Ag¨¹ero, entre Guardiola y el Twitch
El goleador hist¨®rico del City afronta los ¨²ltimos meses de su contrato desempe?ando un papel marginal y exasperando a su t¨¦cnico, que recela de su condici¨®n de estrella ¡®gamer¡¯
¡°?Estuviste en la Bombonera?¡±, le preguntaba Sergio Ag¨¹ero, de 32 a?os, a su hijo Benjam¨ªn, de 12. ¡°S¨ª¡±, respond¨ªa el ni?o, encapuchado en un ch¨¢ndal blanco de Balenciaga, p¨¢lido y visiblemente aburrido ante la pantalla que lo graba en directo. ¡°?Viste jugar a Palermo?¡±, lo inquir¨ªa el padre. ¡°S¨ª, pero era muy chico y no me acuerdo¡±.
Inmovilizado por una lesi¨®n de menisco y por la pandemia, en la primavera de 2020 Sergio Ag¨¹ero cre¨® Slakun10, una cuenta en Twitch TV, y comenz¨® a retransmitir sus tediosas jornadas dom¨¦sticas de futbolista ocioso ante una audiencia millennial que lo recibi¨® fascinada. Su desconocimiento patente de los c¨®digos que maneja la ¨²ltima generaci¨®n de devotos de la tecnolog¨ªa, mitad seres humanos mitad gamers, caus¨® gracia y enganch¨® a una multitud de tres millones de curiosos convertidos en suscriptores y, autom¨¢ticamente, en clientes. Gracias a esta multitud de nuevos seguidores, probablemente tan ignorantes como Benjam¨ªn de cosas tan remotas e inexplicables como Mart¨ªn Palermo, el Kun se hizo m¨¢s rico y m¨¢s exasperante a ojos del cartesiano Pep Guardiola y la directiva del Manchester City.
La relaci¨®n entre el entrenador m¨¢s influyente del mundo y el jugador m¨¢s popular de su equipo fue compleja desde que ambos coincidieron en 2016. El entendimiento exigi¨® largos proleg¨®menos explicativos, cenas de conciliaci¨®n en el restaurante Salvi¡¯s, y toda una bater¨ªa de marchas y contramarchas de tensi¨®n, distensi¨®n y aproximaci¨®n diplom¨¢tica, en vista de lo poco que se parec¨ªa el car¨¢cter del m¨¢ximo goleador hist¨®rico del club a lo que Guardiola cre¨ªa que deb¨ªa ser un competidor fiable. Cuando por fin el delantero comenz¨® a encajar en el exhaustivo ataque del City, tras la conquista de la segunda Premier consecutiva en 2019, la senda que los un¨ªa se bifurc¨®. El 26 de febrero de 2020, la noche que el equipo ingl¨¦s salt¨® al Bernab¨¦u a disputar los octavos de la pasada Champions, el jugador no figur¨® en la alineaci¨®n. Fue una sorpresa. Desde entonces, ha transcurrido un a?o sin que Ag¨¹ero haya sido titular m¨¢s de cuatro veces, entre la lesi¨®n de rodilla, una infecci¨®n de covid-19 y el desencuentro t¨¢ctico. El s¨¢bado pasado en Craven Cottage disput¨® sus primeros 90 minutos. Fue para facilitar la rotaci¨®n de Sterling, Mahrez, De Bruyne y G¨¹ndogan, en v¨ªsperas de la vuelta de los octavos de Champions ante el Borussia M?nchengladbach, pr¨¢cticamente resuelta desde la ida (0-2)
¡°Todos los que quieran subirse al autob¨²s est¨¢n m¨¢s que bienvenidos¡±, dijo Guardiola, tras la victoria ante el Fulham (0-3) con un tanto de penalti del argentino.
