Nadal reduce a Opelka hacia la final
El espa?ol ejecuta un plan perfecto contra el gigante estadounidense (doble 6-4, en 1h 32m) y reeditar¨¢ un duelo de altura con Djokovic (6-3, 6-7 y 6-2 a Sonego) en busca de su d¨¦cimo cetro en el Foro It¨¢lico
Puntada a puntada, Rafael Nadal teje la victoria frente al torre¨®n Reilly Opelka (doble 6-4, en 1h 32m) y desembarca en su duod¨¦cima final del Masters de Roma, en el que aspira a su d¨¦cimo trofeo tras completar un fabuloso trazado hacia el episodio mayor del domingo (17.00, #Vamos), con Novak Djokovic (6-3, 6-7(5) y 6-2 a Lorenzo Sonego) al otro lado de la red. Sonr¨ªe el de Manacor con toda l¨®gica, porque la tarde ha salido a pedir de boca. Es su part...
Puntada a puntada, Rafael Nadal teje la victoria frente al torre¨®n Reilly Opelka (doble 6-4, en 1h 32m) y desembarca en su duod¨¦cima final del Masters de Roma, en el que aspira a su d¨¦cimo trofeo tras completar un fabuloso trazado hacia el episodio mayor del domingo (17.00, #Vamos), con Novak Djokovic (6-3, 6-7(5) y 6-2 a Lorenzo Sonego) al otro lado de la red. Sonr¨ªe el de Manacor con toda l¨®gica, porque la tarde ha salido a pedir de boca. Es su partido 500 sobre tierra batida y el se?or de la tierra ha ejercido como tal, redondeando una magn¨ªfica faena que confirma la l¨ªnea ascendente que describe su paso por el Foro It¨¢lico. Ocurra lo que ocurra este domingo, aterrizar¨¢ en Par¨ªs con los deberes bien hechos.
La dimensi¨®n de Opelka, 2,11m de puro tallo norteamericano, queda demostrada cuando al acceder a la pista debe agachar el cogote para no golpearse con el marco de la puerta de entrada. Luego se acerca a la red y la malla queda casi a la altura de sus rodillas, mientras Nadal, con el plan muy definido en su cabeza, serio siempre, da los cl¨¢sicos botecitos el¨¦ctricos para ir entrando en calor. Se avecinan balas, as¨ª que mejor estar preparado. Va a ser un examen de lectura, de bloqueo, de ser paciente y de tenerlo todo muy claro. Resistir a toda costa. Aguantar el chaparr¨®n, y a la que el rival d¨¦ un paso en falso, entrar con todo.
Nadal comienza tenso, pero ?qui¨¦n no lo estar¨ªa ante una tormenta de pelotazos a 230 kil¨®metros por hora?
¡°?Tira, tira!¡±, se reprocha el balear cuando se le queda una bola corta y Opelka la reba?a gustosamente, c¨®modo el estadounidense en los primeros instantes, en los que resuelve su servicio de manera funcionarial y amenaza, porque al segundo turno de servicio del espa?ol ya dispone de cuatro opciones de rotura. Sin embargo, Nadal gestiona la adversidad con maestr¨ªa y desbarata una tras otra, defensa a defensa y pegando profundo, la ¨²nica v¨ªa para salir del l¨ªo ante un adversario al que le interesa que la historia dure poco. Correr mucho, y m¨¢s para un gigant¨®n como ¨¦l, significa autom¨¢ticamente la perdici¨®n.
Por eso, Opelka propone una lluvia de piedras. Su golpeo suena hueco y la pelota retumba en la central romana cuando impacta en los muretes met¨¢licos de los fondos. Uno de esos trallazos arranca el antivibrador de la raqueta de Nadal, que escruta la arena y lo recoge, sigue firme y no se arruga. No puede, no debe. Su t¨¦cnico, Francis Roig, conf¨ªa desde el box: ¡°Aprieta, Rafa, aprieta¡±. Y ¨¦l, aplicado como ninguno, sigue al dedillo la estrategia. Despu¨¦s de esos instantes de apuro, percibe una ligera laguna del bombardero y ataca: rasea la bola a base de cortados y en cuanto Opelka pierde el sitio enfoca duro a los ¨¢ngulos. ?Bingo!
