Kun Ag¨¹ero: ¡°Mi padre siempre dice que juego mal, tambi¨¦n hoy¡±
El delantero azulgrana conversa con EL PA?S sobre la muerte de Maradona, Guardiola, la salida de Messi y la marginalidad en Argentina
Sergio Kun Ag¨¹ero (Buenos Aires, 33 a?os) es cercano y carism¨¢tico. Nada que no conozcan sus m¨¢s de 3,5 millones de seguidores en Twitch (plataforma digital). Le gusta hablar y es divertido. Pero en la conversaci¨®n tiene los brazos cruzados. El f¨²tbol es su trabajo y las consolas, su pasatiempo. Se relaja cuando habla de su infancia, cuando recuerda el barrio de Los Eucaliptus, una villa en Quilmes, al sur de Buenos Aires. Entonces se apasiona. Busca explicarse y ya no le importa el reloj. Campe¨®n de Am¨¦rica...
Sergio Kun Ag¨¹ero (Buenos Aires, 33 a?os) es cercano y carism¨¢tico. Nada que no conozcan sus m¨¢s de 3,5 millones de seguidores en Twitch (plataforma digital). Le gusta hablar y es divertido. Pero en la conversaci¨®n tiene los brazos cruzados. El f¨²tbol es su trabajo y las consolas, su pasatiempo. Se relaja cuando habla de su infancia, cuando recuerda el barrio de Los Eucaliptus, una villa en Quilmes, al sur de Buenos Aires. Entonces se apasiona. Busca explicarse y ya no le importa el reloj. Campe¨®n de Am¨¦rica, m¨¢ximo goleador de la historia del Manchester City, Ag¨¹ero aterriz¨® en un verano convulso en el Barcelona y ahora est¨¢ a punto de debutar tras recuperarse de una lesi¨®n en el gemelo derecho. Este mi¨¦rcoles ya disput¨® un amistoso.
Pregunta. ?C¨®mo es la interacci¨®n con el p¨²blico en Twitch y en un campo del f¨²tbol?
Respuesta. Totalmente diferente. En el mundo virtual intento imaginar qu¨¦ es lo que piensa la gente que est¨¢ del otro lado. Intento buscar an¨¦cdotas y contarles cosas que me pasaron que les puedan resultar interesantes. Adem¨¢s, la interacci¨®n es directa: me escriben en el chat. Y, cuando me ven jugar [a videojuegos], se r¨ªen. Parece que les gusta que sea malo.
P. En el campo de f¨²tbol seguro que malo no es.
R. No, ah¨ª me defiendo a muerte. En la cancha, la gente viene a ver lo que hice toda mi vida. No hablo, juego.
P. ?Est¨¢ c¨®modo exponi¨¦ndose?
R. No tiene nada que ver lo que sent¨ªs cuando hac¨¦s un streaming respecto de lo que te pasa cuando ves que sal¨ªs en los medios de comunicaci¨®n porque ten¨¦s una determinada pareja. Eso s¨ª que lo trato de evitar. En ese sentido, no me interesa exponerme. Pero tambi¨¦n tengo claro que soy una persona p¨²blica.
P. ?No lo tuvo f¨¢cil cuando su pareja era la hija de Maradona?
R. Si quer¨ªa evitar exponerme, eso fue todo lo contrario. Me fui acostumbrando.
P. ?Lo pas¨® mal?
R. No. Es la hija de Diego y eso ten¨ªa una determinada repercusi¨®n. Lo que generaba Diego era inmenso.
P. ?C¨®mo vivi¨® la muerte de Maradona?
R. Mal, muy mal. ?C¨®mo lo pod¨ªa vivir? Ten¨ªa partido de Champions ese d¨ªa. Cuando me enter¨¦, pens¨¦ que era mentira, como tantas otras veces. Pero como ve¨ªa que cada vez lo dec¨ªa m¨¢s gente, le pregunt¨¦ directamente a la mam¨¢ de Benjam¨ªn [el hijo de 12 a?os que tiene con Gianinna Maradona]. Me acuerdo hasta lo que le pregunt¨¦. ¡°?Es verdad o no?¡±, le escrib¨ª. Me contest¨® que s¨ª.
