Francia y el dolor de muelas
Siempre da la impresi¨®n de poder jugar a algo m¨¢s brillante, pero es muy s¨®lida cuando se pone por delante en el marcador
Han pasado solo siete d¨ªas y ya parece que tenemos algunas certezas. Y digo ¡°parece¡± porque en un torneo corto como la Eurocopa se pasa de la certeza al desastre en pocos minutos, en una acci¨®n aislada, en un fuera de juego mal tirado, o en un resbal¨®n del portero.
Repasemos mis certezas:
Por selecciones: se dir¨ªa que a Italia le ha sentado muy bien no ir al Mundial de Rusia 2018 para recomponer a su efectivo, rehacer su escuadra, apostar por muchos jugadores j¨®venes, sin olvidar a los veteranos que dominan los tempos del juego para mostrarse s¨®lida, r¨¢pida y, ?oh, sorpresa?, punzante en el ataque. Si ya la Liga italiana se hab¨ªa mostrado como una de las m¨¢s goleadoras, su selecci¨®n sigue esa misma estela. Y ya sabemos que una selecci¨®n vestida de azzurro es siempre un candidato muy serio.
En la misma l¨ªnea de los italianos podr¨ªamos poner a la brillante B¨¦lgica (escribo esto antes de su emotivo partido contra Dinamarca), a la eficaz Portugal y a la s¨®lida Francia, esa Francia que no s¨¦ si a ustedes les pasa lo mismo pero que a m¨ª me da siempre la impresi¨®n de poder jugar a algo m¨¢s brillante por el plantel que dispone pero que es un dolor de muelas cuando se pone por delante y puede contraatacar. Habr¨¢ que verla cuando el resultado le sea desfavorable.
Por puestos: se certifica que los puestos m¨¢s delicados en estas grandes lides son los de los que tienen relaci¨®n directa con el gol. Delanteros centro, o goleadores, ll¨¢melos como le plazca, y porteros son los sujetos m¨¢s observados. Bueno, eso y los banquillos, claro.
Mirando solo al grupo de Espa?a veremos que Morata, Berg y Lewandowski han salido muy da?ados de los primeros 90 minutos. Lo mismo podemos decir de Szczesny o de la solidez de la l¨ªnea defensiva espa?ola con esas ocasiones concedidas, aisladas, pero demasiado claras para viajar con tranquilidad por esta alta competici¨®n. Si me dejan un rato de mirada de portero yo dir¨ªa que ese es el asunto principal a equilibrar porque el del acierto en el ¨²ltimo remate, el ¨²ltimo tiro o el ¨²ltimo pase suele estar vinculado a lo individual y lo puntual mientras que lo defensivo suele ser un tema estructural.
Y si miramos a los banquillos tengo la sensaci¨®n de que la pr¨®xima excentricidad que podemos ver es la de alguna selecci¨®n que cambia a su seleccionador tras el primer partido, cuando a¨²n quedan posibilidades matem¨¢ticas para clasificarse. Todo en aras del resultado, de la efectividad, de lo inmediato. Aqu¨ª y ahora. Y punto.
Por importancia: siempre dijimos que el f¨²tbol es lo m¨¢s importante de lo menos importante pero pocas veces nos hemos encontrado tan de frente a esa realidad como en el momento en el que Christian Eriksen cay¨® desplomado en el c¨¦sped y todas las cuestiones secundarias desaparecieron para que solo la salud del jugador dan¨¦s fuera una prioridad. Tal vez por eso sorprende la celeridad de la UEFA por continuar con el partido con los jugadores, y el p¨²blico, en shock.
Lo podr¨ªa extender a que el defensor franc¨¦s Pavard siguiera jugando pese a su conmoci¨®n cerebral y con un protocolo escrito respecto a como actuar en estas situaciones y que determinaba de forma clara que el bravo defensa franc¨¦s hubiera debido ser sustituido.
?Era necesario seguir jugando en Copenhague y que Pavard siguiera en el campo? ?El espect¨¢culo siempre tiene que continuar? Me lo pregunto y m¨¢s, mucho m¨¢s, en estos tiempos en lo que tanto hemos o¨ªdo hablar de los valores del f¨²tbol como deporte confrontado a eso que se ha llamado el f¨²tbol como negocio. Pero son los hechos los que confirman y conforman los valores, no los discursos.
Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.