Al quinto juego, Nadal logra el break tan deseado. Sabe el mallorqu¨ªn que la primera parte del trabajo est¨¢ hecha. Nadie le hab¨ªa birlado el saque al estadounidense en los cuatro partidos hacia las semifinales, en un trazado pr¨¢cticamente inmaculado en el que solo hab¨ªa cedido seis opciones de rotura. Mucho m¨¦rito, pues, el de ese ara?azo. Ahora bien, queda mucho por delante. El campe¨®n de 20 grandes lo tiene exactamente d¨®nde lo hab¨ªa planeado, con algunas dudas en la cabeza y cada vez menos atinado. Opelka, pensativo, desafina con el rev¨¦s y ¨¦l, astuto, incide e incide. Hay una veta por ah¨ª, aparte de sacarse varias dejadas de la chistera.
Le trastoca por ese lado y tambi¨¦n busc¨¢ndole con varios contrapi¨¦s. Al estadounidense, que parece un surfer de Malib¨², barba tupida, pelambrera abundante y estampado pintoresco en la camiseta, le pesan sus m¨¢s de 100 kilos en las carreras y decide dar un par de sorbos de taurina para ver si as¨ª se reanima. Pero no hay giro, Nadal no admite bandazo alguno. El espa?ol, fresco de piernas pese a la exigencia de la semana, le ha maniatado an¨ªmicamente, est¨¢ sacando de f¨¢bula ¨C84% con primeros, solo siete puntos concedidos¨C y va arrincon¨¢ndole hasta que perfora el muro otra vez y rompe en el tercer juego del segundo set.
El zarpazo definitivo hacia la final. Un ejercicio perfecto.
¡°?ROLAND GARROS? EL TRABAJO EST? HECHO¡±
Nadal cerr¨® muy satisfecho la jornada y as¨ª lo hizo ver ante los periodistas. ¡°He hecho el partido que ten¨ªa que hacer, contra un jugador muy inc¨®modo que no hab¨ªa perdido ning¨²n set y no hab¨ªa cedido un solo juego hasta ahora. Sab¨ªa que no iba a ser un partido bonito y, por c¨®mo juega ¨¦l, sabes que no vas a tener una buena sensaci¨®n, para nada, con lo cual hay que ser pr¨¢ctico y ser serio. Hay que conceder muy pocas oportunidades cuando est¨¢s sacando y eso solo ha ocurrido en un juego, pero por suerte lo he salvado. En lo dem¨¢s no he sufrido. Me he centrado en mi servicio y cuando he conseguido el break, no he buscado un gran desgaste al resto¡±, valor¨®.
Cuestionado sobre si llegar¨¢ a buen tono a Par¨ªs, visto lo visto en las ¨²ltimas fechas, respondi¨®: ¡°No creo que lo que ocurra aqu¨ª tenga un gran impacto dentro de dos semanas. Lo de aqu¨ª es una final, de uno de los eventos m¨¢s importantes de nuestro deporte, as¨ª que quiero ganar por la importancia del torneo, no porque dentro de dos semanas haya un gran evento¡±, precis¨® el mallorqu¨ªn, de 34 a?os; ¡°estar en la final otra vez es muy importante para m¨ª. De cara a Roland Garros, el trabajo est¨¢ hecho, as¨ª que lo de ma?ana no es una preparaci¨®n para nada. Quiero jugar bien y ser lo m¨¢s competitivo posible¡±.
¡°El proceso del ¨²ltimo mes ha sido positivo¡±, continu¨®. ¡°He jugado cuatro torneos, as¨ª que he podido completar mi calendario y he pasado muchas horas en pista. Para m¨ª, el ¨²nico partido malo fue en Montecarlo, contra Rublev; lo de Madrid es otra historia por la altitud, as¨ª que acepto esa derrota; y el resto ha ido en un sentido positivo conforme han pasado las semanas. Tengo que ajustar un par de cosas, pero el trabajo est¨¢ hecho¡±, repiti¨® antes retirarse a coger fuerzas.
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