P. ?Qu¨¦ hizo?
R. Pensaba en mi hijo. En que lo ten¨ªa que llamar. Me preocupaba mucho c¨®mo se iba a enterar de la noticia. Cuando pudimos hablar, ya lo sab¨ªa por un compa?ero de colegio. Diego y Benja se llevaban muy bien. Diego era un fen¨®meno con mi hijo. Y Benja lo amaba. Le ped¨ª a mi hermana que lo fuera a buscar al colegio y que lo intentara distraer. Al d¨ªa siguiente me escribi¨®: ¡°Pap¨¢, quiero ir a verlo¡±.
P. ?Qu¨¦ le dijo?
R. La idea no me gustaba. Ten¨ªa miedo de que se quedara con un mal recuerdo. Pero como ¨¦l quer¨ªa, lo dej¨¦ ir. Fue al velatorio en la Casa Rosada con su madre.
P. ?Le coment¨® algo al d¨ªa siguiente?
R. S¨ª, claro. Me dijo que le dio un beso y que se puso a llorar. Yo intentaba contenerme para que mi hijo no me viera mal. Fueron d¨ªas muy dif¨ªciles. Al menos, Benja se pudo despedir de su abuelo.
P. Maradona fue, en su momento, el mejor del mundo. ?Usted se sinti¨® entre los mejores?
R. Jugaba para eso. En el City hice las cosas muy bien para que la hinchada y los periodistas me pudieran valorar como a uno de los mejores del mundo. S¨¦, claramente, que hay otros mejores y no tengo problema en reconocerlo. Pero me fue bien. Estuve a un nivel alto y gan¨¦ muchos t¨ªtulos.
P. ?La diferencia entre usted y jugadores como Messi y Cristiano es t¨¦cnica o mental?
R. Futbol¨ªstica. Ese talento viene de f¨¢brica.
P. ?El de Cristiano tambi¨¦n?
R. Es m¨¢s delantero que Leo. Y lo que tiene ¨¦l, como todo goleador, es que cuando est¨¢ con confianza hace goles, goles y goles.
P. ?A usted le falt¨® dar algo m¨¢s?
R. Muchas veces pens¨¦ qu¨¦ era lo que me faltaba. Y un d¨ªa le pregunt¨¦ a Leo. Me dijo que para tener chances de ganar el Bal¨®n de Oro ten¨ªa que ganar la Champions. Y tiene raz¨®n. Es importante tambi¨¦n el tema de copas con las selecciones. Mire el caso de Cannavaro, por ejemplo, cuando gan¨® el Mundial en 2006. Jugu¨¦ grandes temporadas, met¨ª muchos goles y gan¨¦ muchos t¨ªtulos, pero no estaba en la final de la Champions. Y, justamente, el a?o pasado cuando llegamos a la final, tuve el problema de la rodilla, la covid y las diferentes lesiones.
P. ?Y problemas con el entrenador?
R. No. Nunca tuve problemas con Guardiola. Jam¨¢s discut¨ª con ¨¦l. S¨ª tuvimos que aclarar cosas. Cuando lleg¨®, como no nos conoc¨ªamos, tuvimos una etapa un poco de tanteo. Los ¨²ltimos tres a?os fueron fant¨¢sticos. Nada que decir. Es un entrenador que siempre quiere el m¨¢ximo. Si tiene una idea de partido en la cabeza la hace. Le da lo mismo si tiene que dejar fuera del equipo al que hab¨ªa marcado tres goles en los ¨²ltimos partidos. Le da lo mismo el nombre del jugador. Salvo que sea Messi. Siempre acept¨¦ cuando me toc¨® jugar y cuando no. Gabriel Jes¨²s, nada m¨¢s aterrizar en M¨¢nchester, empez¨® a jugar de titular. No dije nada.
P. ?Pero en qu¨¦ pensaba?
R. En que ya llegar¨ªa mi momento, que ten¨ªa que seguir trabajando. Y no me olvido. Gabriel Jes¨²s se lesion¨® en un partido contra el Bournemouth. No hab¨ªa delanteros y me toc¨® jugar. En esos tres meses met¨ª 20 goles. Le di a Pep la confianza que necesitaba.
