David de Gea para un penalti tras 40 lanzamientos
El espa?ol asegura la victoria del United ante el West Ham (1-2) al detener una pena m¨¢xima despu¨¦s de cinco a?os

El autor del prodigio no fue Cristiano, que hizo m¨¦ritos para estar en todos los fotogramas de un partido extenuante. Un homenaje a la fricci¨®n, empapado en lluvia, sudor y clorofila de corral ingl¨¦s, como en los tiempos primigenios del f¨²tbol r¨²stico y alegal. El hombre del partido fue De Gea, que acab¨® rugiendo de orgullo, barbudo, desali?ado, feliz de verse solo en un aprieto y de salir airoso.
Muchas veces a lo largo de su carrera, David de Gea dio la impresi¨®n de estar aburrido del f¨²tbol. Como si la rutina de la competici¨®n no le entusiasmara, hab¨ªa momentos en que parec¨ªa adormecido, triste, o simplemente despistado. Como si lo suyo fuese la escalada libre en roca, sus mejores momentos coincidieron con los m¨¢s extremos. Sea como sea este peculiar portero, la vida al l¨ªmite es lo ¨²nico que parece interesarle realmente. No es poco trat¨¢ndose el suyo de un oficio reservado a los que est¨¢n hechos de una pasta psicol¨®gica especial. Lo demostr¨® parando el penalti que asegur¨® el 1-2 en el minuto 94 del partido que disput¨® el Manchester United contra el West Ham en el London Stadium, este domingo. Es la primera pena m¨¢xima que detiene desde el 23 de abril de 2016, contra el Everton. Desde entonces hab¨ªa recibido 40 goles en 40 lanzamientos (25 en el tiempo reglamentado y 15 en tandas de desempate).
¡°?Vamos!¡±, celebr¨® con Maguire, en espa?ol, como si su compa?ero fuese de Cuenca, tras estirarse hacia su izquierda para palmear el garrotazo que le lanz¨® Mark Noble a media altura, cerca del palo. A sus 30 a?os, De Gea estaba euf¨®rico. Sus colegas tambi¨¦n. Corrieron todos a abrazarle en medio del campo, ante la muchedumbre enmudecida. Hasta el entrenador, Ole-Gunnar Solskjaer, atraves¨® el prado a la carrera para unirse a la fiesta. La victoria aseguraba al United el segundo puesto de la clasificaci¨®n igualado a 13 puntos con el Liverpool y el Chelsea. Tras cinco jornadas disputadas, la posici¨®n adquir¨ªa un relieve un d¨ªa despu¨¦s del empate del City con el Southampton (0-0) y a solo cuatro d¨ªas del decepcionante debut en Champions, con derrota ante el Young Boys.
Los mejores jugadores del United son Cristiano, Pogba y Bruno Fernandes. Pero el equipo est¨¢ construido de tal manera que en su juego pesan m¨¢s los dos pivotes que todo lo dem¨¢s. Es la gran paradoja de este proyecto deslumbrante, escorado hacia Fred y McTomminay, dos operarios del extrarradio, dos funcionarios duplicados, gente seria pero incapaz de socorrer a Pogba y Bruno cuando los espacios se estrechan y el tiempo vuela, en la garganta que conduce al ¨¢rea rival. A partir de este esquema disfuncional result¨® que el West Ham se emparej¨® con su temible visitante. Puestos a pelear balones divididos y a correr en transiciones interminables, los esfuerzos valieron m¨¢s o menos lo mismo. El gol de Benrahma con un tiro desde fuera del ¨¢rea que rebot¨® en Varane puso de manifiesto la invalidez del doble pivote para cumplir su funci¨®n primordial y dej¨® en evidencia un bloqueo del que el United solo sali¨® a golpe de heroicidad. Una conexi¨®n imparable de Bruno y Cristiano (1-1) y un tirazo de Lingard, con permiso de Zouma, (1-2) obraron la remontada cuando faltaba un minuto para el cumplimiento del tiempo reglamentario.
¡°David es un hombre diferente¡±
El United, que hab¨ªa sobrevivido el ¨²ltimo cuarto de hora metido en su ¨¢rea despejando balones, respiraba aliviado cuando Shaw desvi¨® un centro con la mano y el VAR advirti¨® del penalti. Corr¨ªa el minuto 93. En un alarde de intervencionismo, el t¨¦cnico, David Moyes, dio entrada al mito local, el veterano Mark Noble, experto en lanzar penaltis. El honorable Noble, ojeroso, ajado por el tiempo como una reliquia, parec¨ªa un elemento extempor¨¢neo caminando sobre el pasto mojado por la lluvia. Parec¨ªa un inspector de aduanas en el desierto cuando se vio de pronto en un partido en el que no hab¨ªa pintado nada con el encargo de resolverlo. Hizo lo que pudo. Abri¨® el pie y le peg¨® con fuerza, a media altura, hacia su costado menos natural, anunci¨¢ndolo a partir de una carrera demasiado transversal a la porter¨ªa. De Gea se tir¨® hacia donde apunt¨® el ejecutor.
¡°David es un hombre diferente¡±, dijo Solsjkaer, euf¨®rico. ¡°Pidi¨® acortar sus vacaciones para entrenarse. Quer¨ªa demostrar lo bueno que es¡±.
Su parada le redime despu¨¦s de una temporada plagada de cr¨ªticas en la que fue suplente hasta 12 veces en Premier. La ausencia de p¨²blico pudo perjudicarle, a ¨¦l que saborea el f¨²tbol por la adrenalina que produce, m¨¢s que a otros.
Tuchel, disgustado en la victoria
¡±No estoy en absoluto satisfecho con los primeros 45 minutos¡±, dijo Thomas Tuchel, t¨¦cnico del Chelsea, en los vestuarios del nuevo White Hart Lane, tras un partido cuyo resultado inspiraba alegr¨ªa en los hinchas visitantes. Se impuso el Chelsea al Tottenham por 0-3 y todo eran para bienes en las cabinas de comentaristas hasta que Tuchel se?al¨® que hay victorias que camuflan miserias. Su cr¨ªtica apunt¨® a Mason Mount, sustituido en el descanso tras dar muestras evidentes de displicencia junto con Lukaku, que disfrut¨® de una tarde de cierta dispersi¨®n. Si el Chelsea se adelant¨® fue gracias a un c¨®rner cabeceado por Silva y a un remate de fuera del ¨¢rea de Kant¨¦ que iba fuera hasta que rebot¨® en Dyer (0-2). Los tres puntos le aseguran el liderato compartido con Liverpool y United.
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