La tercera de Jakobsen cuando la Vuelta a Espa?a huele a Lagos
El neerland¨¦s celebra su 25? cumplea?os venciendo en Bezana la v¨ªspera de la subida en la que Roglic deber¨¢ asaltar el rojo de Eiking y defenderse de los ataques de Enric Mas
La idea le llega a Picasso, como ¨¦l mismo explica m¨¢s tarde, antes siquiera de tener tiempo para pensar, el instinto infantil del artista. Rebuscando en un mont¨®n de chatarra en la cuneta de una carretera, el malague?o encuentra un manillar de bicicleta oxidado y, a su lado, un viejo sill¨ªn Brooks agrietado. En un flash el ojo ¨ªbero de Picasso ve en ambos objetos la cabeza de un toro desarmada que es obligatorio recomponer. Como tal, como Cabeza de Toro, 1942, el...
La idea le llega a Picasso, como ¨¦l mismo explica m¨¢s tarde, antes siquiera de tener tiempo para pensar, el instinto infantil del artista. Rebuscando en un mont¨®n de chatarra en la cuneta de una carretera, el malague?o encuentra un manillar de bicicleta oxidado y, a su lado, un viejo sill¨ªn Brooks agrietado. En un flash el ojo ¨ªbero de Picasso ve en ambos objetos la cabeza de un toro desarmada que es obligatorio recomponer. Como tal, como Cabeza de Toro, 1942, el manillar y el sill¨ªn cuelgan a la altura de una canasta de baloncesto en una exposici¨®n en Santander que el pelot¨®n pasa rozando hacia la meta de Bezana, donde, el d¨ªa que cumple 25 a?os, Fabio Jakobsen se regala una tercera victoria al sprint. La celebra, en imitaci¨®n de otro gran artista creador y ciclista, Peter Sagan, adoptando la postura del incre¨ªble Hulk, tan verde al cruzar la l¨ªnea.
A rueda del gigante belga Jordi Meeus, un jovencito novato del Bora que le ense?a la trazada involuntariamente en los complicados recovecos de la llegada, el neerland¨¦s resucitado acomete la tarea de tal manera, embistiendo en la curva, m¨¢s que pedaleando, gozando del peligro que ama y del subid¨®n de adrenalina, que m¨¢s que un ciclista parece eso, un toro bravo, y quiz¨¢s haya que pensar que aunque parezca una cabeza de toro la escultura lo que en realidad cre¨® el instinto de Picasso, tan vivo e infantil, fue a un ciclista, que no es otra cosa que un sill¨ªn y un manillar lanzados a toda velocidad, con desprecio del riesgo, con amor por la emoci¨®n que le invade y contagia a los que le ven, y su hermanillo, de no m¨¢s de 12 a?os, salta de alegr¨ªa en la l¨ªnea de meta.
¡°Estoy en la luna. Seguro que todos los ni?os del mundo que quieran ser ciclistas sue?an con lo que yo he conseguido, tres victorias de etapa, el maillot verde, el d¨ªa de mi cumplea?os¡ Y un a?o despu¨¦s de dudar, en mis idas y venidas del hospital, si volver¨ªa a ser ciclista¡±, dice Jakobsen, cuyo objetivo los d¨ªas de Vuelta que quedan, cinco hasta el domingo jubiloso en Santiago, ser¨¢ el de sobrevivir al fuera de control en las monta?as de Asturias y Galicia, donde los toros y los ciclistas que m¨¢s que pedalear acometan ser¨¢n otros, los escaladores y los que creen que pueden ganar la Vuelta, una fe que no posee a tantos la v¨ªspera de Lagos.
Obviamente, el l¨ªder de rojo, el noruego Odd Eiking, ya desde hace una semana ah¨ª, no es uno de ellos, de los que tienen fe. ¡°No cuenten conmigo, en Lagos no resistir¨¦¡±, advierte el ciclista, uno de los pocos de entre los mejores que ya ha subido desde Cangas de On¨ªs pasando por la gruta de la Virgen por los 12 kil¨®metros de la empinada carretera (al 7% de media) que lleva hasta los 1.085 metros de los Lagos de Enol y La Ercina. Lo hizo en 2016, cuando solo ten¨ªa 20 a?os y era una de las mejores promesas del FDJ, el equipo franc¨¦s que le expuls¨® de la Vuelta, ya en Madrid, el a?o siguiente por, oficialmente, llegar borracho a la salida de la ¨²ltima etapa, al d¨ªa siguiente del traslado desde el Angliru en el que se despidi¨® del ciclismo Alberto Contador. Lleg¨® a seis minutos del ganador de la etapa y de la Vuelta, Nairo Quintana.