P. ?Se arrepiente de haber fichado por el Bar?a?
R. No. Vamos a ser sinceros. ?Qu¨¦ jugador no quiere estar en el Bar?a? Yo te dir¨ªa que a la mayor¨ªa de los futbolistas les gustar¨ªa vestir esta camiseta, por m¨¢s que el Bar?a est¨¦ bien o mal. Llegu¨¦ con la expectativa de jugar con Leo y de que se armara un buen equipo, que era lo que el club trataba de hacer. Cuando me llamaron pens¨¦: ¡°Me da igual lo que me paguen. Me pongo bien y voy a ayudar al equipo en lo que m¨¢s pueda¡±.
P. ?Como titular?
R. Solo te pod¨¦s considerar titular cuando hac¨¦s las cosas bien y ayud¨¢s al equipo. Si no, no. Y eso es en lo que pienso. En ayudar al equipo con alg¨²n gol cada vez que me toque jugar. M¨¢s all¨¢ de los cambios que pasaron, que entre ellos est¨¢ la salida de Leo.
P. ?Fue dif¨ªcil ese momento?
R. Fue un momento de shock. ?l estaba muy mal. Cuando me enter¨¦ no lo pod¨ªa creer. Ese s¨¢bado lo fui a ver a su casa. Y, por mi personalidad, como no lo ve¨ªa bien, intentaba hacer que se olvidara de lo que hab¨ªa pasado. Ve¨ªa que estaba medio apagado y lo intentaba distraer. Le contaba de mi equipo de Esports y las cosas que est¨¢bamos haciendo.
P. ?Cu¨¢l fue su primera consola?
R. La Family Game. La del Mario Bros. Me la consigui¨® mi viejo. La compr¨® usada. Todav¨ªa viv¨ªamos en la villa.
P. ?Y la primera pelota?
R. La ped¨ª para Reyes. Hab¨ªa que esperar un a?o para cada regalo. Yo siempre jugaba con la pelota de mis amigos. El problema que ten¨ªamos en el potrero era que atr¨¢s de uno de los arcos hab¨ªa una palmera. Y si tirabas la pelota ah¨ª, se pinchaba. Era catastr¨®fico. Yo a mi pelota la cuidaba. Era pillo: eleg¨ªa a los buenos para jugar. Los malos la tiraban siempre a la palmera.
P. ?Recuerda la ¨²ltima vez que fue a la villa?
R. Ten¨ªa 16 a?os. Cuando pregunt¨¦ por los chicos con los que me juntaba, uno estaba muerto, el otro preso, a otro lo buscaba la polic¨ªa. Chicos de 15 a?os. Todav¨ªa mantengo contacto con algunos de mis amigos. Seguimos hablando, m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s.
P. ?C¨®mo era su vida en el barrio de Los Eucaliptus?
R. Escucho a hablar a la gente de las villas y pienso que no tienen ni idea de lo que es. El que est¨¢ ah¨ª tiene otra vida. Est¨¢ en su mundo. Hay como un sistema propio, con sus verduler¨ªas, con sus carnicer¨ªas y con sus almacenes. Hay de todo. Y todo a un precio asequible para la gente de la villa. El problema es que es muy dif¨ªcil progresar. Le pas¨® a mi viejo. Buscaba trabajo y muchas veces no se lo daban cuando dec¨ªa el lugar en el que viv¨ªa. Y eso sigue pasando. Hay gente complicada, tambi¨¦n. Claro. Pero tambi¨¦n hay mucha, como mis viejos, que son gente de laburo, que quieren lo mejor para ellos y para su familia. Pero parece que quieren que nos quedemos siempre ah¨ª. Que vivamos nuestra vida ah¨ª.
P. ?Y c¨®mo se sale? ?Con un talento como el suyo?
R. Ten¨¦s que tener talento, s¨ª. Y suerte. Mucha suerte. Necesit¨¢s a alguien que te ayude. Yo ten¨ªa a mi viejo, que conoc¨ªa una persona que trabajaba en Independiente. Y todos los a?os le iba a romper las pelotas para que me hicieran una prueba. Si no hubiese sido por ¨¦l, no hubiese llegado. He hablado con otros chicos, como Carlos T¨¦vez, y todos vivieron una situaci¨®n similar.
