Guardiola pone de rodillas al United de Cristiano
El City borra del campo a su rival, desarmado en el derby de Old Trafford por m¨¢s que Solskjaer acumulara defensas frente al exigido De Gea
El primer encuentro de Guardiola y Cristiano en la Premier se resolvi¨® con un aplastamiento. Pocas veces el paso del Manchester City por Old Trafford encontr¨® menos resistencia.
Dec¨ªa este viernes Andy Mitten, editor del fanzine United We Stand, referencia de la hinchada del United, que los seguidores del equipo rojo de Manchester nunca fallan cuando se trata de animar a sus muchachos. Por m¨¢s censurable que sea el comportamiento de los jugadores o ...
El primer encuentro de Guardiola y Cristiano en la Premier se resolvi¨® con un aplastamiento. Pocas veces el paso del Manchester City por Old Trafford encontr¨® menos resistencia.
Dec¨ªa este viernes Andy Mitten, editor del fanzine United We Stand, referencia de la hinchada del United, que los seguidores del equipo rojo de Manchester nunca fallan cuando se trata de animar a sus muchachos. Por m¨¢s censurable que sea el comportamiento de los jugadores o el entrenador, la lealtad -?la resignaci¨®n?- de la grada est¨¢ garantizada. As¨ª fue este s¨¢bado en el derbi de Manchester, convertido en otra jornada negra para el club m¨¢s rico de Inglaterra. Los hinchas de Old Trafford solo expresaron su decepci¨®n con silencio primero y luego con una de las ovaciones m¨¢s extravagantes que se recuerdan. Cuando Ole Gunnar Solskjaer sustituy¨® a Fred, su pivote, para introducir al mediapunta Donny van de Beek, el aplauso fue general. Con el partido zanjado, con 0-2 en contra a falta de diez minutos despu¨¦s de una hora larga de abrumador dominio del vecino, y ante la evidencia de que las probabilidades de ganar la Premier se desvanec¨ªan. La gente declar¨® su hartazgo del modo m¨¢s sutil posible: aplaudiendo con rabia la entrada de un jugador de ataque, por fin, una modesta enmienda a cargo de un t¨¦cnico completamente perdido en el remolino de la crisis.
Solskjaer contemplaba el pasaje con ojos enrojecidos. Esta semana se hab¨ªa sumado a la larga fila de entrenadores que creen que acumular defensas frente a su portero es la forma m¨¢s sencilla de reparar aver¨ªas en la coraza de sus equipos. Como los datos denunciaban que desde hac¨ªa medio siglo el United no recib¨ªa tantos goles, el noruego agreg¨® un central a su l¨ªnea de cobertura y donde hab¨ªan cuatro se formaron cinco, y sobre los cinco, como si esto fuera una tarta, a?adi¨® la capa de pivotes seleccionados entre los m¨¢s abnegados hostigadores de su colecci¨®n, Fred y McTominay.
Aquella empanada t¨¢ctica que pareci¨® funcionar contra el decadente Tottenham hace una semana, fue lo mismo que zozobr¨® en B¨¦rgamo en Champions, el martes. Pero los s¨ªntomas de desmadejamiento no alteraron el plan. Solskjaer dobl¨® su apuesta por los siete zapadores para recibir al Manchester City. Y el City, que ven¨ªa de hilar dos partidos consecutivos sin marcar por primera vez desde que lo dirige Guardiola, no solo rompi¨® su mala racha sino que adem¨¢s se adue?¨® del partido.