En su tercera Vuelta, Eiking vuelve a Lagos de l¨ªder (con 54s sobre el franc¨¦s Guillaume Martin, su compa?ero de la fuga de los 11 minutos regalados en Rinc¨®n de la Victoria, el martes hace ocho d¨ªas, quien tambi¨¦n es hombre de poca fe; 1m 36s sobre el donante del rojo, el l¨ªder virtual Primoz Roglic, y 2m 11s sobre el mejor espa?ol, Enric Mas), y solo espera no descomponerse mucho cuando los mejores empiecen a atacar, lo que esperan los aficionados deseosos.
¡°La Vuelta se podr¨¢ decidir en esta etapa m¨¢s que en el Gamoniteiru al d¨ªa siguiente¡±, analiza Contador, comentarista de televisi¨®n en su nueva vida postciclista, quien cree que la clave no ser¨¢ tanto la subida final sino el trabajo de zapa que el Movistar y el Ineos, los equipos bic¨¦falos de Mas, Superman L¨®pez, Egan Bernal y Adam Yates realicen en la doble ascensi¨®n, ya pasada la ruta que remonta el Cares por Arenas de Cabrales hasta Cangas, a la Collada Llomena (ocho kil¨®metros al 9%), el puerto in¨¦dito en la Vuelta que el buen conocedor de todas las carreteras y monta?as asturianas y las bicicletas, Jos¨¦ Enrique Cima, define como ¡°trampa¡±. ¡°Si a¨ªslan ah¨ª a Roglic, el esloveno tendr¨¢ luego que multiplicarse para salir a los ataques, y a ver, a ver¡¡±
Y uno que atacar¨¢, seguro, as¨ª lo anunci¨® y ser¨¢ fiel a su palabra, es Enric Mas, que se cay¨® saliendo de Laredo junto a medio pelot¨®n y, seg¨²n su equipo, solo se rompi¨® la ropa. El mallorqu¨ªn y Superman han subido una vez en competici¨®n. Fue en 2018, la ¨²ltima que ascendi¨® la Vuelta a esos parajes y gan¨® el franc¨¦s Thibaut Pinot, y no se les dio nada mal (entraron a 28s, L¨®pez, y a 34s), aunque el colombiano a¨²n lamenta no haber ganado una etapa en la que atac¨® y vol¨®. Roglic y Bernal no la conocen, sin embargo. Que la ignorancia no le preocupe a Roglic, amante de los an¨¢lisis enga?osos en v¨ªdeo de las subidas, es una suposici¨®n, pues desde que no es l¨ªder el esloveno se ha liberado del engorro de hablar para la prensa. Que a ¨¦l no le importa mucho lo dice el propio Bernal. ¡°Nunca he estado por Asturias¡±, dice el colombiano. ¡°Pero me han dicho que es muy dura. No me gusta ver v¨ªdeos porque no me quedo con nada. Ya estudiar¨¦ detenidamente el perfil¡ Y ya comprobar¨¦ si me va mejor la lluvia que anuncian o el calor que hemos pasado¡±.
La esperanza espa?ola es Mas. Alejado del ruido y de los focos, Mikel Landa, lee y espera tiempos mejores despu¨¦s de una Vuelta en la que la carretera no le ha permitido disfrutar ni un d¨ªa. No por ello el landismo desiste, antes al contrario. La fe de los creyentes en sus artistas siempre es m¨¢s fuerte cuanto m¨¢s grande parece la decepci¨®n a los pobres que no entienden en qu¨¦ consiste el verdadero genio, como los ojos infantiles que ven una cabeza de toro en una bici descoyuntada. Y crean ciclistas.
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