P. ?Solo se puede salir con el f¨²tbol? ?Y si se estudia?
R. El que vive en la villa tiene que ir a un colegio p¨²blico. Voy a contar lo que me pas¨® a m¨ª. No s¨¦ c¨®mo es ahora. Cuando pas¨¦ a Independiente, el club me mand¨® a un colegio privado. Ten¨ªa 12 a?os. En el privado estaban haciendo divisiones de tres cifras y yo en el p¨²blico hac¨ªa de una. Imag¨ªnese la diferencia. No estaba capacitado para estar ah¨ª. Y me empec¨¦ a sentir mal. No me sent¨ªa c¨®modo ni libre. Quer¨ªa volver a mi lugar, en el que la maestra me entend¨ªa. Es una l¨¢stima que eso pase. Es una l¨¢stima que se tenga que recurrir a colegios privados.
P. ?Hay una soluci¨®n?
R. Quiz¨¢ la soluci¨®n pasa por una mayor participaci¨®n de las municipalidades (ayuntamientos). No tiene que ser un tema nacional. Un presidente no puede hacer magia. La propia municipalidad tiene que intentar darle trabajo a la gente. Yo no s¨¦ de pol¨ªtica, pero s¨¦ lo que pasa en una villa. La gente habla mal de las redes sociales. Y puede ser que en algunas cosas tengan raz¨®n. Pero, al menos, en las redes sociales se muestra la realidad de lo que pasa. Antes la gente solo pod¨ªa ver lo que pasaba en la tele. Eso no es la verdad. Entonces, el que vive en la villa siente que le mienten. Yo viv¨ª en los dos lados. S¨¦ c¨®mo son las cosas.
P. ?Le agradeci¨® a su padre?
R. Claro. A los dos, a mi mam¨¢ tambi¨¦n. Pero a mi viejo le pregunt¨¦ por qu¨¦ me romp¨ªa tanto las pelotas. Siempre me dec¨ªa que jugaba mal. Hasta el d¨ªa de hoy.
P. A Messi le pasaba lo mismo.
R. S¨ª. Lo hemos hablado. Y nos cagamos de risa. Mi viejo fue muy estricto y buscaba que no me relajara. De grande le pregunt¨¦: ?Che, por qu¨¦ me cagabas a pedos? ?Por qu¨¦ no me dejabas ir a jugar a la pelota?
P. ?Qu¨¦ le contest¨®?
R. Que lo hac¨ªa porque se daba cuenta de que yo ten¨ªa mucha calidad y que sacaba mucha diferencia. Quer¨ªa meterme en la cabeza que me encantara el f¨²tbol. Cada vez que me prohib¨ªa jugar, a m¨ª m¨¢s me gustaba jugar a la pelota, m¨¢s quer¨ªa ir a entrenar. Hoy cambi¨® mucho todo.
P. Por ejemplo...
R. Antes, en mi ¨¦poca, hab¨ªa mucho respeto a los m¨¢s grandes y al entrenador, obviamente. Si te dec¨ªan algo, o te pegaban una patada, te la aguantabas. Si alg¨²n grande te hac¨ªa una broma, te quedabas callado. Pero todo eso que nosotros sufrimos, ahora no lo hacemos. Y, como hoy a los j¨®venes los tratamos diferente, ellos se pasan de confianza. A veces hay que poner un poco de l¨ªmites. Hoy a los j¨®venes les afecta mucho lo que se les dice. Se ofenden cuando les dec¨ªs que jugaron mal. Y hasta les baja la moral. Es incre¨ªble. Tengo buena onda con los m¨¢s chicos y busco la manera de decirles las cosas para que no se lo tomen mal. Yo quiero ganar. No quiero un compa?ero bajo de moral. Pero me pasa lo mismo con mi hijo. Si le dijo algo, se enoja.
P. ?Juega bien?
R. Juega bien. Pero si te gusta el f¨²tbol ten¨¦s que tener otra mentalidad. El sacrificio es muy importante. La ¨²ltima vez que vino a verme me pregunt¨®: ¡°?Nunca faltaste a un entrenamiento?¡±. Nunca, le contest¨¦. Le cambi¨® la cara. La mayor¨ªa de los jugadores que llegan es por la disciplina, por el respeto que muestran y porque son muy responsables. Me gustar¨ªa que Benja fuese futbolista, pero si no le gusta quiero que estudie. Que tenga la posibilidad que yo no pude tener.
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