Superliga: 10 a?os perdidos en 48 horas
Real Madrid y Bar?a pertenecen a ese especie en v¨ªas de extinci¨®n (con el Athletic) en la que los propietarios son sus socios
El domingo transcurr¨ªa tranquilo en Bilbao despu¨¦s de la resaca de la segunda derrota copera. Muchas preguntas sin resolver, muchas de esas cuestiones que surgen en Bilbao cuando se est¨¢ cerca de la gloria y el tren pasa dos veces. Muchas ilusiones pueden suponer muchas decepciones, o como dice el refr¨¢n, d¨ªas de mucho, v¨ªsperas de nada. De pronto, el tel¨¦fono empieza a volverse loco con alertas referidas a la declaraci¨®n de la Superliga europea. Veamos c¨®mo les cuento esto. Este es un asunto del qu...
El domingo transcurr¨ªa tranquilo en Bilbao despu¨¦s de la resaca de la segunda derrota copera. Muchas preguntas sin resolver, muchas de esas cuestiones que surgen en Bilbao cuando se est¨¢ cerca de la gloria y el tren pasa dos veces. Muchas ilusiones pueden suponer muchas decepciones, o como dice el refr¨¢n, d¨ªas de mucho, v¨ªsperas de nada. De pronto, el tel¨¦fono empieza a volverse loco con alertas referidas a la declaraci¨®n de la Superliga europea. Veamos c¨®mo les cuento esto. Este es un asunto del que, a nivel interno y tambi¨¦n externo, se lleva hablando m¨¢s o menos una d¨¦cada. Cada cierto tiempo est¨¢bamos acostumbrados a que saliese el asunto como si del monstruo del lago Ness se tratara. Y de tanto anunciar al lobo hab¨ªa llegado un momento en el que ya mi atenci¨®n hab¨ªa desaparecido. Por eso, y en medio de esas locales reflexiones rojiblancas entre las conexiones del pasado con el presente y, sobre todo, del futuro del f¨²tbol, me encontr¨¦ el anuncio oficial de la supracompetici¨®n.
Primero me sorprendi¨® la comunicaci¨®n. Pensaba que un proyecto que pretend¨ªa cambiar el f¨²tbol europeo de forma radical ser¨ªa presentado con la pompa y boato, siempre adaptado a los tiempos de pandemia, de que era merecedor. Conferencia de prensa, entrevistas en los mayores y m¨¢s influyentes medios europeos y mundiales, un discurso armado y s¨®lido con las correspondientes personalidades de diversos ¨¢mbitos para apoyarlo¡ Pero nada de eso suced¨ªa y solo un simple comunicado emitido casi en la madrugada de un domingo para anunciar la gran revoluci¨®n, la gran transformaci¨®n del f¨²tbol.
Con el discurrir de las horas hemos ido descubriendo, o eso nos han contado, que los clubes ingleses se echaron atr¨¢s por las presiones del gobierno brit¨¢nico. Y yo me pregunto si entre esos seis clubes de la ¨¦lite inglesa del f¨²tbol no hab¨ªa nadie que tuviera una m¨ªnima conexi¨®n con el gobierno para sondear cu¨¢l podr¨ªa ser su posici¨®n antes de mover nada. ?O es m¨¢s f¨¢cil destruir desde dentro? En segundo lugar -creo que es una distorsi¨®n de mis tiempos de jugador y de participaci¨®n sindicalista-, me fui a ver la reacci¨®n de los sindicatos de jugadores. S¨ª, ya s¨¦ que las redes sociales traen respuestas individuales, pero a m¨ª me interesaba la reacci¨®n colectiva, la global. Y solo encontr¨¦ alguna respuesta vaga, al sindicato mundial hablando con palabras de pol¨ªticos, tal vez aprisionados entre aquellos afiliados minoritarios pero poderosos que pod¨ªan pasar a pertenecer a esa ¨¦lite y, de esa manera, garantizar unos contratos que ahora mismo est¨¢n llenos de interrogantes, y la inmensa mayor¨ªa de jugadores que pod¨ªan pasar a una posici¨®n de claro riesgo en su pr¨¢ctica profesional al quedar en ese magma que era las competiciones locales. Mucho tacticismo, poca claridad.
Y por ¨²ltimo me empezaron a llegar las fotos de los seguidores del Chelsea increpando a su autob¨²s, a Petr Cech intentando la parada m¨¢s dif¨ªcil de su vida, la movilizaci¨®n de esos supporters, sin mascarilla ninguna, que ya hace tiempo que no son propietarios de sus clubes y sienten, saben, que quienes deciden viven muy lejos de donde juegan sus equipos y que muchos de ellos no suelen estar ni presentes en los partidos a disputar. Y esper¨¦ las respuestas de los nuestros. Al fin y al cabo, Real Madrid y Bar?a pertenecen a ese especie en v¨ªas de extinci¨®n (con el Athletic) en la que los propietarios son sus socios. Y los propietarios no dec¨ªan nada, no han dicho nada. Silencio absoluto. No s¨¦ si por desconocimiento, desinter¨¦s, desafecci¨®n o miedo econ¨®mico, pero el silencio ha sido estruendoso. En un club como el Bar?a, donde todo tiene una lectura social, hasta pol¨ªtica, y llega el gran maremoto y nada de nada. Ni apoyos ni protestas, ni comunicados. Nada, cero. Y a d¨ªa de hoy, parece que al Gatopardo le ha salido mal la jugada de que todo cambie para que todo siga igual. Y ahora, a esperar 10 a?os para poder hablar de las reformas necesarias para el f¨²tbol, del exceso de partidos del calendario, de la saturaci¨®n de televisi¨®n, de las regulaciones del mercado, del m¨¢s justo reparto y promoci¨®n del f¨²tbol. Diez a?os perdidos en 48 horas.
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