La huella francesa del Real Madrid

Eduardo Camavinga tiene espejos donde mirarse. La historia del Real Madrid est¨¢ salpicada de una veintena de compatriotas suyos. Algunos, como Kopa, Zidane, Varane y Benzema, transmitiendo a su paso un calado imperecedero que les hace formar parte de la leyenda del club. Despu¨¦s del f¨²tbol argentino (40 jugadores) y el brasile?o (38), el franc¨¦s es el que m¨¢s futbolistas ha aportado a la entidad en sus 119 a?os de vida. Por delante de uruguayos (12), port...

Eduardo Camavinga tiene espejos donde mirarse. La historia del Real Madrid est¨¢ salpicada de una veintena de compatriotas suyos. Algunos, como Kopa, Zidane, Varane y Benzema, transmitiendo a su paso un calado imperecedero que les hace formar parte de la leyenda del club. Despu¨¦s del f¨²tbol argentino (40 jugadores) y el brasile?o (38), el franc¨¦s es el que m¨¢s futbolistas ha aportado a la entidad en sus 119 a?os de vida. Por delante de uruguayos (12), portugueses y alemanes (11), e ingleses (10).

No es balad¨ª tampoco el hecho de que en 10 de las 13 Copas de Europa que ha ganado el club madridista siempre hubiera, al menos, un representante del f¨²tbol del pa¨ªs vecino. Solo en la primera (1956), quinta (1959) y sexta (1966; todos eran espa?oles) no hubo un fichaje galo.

En la segunda, tercera y cuarta (1957-59) fue el turno de Raymond Kopa, fichado del Stade de Reims y que hab¨ªa disputado contra el Real Madrid la final de la primera edici¨®n. Como madridista fue elegido Bal¨®n de Oro en 1958 y disput¨® 103 partidos, con 30 goles.

En la s¨¦ptima (1998), la de ?msterdam, Karembeu representaba el pabell¨®n. En sus tres temporadas jug¨® 82 encuentros y marc¨® 14 tantos. En la octava (2000), doblete galo en la plantilla. Con Karembeu en el banquillo, Anelka tom¨® el relevo en la final de Saint Denis. Se hab¨ªa convertido en el verano de 1999 en el fichaje m¨¢s caro hasta entonces del club (35 millones). Solo estuvo una temporada (32 choques y siete dianas).

La novena (2002), jugada en el hist¨®rico Hampden Park de Glasgow, pas¨® a los libros de texto como la final del gol de volea de Zidane. Por fin, despu¨¦s de dos finales perdidas con la Juventus, el de Marsella se hac¨ªa con el trofeo de las orejas grandes, como lo denominaba Di St¨¦fano. Su idilio con el Real Madrid no hab¨ªa hecho sino comenzar. A su lado, otro franc¨¦s, Makelele (145 duelos y dos goles). En la d¨¦cima (2014), en Lisboa, entraron en escena Varane y Benzema, que despu¨¦s ganaron de forma consecutiva la und¨¦cima de Mil¨¢n (2016) ¡ªel defensa no jug¨® la final por lesi¨®n¡ª, la duod¨¦cima de Cardiff (2017) y la decimotercera de Kiev (2018). La primera la conquistaron con Carlo Ancelotti en el banquillo y Zidane como ayudante. Y las tres ¨²ltimas ya con ZZ como m¨¢ximo responsable t¨¦cnico.

Zidane, Varane y Benzema forman la trilog¨ªa francesa por excelencia del siglo XXI. Zinedine, en su doble faceta de jugador (227 partidos, 49 goles) y entrenador (259 encuentros). En esta segunda, con tres Champions consecutivas, dos Ligas, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa y dos Supercopas de Espa?a. Varane se mantuvo 10 temporadas en el Bernab¨¦u antes de ser traspasado el pasado mes al Manchester United. De blanco gan¨® 18 t¨ªtulos (360 partidos, 17 goles).

La carrera de Benzema est¨¢ en pleno apogeo. Con contrato hasta 2023, lleg¨® al club en 2009 y ya ha conquistado 19 t¨ªtulos. Con sus 562 partidos es el noveno jugador con m¨¢s encuentros en la historia blanca y con 281 goles es el quinto en la clasificaci¨®n de realizadores. En total, los futbolistas franceses del Real Madrid acumulan 16 Copas de Europa, m¨¢s las tres consecutivas de Zizou como t¨¦cnico.

Tres d¨¦cadas de par¨¦ntesis

Para encontrar la primera conexi¨®n entre el f¨²tbol franc¨¦s y el Real Madrid hay que retroceder a las primeras dos d¨¦cadas del siglo pasado. Eran los primeros pasos del balompi¨¦ en Espa?a y apareci¨® la figura de Pedro Parages. Primero como jugador del Madrid Foot-ball, con el que conquist¨® cuatro Copas de Espa?a, el ¨²nico torneo oficial que se disputaba entonces. Despu¨¦s ejerci¨® de directivo antes de ser elegido presidente. Bajo su mandato (1916-26), el club recibi¨® el t¨ªtulo de Real por parte del rey Alfonso XIII y se levant¨® el primer estadio propio de la entidad, el campo de O¡¯Donnell. Normand y los hermanos Petit (Juan y Ren¨¦; este segundo considerado como el gran primer jugador de la historia del club) tambi¨¦n se vistieron de blanco en aquella ¨¦poca en la que el f¨²tbol espa?ol estaba todav¨ªa lejos de ser profesional.

En los 50 llegaron Hon y Luciano, y en los 60 lo hizo Lucien Muller, un fiel exponente de la escuela francesa, siempre caracterizada por la buena t¨¦cnica y su arraigada predilecci¨®n por el juego combinativo. El centrocampista, que despu¨¦s fichar¨ªa por el Barcelona, form¨® parte del Real Madrid que perdi¨® la final de la Copa de Europa del 64 ante el Inter.

M¨¢s de tres d¨¦cadas tuvieron que pasar hasta la llegada del siguiente fichaje desde el otro lado de los Pirineos, Christian Karembeu, procedente de la Sampdoria. Entonces, a finales de los 90 se volvi¨® a abrir una conexi¨®n que parec¨ªa olvidada y que con el tiempo se encontr¨® con alg¨²n fiasco por el camino, como el del centrocampista Julien Faubert, fichado en el mercado de invierno de 2009 y que en los seis meses que estuvo en el equipo solo disput¨® dos partidos.

El legado de Zidane se ampli¨® a dos de sus hijos, Luca y Enzo, que crecieron en la cantera del club. El primero, marsell¨¦s, de 23 a?os, portero, disput¨® dos partidos de Liga con el primer equipo mientras el segundo, nacido en Burdeos, centrocampista de 26 a?os, solo jug¨® uno de Copa contra la Cultural Leonesa en 2016.

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