El Madrid vuela sobre el Barcelona
El Real, con Vinicius a la carrera, adelanta a los azulgrana y se acuesta l¨ªder tras imponerse a un adversario que estuvo cerca de la igualada en el ¨²ltimo tramo tras un partido vibrante
No hace muchos meses, el Madrid y el Bar?a se ve¨ªan en una Siberia futbol¨ªstica. Pero el f¨²tbol tiene atajos y el Real amanecer¨¢ este domingo como l¨ªder. En Valdebebas, en un partido tormentoso, vol¨® sobre el Bar?a, que, pese a la derrota, tampoco queda en la cuneta. En el Di St¨¦fano, tras un duelo bravo, volc¨¢nico, vibrante y profundo, hubo un choque de estilos, un cruce de caminos del que sali¨® ganador el Madrid.
De entrada, hizo bingo Zidane. No se le tiene por un sesudo de la pizarra, pero descorch¨® al Bar?a desde ...
No hace muchos meses, el Madrid y el Bar?a se ve¨ªan en una Siberia futbol¨ªstica. Pero el f¨²tbol tiene atajos y el Real amanecer¨¢ este domingo como l¨ªder. En Valdebebas, en un partido tormentoso, vol¨® sobre el Bar?a, que, pese a la derrota, tampoco queda en la cuneta. En el Di St¨¦fano, tras un duelo bravo, volc¨¢nico, vibrante y profundo, hubo un choque de estilos, un cruce de caminos del que sali¨® ganador el Madrid.
De entrada, hizo bingo Zidane. No se le tiene por un sesudo de la pizarra, pero descorch¨® al Bar?a desde su guion. Dispuso a un Madrid a la carrera, con Vinicius por bandera. Enfrente, Koeman expuso a un Bar?a m¨¢s trenzado, pase a pase. Como resultado, de inicio, m¨¢s lejos del ¨¢rea de Ter Stegen el Real estuvo m¨¢s cerca del gol. M¨¢s cerca de Courtois, el equipo azulgrana fue m¨¢s chato.
Sorprendi¨® Zidane con Valverde al frente y Asensio en la grada. Una maniobra para auxiliar a Lucas frente a Alba y Pedri. Koeman adelant¨® a De Jong, prescindi¨® de Griezmann y colg¨® a la zaga de dos debutantes en un cl¨¢sico: Mingueza y Araujo. Ambos en tanga, sometidos a un cuerpo a cuerpo con velocistas como Vinicius. Todo un trance, m¨¢ximo riesgo en arrestos de uno contra uno.
Amenazaba el Bar?a con la pelota como sustento cuando Courtois desvi¨® con las yemas de los guantes un centro de Alba para Demb¨¦l¨¦. Al aviso respondi¨® el Real a toda mecha, como era el boceto previsto. Valverde meti¨® el turbo, Alba no le ech¨® el lazo y dej¨® la puerta abierta a Lucas. El centro del gallego permiti¨® armar el taco a Benzema. Un espuelazo. Antes que el juego el Madrid ya hab¨ªa encontrado el gol. El Bar?a solo hab¨ªa encontrado el bal¨®n.
A los costados de Casemiro pivotaban Messi, Pedri y De Jong, pero el equipo local bloqueaba de maravilla el embudo. Milit?o y Nacho, dos reclutas de urgencia sin miramientos. Entre ambos se enclaustraba Demb¨¦l¨¦, que sin horizontes no es Demb¨¦l¨¦. El franc¨¦s no lleg¨® por un pelo a cabecear un centro de Messi. Encapotado el conjunto visitante, el Madrid tir¨® de arco. No era cuesti¨®n de los mimos de Kroos y Modric a la pelota. A cada birle, un vistazo a Vinicius, retador una y otra vez de Mingueza y Araujo. Una falta del uruguayo al brasile?o deriv¨® en el 2-0. Kroos ejecut¨® el lanzamiento y Dest se olvid¨® del barrio s¨¦samo del f¨²tbol. A la pelota no se le vuelve la cara. Con la jeremiada, al estadounidense le rebot¨® el bal¨®n en la espalda y Alba, que no es una p¨¦rtiga, no tuvo techo para el despeje bajo el travesa?o.
Decidido a penalizar a su adversario con Vinicius en ¨®rbita, aceler¨® el brasile?o a la contra, con Mingueza a rebufo, y asisti¨® a otro que llegaba con el turbo. Valverde estrell¨® la pelota en el poste derecho de Ter Stegen. Al rebote lleg¨® otro madridista a toda pastilla. El meta alem¨¢n se interpuso ante Lucas. Donde hasta Messi padec¨ªa de lo lindo para dar con una ranura, Vinicius ten¨ªa el campo expedito. Poco despu¨¦s de que Lucas cayera lesionado tras un choque con Busquets, Messi, tan fagocitado, encontr¨® una v¨ªa de escape. Desde el c¨®rner puso el bal¨®n en el larguero de Courtois.
Cambios de los t¨¦cnicos
Rectific¨® Koeman tras el intermedio. Fuera Dest, adentro Griezmann. Otro esquema: 4-3-3, con Demb¨¦l¨¦ y Griezmann de ventiladores por los costados. El discurrir del cl¨¢sico no se alter¨®. Messi gobernaba a los suyos con Alba de primer mosquetero. Al otro lado, Vinicius tocaba la corneta. Por rutas opuestas, pero ya ambos equipos estuvieron m¨¢s cerca del gol. Fue el turno de Alba, a lo Alba, pero con un pasajero triunfal inesperado. No hubo hermandad con Messi, sino con Mingueza, que remat¨® a la remanguill¨¦. Del sofoco con las llamaradas de Vinicius a cantar un tanto en el cl¨¢sico, noche de graduaci¨®n para el canterano bajo la tormenta sobre el Di St¨¦fano, con los futbolistas de tiritona en tiritona. Tremendo.
Con el 2-1, el duelo entr¨® en combusti¨®n. Las llegadas eran constantes en las dos direcciones, por m¨¢s que las jugadas no siempre conclu¨ªan con focos para los porteros. Intervinieron los t¨¦cnicos. Zidane, con un ojo en Anfield, retir¨® a dos jerarcas como Kroos y Benzema y al pujante Vinicius, que antes de irse casi provoc¨® un gol al rev¨¦s de Araujo, cuyo rechace fue al poste derecho de Ter Stegen. Bajo al aguacero la batalla se volvi¨® infernal, con el Real con la mand¨ªbula apretada. Con el Bar?a sin dar con la jugada terminal. La tuvo Braithwaite, pero Mendy cometi¨® una temeridad. Un toque a un brazo del dan¨¦s, que amplific¨® el desmayo. El ¨¢rbitro nada revis¨®. El Bar?a no tuvo un rapto de Messi. S¨ª de Ilaix, que baj¨® la persiana a la noche con un disparo al travesa?o, ya con Ter Stegen de ariete.
La Liga est¨¢ que arde. Tres equipos en un punto.
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