La gran rebeli¨®n inglesa

A las 48 horas de ponerse en marcha, el megaproyecto de la Superliga se ha resquebrajado en Inglaterra. En cascada, los seis clubes de la Premier (Liverpool, City, United, Chelsea, Arsenal y Tottenham) anunciaron su adi¨®s. Durante toda la jornada, una multitud de voces expresaron su oposici¨®n frontal al proyecto. La presi¨®n de la calle, los vestuarios y la pol¨ªtica dict¨® sentencia. All¨ª, en las islas, se desencaden¨® la gran crisis.

El que primero apret¨® las tuercas fue el Gobierno brit¨¢nico que, con el apoyo de la oposici¨®n, advirti¨® a los seis clubes de la Premier que tomar¨ªa todas las medidas legales posibles para que se salieran del colectivo rebelde. El primer ministro, Boris Johnson, abord¨® este asunto en primera persona, con el mismo ¨ªmpetu que tuvo en su d¨ªa para defender el Brexit. Dos declaraciones beligerantes en menos de 48 horas, y una reuni¨®n de urgencia este lunes con los representantes de la Asociaci¨®n de F¨²tbol y de la Premier, junto con su ministro de Deportes, Oliver Dowden, simbolizaron su batalla y su declaraci¨®n de intenciones. Al encuentro se sumaron asociaciones de aficionados de, al menos, tres equipos.

A primera hora, el pol¨ªtico conservador prometi¨® que no descartaba echar mano de una ¡°bomba legislativa¡± para impedir que los equipos ingleses se sumaran al proyecto. ¡°Les hemos dejado claro que el Gobierno est¨¢ explorando todas las posibilidades, incluidas nuevas leyes, para asegurar que este proyecto se frene¡±, aseguraba un portavoz del Ejecutivo.

Boris Johnson: ¡°Los planes de una Superliga europea ser¨ªan muy da?inos para el f¨²tbol¡±

El Ejecutivo de Johnson confiaba, como as¨ª sucedi¨®, en que ser¨ªan las autoridades deportivas las que desmontaran la iniciativa, seg¨²n explic¨® Dowden a los diputados brit¨¢nicos en la C¨¢mara de los Comunes, pero admit¨ªa que todas las opciones estaban sobre la mesa. Por ejemplo, dificultar a los clubes rebeldes que obtengan visados de trabajo para sus fichajes extranjeros, u obligarles a pagar de su bolsillo los enormes gastos de seguridad de los grandes encuentros. No hizo falta. Horas despu¨¦s, en la medianoche, las entidades se bajaban del caballo.

El Partido Laborista, que sum¨® sus fuerzas a las del Gobierno y exigi¨® una investigaci¨®n parlamentaria, sugiri¨® que el regulador de la libre competencia, la Autoridad de Competencia y Mercados, deb¨ªa cuestionar la legalidad de la regla anunciada por la Superliga, seg¨²n la cual solo cinco equipos podr¨ªan ser seleccionados cada a?o por m¨¦ritos propios para ingresar en el torneo.

Protestas de aficionados

Johnson hab¨ªa ido tan lejos como poner en marcha una revisi¨®n general de la estructura actual del f¨²tbol ingl¨¦s, a trav¨¦s de una comisi¨®n que ser¨ªa dirigida por el diputado conservador Tracey Crouch, exministro de Deportes. Su opini¨®n qued¨® meridianamente clara: ¡°Todav¨ªa se atreven a retar a sus compa?eros de la Premier a que les echen para ver si podr¨ªan sobrevivir sin ellos. Yo lo tengo claro: que les echen de una vez¡±, exclam¨® Crouch.

La mecha estaba prendida y, por la tarde, los siguientes en manifestarse fueron los aficionados. Los del Chelsea, club que ya estaba preparando su salida seg¨²n estaban informando los medios ingleses, salieron a las calles para exhibir su oposici¨®n a la Superliga en la previa del partido de su equipo contra el Brighton. El comienzo del encuentro se tuvo que retrasar 15 minutos por las protestas. Para entonces, el entrenador del City, Pep Guardiola, tambi¨¦n se hab¨ªa posicionado en contra.

En los vestuarios hab¨ªa movimientos. El del Liverpool, uno de los seis clubes ingleses afectados, emiti¨® un comunicado en el que, con sutileza, se posicionaba en contra del nuevo torneo. ¡°No nos gusta y no queremos que ocurra. Esta es nuestra posici¨®n colectiva. Nuestro compromiso con este club y sus aficionados es absoluto e incondicional. You¡¯ll never walk alone (T¨² nunca caminar¨¢s solo)¡±, public¨® en su perfil de Twitter el capit¨¢n de los reds, Jordan Henderson, que al mismo tiempo hab¨ªa convocado a una reuni¨®n a los capitanes del resto de equipos de la Premier.

Por su parte, la estrella del City Kevin de Bruyne sac¨® una nota con el mensaje: ¡°Lo m¨¢s importante es competir. Sabemos que esto es un negocio y soy parte de ello, pero tambi¨¦n sigo siendo el peque?o ni?o que solo quer¨ªa jugar al f¨²tbol. Mantengamos los sue?os de los aficionados¡±. La crisis era un hecho. Tambi¨¦n en el United, cuyo vicepresidente ejecutivo, Ed Woodward, enfilaba el adi¨®s del club. Las salidas de todos eran cuesti¨®n de tiempo.

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