Bagnaia gana el GP de Arag¨®n tras resistir hasta siete adelantamientos de M¨¢rquez
El piloto de Ducati logra su primer triunfo en MotoGP al imponerse al de Honda en un duelo magn¨ªfico en las tres ¨²ltimas vueltas
Un coraz¨®n palpita en la pantalla del televisor. Las pulsaciones de Pecco Bagnaia suben. Est¨¢ a 173. Si completara corriendo los cinco kil¨®metros del circuito de Alca?iz su coraz¨®n no se disparar¨ªa tanto. Y las pulsaciones todav¨ªa subir¨¢n m¨¢s. Queda por llegar el v¨¦rtigo puro al que lo someter¨¢ Marc M¨¢rquez en los ¨²ltimos giros. Tres vueltas de infarto. Una Ducati y una Honda a escasos cent¨ªmetros de distancia. Interiores de locos obra del mejor M...
Un coraz¨®n palpita en la pantalla del televisor. Las pulsaciones de Pecco Bagnaia suben. Est¨¢ a 173. Si completara corriendo los cinco kil¨®metros del circuito de Alca?iz su coraz¨®n no se disparar¨ªa tanto. Y las pulsaciones todav¨ªa subir¨¢n m¨¢s. Queda por llegar el v¨¦rtigo puro al que lo someter¨¢ Marc M¨¢rquez en los ¨²ltimos giros. Tres vueltas de infarto. Una Ducati y una Honda a escasos cent¨ªmetros de distancia. Interiores de locos obra del mejor M¨¢rquez, el M¨¢rquez al que MotoGP a?oraba. Atrevido, irreverente, cabezota. El M¨¢rquez que lo intenta siempre, pese al cuerpo que se resiste a volver a ser el que era, pese a la moto que todav¨ªa est¨¢ por afinar. La l¨ªnea delicada y la frenada agresiva de un Bagnaia inmenso; la aceleraci¨®n maravillosa de la Ducati a la salida de las curvas para defender la posici¨®n y no caer en la trampa del 93. No le tembl¨® la mu?eca al italiano, que resisti¨®, jabato, el envite salvaje del espa?ol. Consigui¨® el chico de Tur¨ªn su primera victoria en MotoGP. Y la batalla, al l¨ªmite, pero limpia, se sald¨® con un abrazo en el parque cerrado.
El triunfo del de Ducati se ha ido cultivando desde el a?o pasado. Con carreras geniales y un podio en San Marino al que le sucedieron otro cuatro podios este curso, en el que encontr¨® la regularidad y se postul¨®, especialmente tras este fin de semana en Arag¨®n, como el ¨²nico rival para Fabio Quartararo, desaparecido este domingo en un circuito que siempre le cay¨® gordo.
Sal¨ªa Bagnaia desde la pole position. Puso la directa y se coloc¨® en cabeza. Lanzado desde la cuarta posici¨®n de la parrilla, M¨¢rquez le tom¨® la matr¨ªcula y se peg¨® al col¨ªn de la Desmosedici. Sab¨ªa el catal¨¢n qui¨¦n era el hombre a batir y no quer¨ªa perderlo de vista. Les bastaron un par de giros para alejar al resto del pelot¨®n. Y eso que Miller, con la otra Ducati oficial, excepcional su rendimiento este fin de semana en Motorland, se esforz¨® por no perderles de vista. Hab¨ªa, aparentemente, muchos candidatos al triunfo y varias motos capaces de subir al podio. Hab¨ªa bastante marcas capaces de sortear esos bruscos cambios de direcci¨®n de Motorland, tambi¨¦n esa suerte de r¨¦plica del famoso Sacacorchos de la a?orada Laguna Seca, esos cambios de rasante, esas curvas peraltadas. Pero el duopolio de este gran premio de Arag¨®n lo ostentaron finalmente Bagnaia y M¨¢rquez, que estiraban las distancias f¨¢cilmente en cuanto le daban un poco m¨¢s a la maneta del gas.
Tras ellos, mand¨® Miller hasta que cometi¨® un error despu¨¦s de diez vueltas que le oblig¨® a alargar la trazada, salirse de la pista y ceder posiciones ante Joan Mir (Suzuki) y Aleix Espargar¨® (Aprilia), tercero y cuarto finalmente. No pudo siquiera resistir el empuje de ese segundo grupo el l¨ªder del Mundial, Quartararo, que se pele¨® con Bastianini y Nakagami para terminar en la octava posici¨®n.
Sud¨® Quartararo para sumar ocho puntos casi tanto como sudaron Bagnaia -ahora a 53 puntos del franc¨¦s en la general- y M¨¢rquez, protagonistas de un duelo de los que se ve¨ªan pocos ¨²ltimamente. ¡°Creo que me ha adelantado siete veces¡±, resoplaba el italiano, consciente de lo dif¨ªcil que era aguantar en pie a semejante ataque del ocho veces campe¨®n del mundo. Fueron, efectivamente, siete los adelantamientos fallidos que acumul¨® M¨¢rquez en las ¨²ltimas tres vueltas. Despu¨¦s de pasarse 20 vueltas a medio metro del col¨ªn de la Ducati, estudiando la trazada de Pecco y su frenada deliciosa, el de Honda sab¨ªa exactamente d¨®nde meterle la rueda. Era consciente de que las opciones eran escasas. El italiano defend¨ªa su posici¨®n con la misma excelencia con la que martille¨® el cron¨®metro vuelta a vuelta. Pero le ten¨ªa ganas M¨¢rquez a un cara a cara como ese.
Y prob¨® hasta que se acabaron los metros. Prob¨® en las curvas cuatro y cinco, dos sucesivas a la izquierda de un trazado en el que se corre en el sentido contrario a como avanzan las agujas del reloj, lo que favorece al pilotaje yanqui del de Cervera, tan aficionado a apurar la frenada y hacer derrapar el neum¨¢tico en curvas a la izquierda. En el plan estaba tambi¨¦n atacar en la curva siete, pero no fui capaz. ¡°Ya nunca ataco en curvas a la derecha. No puedo¡±, confes¨®, en referencia a su todav¨ªa renqueante estado f¨ªsico tras la fractura en el h¨²mero hace m¨¢s de un a?o. Pero prob¨® en el cambio de direcci¨®n de las curvas 14 y 15: derecha, izquierda y una recta de casi un kil¨®metro. Volvi¨® a intentarlo en la cinco. Y en la 14 y la 15. Y en la ¨²ltima vuelta prob¨® tambi¨¦n a adelantar a Bagnaia en la primera curva; otra vez en la cinco. Y se sali¨® en la 12, se fue largo, tras un ¨²ltimo intento. ¡°Por intentarlo no ha sido. Pero me costaba. He llegado a dudar si seguirlo o no, pero lo he querido intentar, aunque me cayese¡±, explicaba M¨¢rquez, feliz por volver a subir al podio. No se cay¨®, pero tampoco pudo con Pecco, fabuloso en aceleraci¨®n. Excelente encontrando el hueco preciso por el que recuperar la posici¨®n perdida.
¡°Ganar con una gran distancia es bonito, pero ganar as¨ª, con una batalla en las ¨²ltimas vueltas, es mucho m¨¢s divertido. Lo prefiero. Nunca hab¨ªa ganado una carrera as¨ª¡±, se felicit¨® Bagnaia. Y los 13.578 espectadores presentes en las gradas del circuito de Alca?iz aplaudieron a rabiar por el espect¨¢culo.
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