Bernardo Silva, Gundogan y De Bruyne fueron interiores y delanteros sucesivamente, en un intercambio de puestos que fluy¨® como el agua entre las rocas. Bajo la mirada atenta de Rodri, autor de una sublime serie de intercepciones y pases de orientaci¨®n, los volantes llegadores actuaron sin pausa ni sobresaltos. Incontestables porque el United se organiz¨® de tal modo que acab¨® encerrado en su ¨¢rea, donde encerrarse equivale a quedar expuesto a la lluvia. El equipo local comenz¨® por esperar en su campo con los siete zapadores, asign¨® a Bruno Fernandes el rol del enganche, y descolg¨® a Cristiano y a Greenwood para contragolpear. Pero desde el primer minuto descubri¨® que si sus defensas no robaban la pelota en el lugar adecuado, Bruno Fernandes no podr¨ªa recibirla bien, y no habr¨ªa forma de articular nada, ni siquiera un pelotazo para que corra Cristiano.
De derecha a izquierda, Wan-Bissaka, Bailly, Lindelof, Maguire y Shaw, se mostraron tan poco perspicaces en la anticipaci¨®n y tan despistados para posicionarse, que el barullo que les arm¨® Bernardo Silva entrando y saliendo de su zona bast¨® para desencajarlos definitivamente. En el minuto dos el portugu¨¦s descubri¨® un hueco a la espalda de Fred y prob¨® el primero de los ocho disparos que recibir¨ªa De Gea en los siguientes 45 minutos. Dos fueron a gol. El 0-1 por mediaci¨®n de Bailly que desvi¨® un centro; y el 0-2 porque lo remat¨® el propio Silva con una acrobacia que no supo tapar Shaw ni contrarrestar De Gea. El portero espa?ol, que ven¨ªa de hacer cuatro paradas espectaculares, se mostr¨® aturdido en la defensa de su palo y meti¨® el bal¨®n en su propia red. El segundo gol en contra del United se produjo en el ¨²ltimo minuto del primer tiempo. Ominosa se?al para los seguidores del United, progresivamente mudos.
Empate del Chelsea
Solskjaer sustituy¨® a Bailly por Jadon Sancho al cabo del descanso. El regreso al viejo 4-4-2 estabiliz¨® al United pero no lo revitaliz¨®. Simplemente suspendi¨® su descomposici¨®n. Encerrados en una lata de conservas, los Fred, los McTominay, los Maguire y dem¨¢s compa?¨ªa debieron sentir que les faltaba el ox¨ªgeno. Sus gestos denunciaban la frustraci¨®n de los jugadores que presienten que todos los esfuerzos que hagan ser¨¢n en balde. Bruno Fernandes, que se hab¨ªa pasado la primera hora gritando a sus zagueros para que adelantaran la l¨ªnea, permaneci¨® impasible, dolorido y notoriamente cojo. Ven¨ªa de sufrir la clase de marcajes que se reserva a los futbolistas cuando todo el juego de su equipo pasa por ellos.
El United estaba desahuciado cuando Solskjaer cambi¨® a Fred por Van de Beek y el p¨²blico estall¨® en la explosi¨®n de algarab¨ªa m¨¢s pat¨¦tica de la temporada en el viejo Teatro de los Sue?os.
Del otro lado, reinaba el guateque. ¡°?Ol¨¦-Ol¨¦-Ol¨¦-Ol¨¦; Ol¨¦-Oleeeee, Ol¨¦-Ol¨¦-Ol¨¦-Ol¨¦; Ol¨¦-Oleeeee...!¡±, cantaban los 4.000 seguidores del City desplazados al campo ajeno. Fue el ir¨®nico homenaje de los rivales a Solskjaer, el entrenador rival, Ole para los amigos, cada vez m¨¢s desorientado y cuestionado en un club cuya directiva asiste paralizada al derrumbe.
¡°Hemos dado un gran paso atr¨¢s¡±, lament¨® Solskjaer, tras el partido. La derrota sit¨²a al United en quinta posici¨®n, ¨²ltima frontera de los puestos europeos. En cuanto al City, el partido sit¨²a al equipo de Guardiola en el segundo puesto de la Premier con 23 puntos. Premio duplicado como consecuencia del empate del l¨ªder, el Chelsea, que se estanca en 26. El equipo de Tuchel no super¨® el 1-1 ante el Burnley en Stamford Bridge.
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