Guardiola insinu¨® que estar o no estar en su autob¨²s imaginario es cuesti¨®n de voluntarismo. Si no apunt¨® a las famosas veleidades del jugador, lo pareci¨®. Fuentes pr¨®ximas al City indican que en el club cundi¨® el malestar por la actitud displicente que mostr¨® entreg¨¢ndose con m¨¢s fervor a Twitch que a supuestos deberes profesionales derivados de su condici¨®n de jugador de primer nivel. Guardiola siempre desconfi¨® de los empleados que no mostrasen una vocaci¨®n casi clerical por el oficio. Y cuanto m¨¢s marginado se ve¨ªa Ag¨¹ero, m¨¢s desafiante parec¨ªa en su chorreo de indiscreciones banales lanzadas a su nueva audiencia global, como aquella en la que confes¨® que le sobra el Aventador de un mill¨®n y medio de euros: ¡°No s¨¦ para qu¨¦ mierda me compr¨¦ un Lamborghini¡±.
Ag¨¹ero apenas disput¨® 90 minutos repartidos en cuatro partidos a lo largo de la racha de 19 jornadas de Premier que marcaron la ascensi¨®n del City al liderato, entre el 21 de noviembre y el 7 de marzo. Su participaci¨®n ha sido irrelevante en un modelo que sublim¨® las llegadas al ¨¢rea rival con asociaciones en espacios reducidos a cargo de falsos nueves de nuevo cu?o. Guardiola prob¨® con Mahrez, con Sterling, con Ferran Torres, con Gabriel Jes¨²s, y hasta con De Bruyne y Bernardo Silva. Todos hicieron sus goles.
¡°Hay partidos en los que necesito un punta¡±, respondi¨® el t¨¦cnico hace unas semanas, ¡°otros en los que prefiero jugar sin un punta puro; y otras en las que necesito un delantero que baje a combinar con los centrocampistas. Pero tanto si juegas con nueve como si no, al ¨¢rea contraria tenemos que llegar con seis o siete jugadores¡±.
El carrusel posterg¨® al argentino durante semanas aunque, como observ¨® Juanma Lillo, segundo entrenador del City, la capacidad de Ag¨¹ero para controlar el bal¨®n con pegamento y encarar en espacios reducidos lo convert¨ªa en un socio ideal en el modelo de presi¨®n alta del City.
El City busca un relevo
Pocos delanteros re¨²nen m¨¢s cualidades t¨¦cnicas que Ag¨¹ero para encajar en el molde del nueve de Guardiola. A los 32 a?os, convertido con 180 goles en el m¨¢ximo anotador hist¨®rico del City, al hombre adem¨¢s lo avala su t¨ªtulo de leyenda. Pero no solo de atributos objetivos viven los profesionales. Juguet¨®n por excelencia, Ag¨¹ero nunca dio la impresi¨®n de desesperarse por el f¨²tbol y mucho menos por triunfar. Bajo la lupa del t¨¦cnico espa?ol, ha sido siempre un meritorio irregular. Su contrato, el tercero m¨¢s elevado de la plantilla tras De Bruyne y Sterling, con un salario de unos 15 millones de euros anuales, acaba en junio. El club no solo da muestras de vacilaci¨®n sino que busca nueve para la pr¨®xima d¨¦cada. La renovaci¨®n parece incierta. Desde el entorno de la estrella repiten que los tres candidatos a la presidencia del Bar?a lo contactaron especulando con reunirlo con su amigo Messi, pero que ¨¦l quiere seguir visti¨¦ndose de celeste.
Las buenas ofertas no abundan en plena crisis econ¨®mica y el hombre afronta un desaf¨ªo inesperadamente dif¨ªcil: renovar o irse libre con una buena prima de traspaso bajo el brazo. Tres goles en 400 minutos son su peor producci¨®n en 10 temporadas. Con la liga medio resuelta, la complejidad del problema aumenta porque la competencia interna es mayor de lo esperado, porque Guardiola no parece convencido, y porque las grandes ocasiones de exhibici¨®n se reducen a los contados partidos decisivos que quedan por disputar, especialmente en la Champions.
Los millennials pueden ignorarlo y probablemente el Kun Ag¨¹ero, bendecido por el don de la clase, tampoco haya reparado en ello, ni ahora ni nunca. Jugar bien al f¨²tbol es mucho m¨¢s complicado que ser un ¨ªdolo de Twitch.
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