como ¨¦l mismo dice, de la pel¨ªcula El lobo de Wall Street.
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Marco van Basten invirti¨® 20 millones de euros en un banco holand¨¦s en 1999. En 2002, en plena crisis financiera, ya solo ten¨ªa 13. Arriesg¨® y le sali¨® mal la jugada. En 2001, la Agencia Tributaria Neerlandesa le exig¨ªa, adem¨¢s, 32,8 millones de euros en una liquidaci¨®n inminente. Su familia no daba cr¨¦dito. En su libro autobiogr¨¢fico, titulado Fr¨¢gil, mi historia, y editado por C¨®rner, Van Basten narra sus problemas econ¨®micos, dignos, como ¨¦l mismo dice, de la pel¨ªcula El lobo de Wall Street.
Marco Van Basten (Utrecht, 1964) fue uno de los mejores jugadores del mundo durante sus etapas en el Ajax y el Milan, en las que gan¨® el Bal¨®n de Oro en tres ocasiones (1988, 1989 y 1992), seis Ligas, dos Copas de Europa, una Recopa, dos Supercopas de Europa, dos Intercontinentales y la Eurocopa con Holanda. Sin embargo, semejante secuencia de ¨¦xitos deportivos no le libr¨® de un abismo personal: en 2001 estuvo al borde de la ruina econ¨®mica.
Una vida llena de ¨¦xitos deportivos se torci¨® de mala manera. Primero por una persistente lesi¨®n en un tobillo que le hizo retirarse mucho antes de lo previsto, con apenas 29 a?os. Y, posteriormente, fruto de malas inversiones, exceso de confianza y desconocimiento en los asuntos financieros, le llev¨® a plantearse buscar un trabajo una vez retirado de los campos. De todo ello habla en su biograf¨ªa.
¡°Siento que es buen momento para contar mi historia. Desde mi perspectiva. Decir mi verdad. La historia que jam¨¢s he contado. En ella podr¨¦ aclarar algunas cosas. No tendr¨¦ piedad de nadie. Y, menos a¨²n, de m¨ª mismo. Ha llegado la hora¡±, reflexiona el exfutbolista holand¨¦s en las primeras p¨¢ginas del libro publicado por C¨®rner, del grupo Roca Editorial (en catal¨¢n sale con Libros del Kultrum y Univers, y bajo el t¨ªtulo Basta).
En las 318 p¨¢ginas, Van Basten repasa su infancia, su ¡°ansia ciega¡± de querer ser el mejor del mundo; su relaci¨®n con su compatriota y leyenda Johan Cruyff, al que sustituy¨® el d¨ªa que debut¨® con el Ajax; c¨®mo no, su interminable lesi¨®n de tobillo; y los inesperados problemas econ¨®micos.
¡°Se conmina al se?or Van Basten a abonar ¨ªntegramente la presente liquidaci¨®n fiscal de la Agencia Tributaria Neerlandesa antes del 31 de diciembre de 2001: 32,8 millones de euros¡±, rezaba la carta del fisco que supuso el inicio de las dificultades para el exjugador oranje. Van Basten descubri¨® m¨¢s tarde que estas ten¨ªan su origen en su vuelta a Pa¨ªses Bajos desde M¨®naco en 1998 y que se trataba de una multa del 100% m¨¢s los intereses.
¡±No entend¨ªa por qu¨¦¡±, reconoce. Van Basten confi¨® en su abogada por encima de Cor Coster, suegro de Johan Cruyff, y en una gran sociedad de asesoramiento fiscal para evitar este tipo de problemas, pero nada sali¨® como ¨¦l esperaba.
Una carta que coincidi¨® con la crisis de principios de siglo, el atentado de las Torres Gemelas y su inversi¨®n en el banco. Primero ingres¨® dos millones de euros y, a finales de 1999, ¡°todo¡±, m¨¢s de 20 millones, subraya en el libro. En septiembre de 2002 descubri¨® que solo le quedaban 13 millones. El resto, ya no exist¨ªa, explica el jugador. Le ofrecieron aguantar e intentar recuperarse del golpe, pero eligi¨® salvar su patrimonio existente y comenzar de cero.
Tras un arduo camino y gente nueva en su entorno, Van Basten lleg¨® a un acuerdo con el fisco en 2005. ¡°?Alguien ha visto El lobo de Wall Street? M¨¢s tarde entend¨ª que era un poco como en esa pel¨ªcula¡±, reconoce el autor del hermoso y famoso gol de volea que dio a Holanda el t¨ªtulo de la Eurocopa en 1988 frente a la URSS.